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Era sábado y este día Cassidy no fue a trabajar, pero no porque no quiso, sino porque Ryan no abrió la cafetería ese día, tenía que acompañar a su abuelita a una cirugía, así que decidió no abrir ese día.
Eran al rededor de las diez de la mañana y Cassidy se encontraba durmiendo mientras era rodeada por los brazos de su novio.
Amaba despertar y que Bruce estuviera allí, era una buena manera de empezar el día.
Cassidy se quedó mirando el rostro de Bruce por unos segundos, se veía tan tranquilo, amaba verle tranquilo, despreocupado, en fin, la pelirroja abrió los ojos cuando Bruce habló.
—¿Ya vas a dejar de mirarme?— preguntó aún con los ojos cerrados, la voz ronca y sin soltar su agarre de la chica.
—Me asustaste, tonto.— dijo ella dándole un leve golpe en el hombro, el solo se limitó a sonreír de lado, esa maldita sonrisa la volvía loca.
—Disculpa, interrumpí tu actividad favorita... observarme.
—A veces puedes llegar a ser bien egocéntrico Bruce Wayne.
—A veces.— dijo el castaño abriendo los ojos por fin. Él se acercó a Cassidy, dejó un beso en su mejilla y después escondido su cara en el cuello de la chica.
—¿Como dormiste?— preguntó ella mientras enredaba sus dedos en el cabello del castaño.
—Bien, y si sigues haciendo eso voy a volver a dormirme.— Cassidy río bajo.
—lamentó decepcionarte cariño, pero, ¿puedes soltarme?, necesito ir al baño.— dijo la pelirroja, pues Bruce la tenía abrazada como si fuera un oso de peluche.
Él bufó —Claro.— dijo sonando tranquilo.
Cassidy se levanto de la cama y puso sus pies el frío piso, caminó hacia el baño e hizo sus necesidades.
Después de un rato la pelirroja salió del baño y Bruce no estaba ahí, un segundo después el entró, había ido al otro baño.
—Cariño, ¿puedo hacerte una pregunta?
—Ya la estás haciendo.
—Ay Bruce, es en serio, ¿amaneciste muy gracioso hoy?
—Tal vez.— dijo y se sentó al lado de la pelirroja, ella lo fulminó con la mirada.
—Sabes que el hecho de que me mires así no me asusta sino que me gusta, ¿verdad?— Cassidy le dió un golpe en el hombro. —Ya, ya, ¿Que pasó?, ¿Que quieres preguntarme?
—Quería saber si tal vez podía venir Dalila, como a las cuatro.
