Capítulo 262

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No entiendo nada

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Habiendo sido pateado en el viejo nido, el Rey Enredadera levantó sus lianas y atacó hacia Lu Si.

En ese momento innumerables lianas con pinchos vinieron hacia él.

Lu Si se escondió en el espacio en ese momento.

Las enredaderas se enredaron al instante y pronto volvieron a separarse, buscando a su alrededor el olor de los vivos.

Y Lu Si apareció encima de aquel Rey Enredadera, sosteniendo un largo cuchillo en ambas manos y cortando directamente hacia él.

El largo y afilado cuchillo cortó hacia allí, pero la enredadera no era tan fácil de cortar, la hoja no penetró ni una sola sección y no pudo herir a la cosa ni siquiera un poco.

Cuando Lu Si hizo esto, enfureció aún más al Rey Enredadera, y las enredaderas continuaron subiendo con frenesí.

Viendo que era inútil, Lu Si entró rápidamente en el espacio.

El Rey Enredadera una vez más golpeó el vacío.

Cuando volvió a salir, vio el cuchillo que se había insertado en el Rey Enredadera, e insertó otro encima.

Cuando volvió a salir, vio que aparecían dos cuchillos más en la bolsa, y a Lu Si le pareció un poco sorprendente que la enredadera pareciera preferir que se la insertaran a que la separaran.

Al tener el corte espacial, Lu Si podía jugar con ella todo lo que quisiera, y para cuando hubo usado todos los cuchillos que debía, la gran enredadera verde se había llenado de todo tipo de cuchillos.

Todo el cuerpo de la enredadera estaba tan cansado que casi se arrugaba.

Lu Si había jugado con él todo lo que pudo antes de usar sus poderes para cortarlo de raíz.

Con un siseo, la gran bolsa verde se abrió y el líquido verde viscoso de su interior salió, acompañado de un desagradable olor a pescado.

La expresión de su cara se distorsionó cuando vio lo que había dentro, huesos blancos, líquido pegajoso y un olor acre.

Tras la caída del Rey Enredadera, las enredaderas a su alrededor se arrugaron contra el suelo y aún le quedaba energía para lanzar las lianas.

Pisó el vagón destrozado y esperó a que el líquido del interior de aquella enredadera mutante terminara de escurrirse.

Las lianas envueltas alrededor del auto atacaron lentamente hacia la posición de Lu Si, pero antes de que pudiera tocarlo fue cortado por una cuchilla eléctrica.

Se oyó un clic.

Lu Si giró la cabeza para mirar.

Xu Jin y Qin Batian llegaron.

"¿Aún no te has ocupado de ello?" - Preguntó Xu Jin mientras recuperaba la espada eléctrica que llevaba en la mano.

"¡La cuñada es impresionante!" - Cuando Qin Batian vio tal escena, no pudo evitar admirar a Lu Si desde el fondo de su corazón. Era imposible no admirarlo, había partido directamente el autobús por la mitad.

CSMS: CWFPDLDXGB (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora