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Namjoon se despertó por el sonido de algo chocando contra su ventana. Se sentó en la cama de golpe y se dio cuenta que todo estaba oscuro, la electricidad se había cortado. Movió un poco la mano y se sobresaltó al tocar el brazo de alguien, pero le tomó solo un par de segundos recordar que Jin estaba en su casa, en su habitación, en su cama...

Salió de la cama, esforzándose por no despertar a Jin, fue a los interruptores solo por el capricho de probar que evidentemente no había electricidad. Recorrió su habitación a oscuras, en puntas de pie y extendiendo las manos palpando el aire mientras buscaba su celular, al final lo encontró conectado al cargador, la batería estaba completamente cargada, así que pensó que esa había sido idea de Jin y lo precavido que solía ser en situaciones así. Reviso sus mensajes: de Hobi, preguntándole como estaba, también mensajes en el grupo de sus amigos donde por supuesto estaba Jin, unos cuantos mensajes de sus padres y luego... nada. No había mensajes ni llamadas de Seunghyun.

No lo podía creer.

Eran más de la una de la mañana y su novio ni siquiera le había dejado un mensaje preguntando cómo estaba, qué había pasado con su mano... nada en absoluto. Pensó en llamarlo, quería reclamarle, quería hacerle saber que estaba molesto, decepcionado e incluso dolido. Pero cuando empezó a escribir el mensaje que seguro sería el inicio de una pelea, escuchó cómo Jin se removió en la cama, y luego lo llamó, con una voz tan rasposa y adormilada que Namjoon dejó el teléfono a un lado como si necesitara recurrir a Jin de inmediato.

—Estoy aquí —dijo Nam acercándose a la cama—. No hay electricidad.

—Oh... —Jin se sentó en la cama y miró a Nam, todo estaba demasiado oscuro, pero aún así podía verlo solo un poco—. ¿Cómo estás? ¿Y tu mano?

—Me duele un poco, tengo que tomar mis medicamentos —murmuró—. No hemos cenado, ¿quieres comer algo?

Jin asintió y salió de la cama para aceptar las pantuflas que Nam le estaba ofreciendo, también decidieron que cada uno iba a envolverse con una manta.

Namjoon se sentía bien, es decir, le dolía la mano, por supuesto, pero se sentía bien en general y era extraño porque minutos antes de que Jin despertara, estaba dispuesto a mandarle un extenso mensaje a Seunghyun diciéndole lo pésimo novio que era, pero al escuchar a Jin, al sentirlo caminar a su lado en silencio mientras se dirigían a la cocina alumbrados por la linterna del celular, ya no se sintió molesto, al contrario, se sintió relajado y en paz, aunque afuera el viento y la nieve eran una locura, él se sentía en paz.

—Hmmm... no podemos calentar nada, ahora que lo pienso —murmuró Namjoon, sintiéndose un tonto, así que apartó lo ojos de Jin, porque este sería el momento perfecto para Seunghyun de insultarlo—. Lo siento...

—No te disculpes —dijo Jin de prisa acercándose a él—. No es necesario que calentamos nada, aquí veo... bananas —respondió yendo en dirección al frutero que estaba en el centro de la mesada.

Nam lo miró por un momento, solo tenían la luz de la linterna, pero eso era suficiente para ver su expresión amable. Jin iba a adaptarse a cualquier escenario, a cualquier situación con tal de que Nam se sintiera cómodo y eso hasta él mismo lo notaba.

Se acercó a los gabinetes y encontró lo que Hobi había comprado en la tarde cuando volvieron del hospital, papas fritas, dulces y también encontró una bolsa de malvaviscos. Así que tuvo una idea, sin embargo, no quería decírselo a Jin, quería sorprenderlo.

—Hmmm, ¿Jin? —Habló, volteando en su dirección de nuevo—. Dejé mis medicamentos sobre mi mesita de noche, ¿crees que puedas traerlos por mi?

—¡Sí, por supuesto! ¿Necesitas algo más?

—En mi armario, en la parte de arriba hay una frazada que es muy grande y caliente, es de color beige, ¿también la puedes traer?

Invierno || NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora