Hola, esta será una serie de One-Shots sobre Azur lane y trataré de darle una variación lo mayor mente posible.
A también si tardo en subir otro One-Shot es porque estoy haciendo una historia que sea de mi agrado y quede bien.
Nos encontramos en la ciudad de Berlín, la cual estaba cubierta de nieve ya que es invierno. Pero mientras caminábamos por la ciudad, llegamos a un gran edificio al cual entramos por los hermosos pasillos.
En eso, nos detenemos frente a una puerta y entramos para ver lo que hay detrás. Al entrar, vemos una oficina con un ambiente general severo pero elegante, denotando gran eficiencia y orden.
Las paredes están recubiertas de madera oscura con ventanas rectangulares de marco dorado que dan al exterior, adornadas con cortinas de terciopelo rojo imperial. Los pisos de parquet de roble brillan lustrosos y están cubiertos en parte por alfombras orientales de tonos verdes y dorados.
En las paredes hay varios cuadros con mapas estratégicos de campañas militares y ejecutorias de grandes generales prusianos, brillantes medallas y condecoraciones obtenidas en victorias pasadas. El escritorio macizo de caoba con incrustaciones de metal tiene sobre él un juego de plumas estilográficas caras, un tintero de bronce y hojas de papel gubernamental.
Un telescopio de la marina descansa en un soporte en una esquina junto a un globo terráqueo de cristal, creando un ambiente de meditación y planeación estratégica. Candelabros de bronce con velas aromáticas aportan una luz ambiental parpadeante creando sombras templadas en las repisas llenas de trofeos de guerra y vitrinas con figuras militares.
De fondo, resonando suavemente, se escucha una hermosa pieza musical de Mozart, elevando el estado de ánimo y transportando la mente a regiones más elevadas de inspiración y creatividad estratégica. El aire de dignidad y disciplina que impera en este lugar es palpable.
Dejando todo lo anterior a un lado, podemos observar que en la oficina había dos mujeres sentadas frente al escritorio. La mujer rubia, claramente la dueña del lugar, ocupaba la parte trasera, mientras que la otra, de cabello blanco, estaba relajada en la parte delantera. Esta última observaba con atención a la mujer rubia, quien se encontraba frente a ella.
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De repente, escuchamos la voz seria y decidida de una mujer rubia: "Buenos días, Prinz Eugen. Lamento molestarte en tus vacaciones, pero tengo una misión para ti en la región militar de Ostreich".