Operación diabólica: Maz.

Consejo 1: Confianza

Nero estaba sentado en las mesas de la cafetería, observando a través de su sándwich a la chica sentada a un par de mesas más adelante. Maz, la chica más hermosa y llamativa de la preparatoria, alta, llena de músculo y con un largo cabello blanco, charlaba con sus compañeros de mesa, con una sonrisa en el rostro capaz de enamorar a cualquiera.

—Hoy es el día— Dijo el chico de cabello gris dándole una mordida a su sándwich de pollo— Voy a invitarla a salir.

— Dices eso todos los viernes— Victoriano, su mejor amigo, estaba sentado a su lado, comiendo una tostada con frijoles— Espero que hoy sea el día.

— La confianza es importante— Liliana, su otra mejor amiga, estaba sentada en el lado libre de Nero, casi pegada a él, comiendo una ensalada.

— Hoy es el día, voy a invitarla a salir. Será perfecto y maravilloso— Volvió a decir Nero. Lleno de confianza.

La rubia caminaba por los pasillos de la preparatoria, Nero estaba justo en el pasillo de la esquina, esperando a que ella cruce apara que "casualmente" sus caminos se cruzaran, alli sonreia, le entregará un ramo de flores y la invitaria a salir, la chica aceptaria, y antes de que cualquiera se de cuenta, estarían casados con muchos hijos. Sonrió emocionado y volteo en el pasillo.

Primer error, se había olvidado las flores en su casillero.

Segundo error, en realidad Nero no tenía ni una pizca de confianza en sí mismo.

Tercer error, miro a Maz a los ojos, lo que lo puso nervioso.

— Buenos días Nero— Dijo su compañera con una sonrisa— ¿Vas para tu casa?

— Q—

— ¿Uh? ¿Intentas preguntarme algo? — Acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja, expectante de su compañero.

Pero Nero no dijo nada, apuntó hacia su espalda y huyó a los baños.

— Y como cada viernes— Vic hablo desde dentro de uno de los cubículos— Terminamos aqui.

— ¿Estás cagando?- Pregunto Nero, la puerta del cubículo se abrió lentamente, revelando a Vic sentado sobre la tapa del váter con un libro y una manzana en cada mano— Creo que sería más normal si estuvieras cagando.

— Creo que sería más normal si la invitaras a salir.

— Creo que sería más normal si volvemos a casa antes de que nos encierren en el baño— Liliana se asomo desde el cubículo de al lado.

— ¿Y tú qué haces aquí?- Pregunto Nero.

— No me gusta que me excluyan— Sonrió.

El grupo caminaba de nuevo a sus casas, con Nero derrotado por su estrepitoso fracaso, estaba deprimido y sus amigos lo sabían.

— ¿Sabes que tienes que hacer? — preguntó Liliana juntando su cara con el brazo de su amigo— Invocar un Súcubo. Eso te dará la confianza que necesitas. Una vez que comienzas nada puede detenerte. Lo sé por experiencia.

— ¿Cómo que por experiencia? — Preguntó Vic confundido.

— Si, mira. Nero ¿Querrías tener una cita conmigo?- Volvió a decir la chica de cabello rosado y falda corta.