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Estaban en casa de Namjoon, siempre iban allí luego de la universidad, normalmente Namjoon lo veía estudiar y le preparaba algo de beber o de comer, y luego se sentaba a "perder el tiempo", como le decía Seunghyun cada vez que lo veía dibujar o pintar.

—¿En qué tanto piensas? —Le preguntó su novio sin mirarlo, estaba hojeando uno de sus libros buscando la respuesta a algo—, estás muy callado.

—No quiero interrumpirte —dijo Namjoon, achicándose en su asiento, un poco temeroso, como si creyera que Seunghyun notaría que estaba pensando en Seokjin—, sé que tienes un examen cuando regresemos de las vacaciones.

—Ajam... —murmuró—. ¿Podrías traerme café amor? Me estoy quedando dormido.

Namjoon asintió, dejando su lápiz a un lado y cerrando su sketchbook, lo dejó sobre la mesa, porque en todo el tiempo que llevaban de relación, Seunghyun jamás lo había visto, no le interesaba hacerlo y se lo decía abiertamente.

Namjoon suspiró suavemente cuando estuvo solo en la cocina, muchas veces se sentía tenso al estar con su novio, como si en cualquier momento este fuera a insultarlo, o lastimarlo de alguna manera, y no es que le haya pegado alguna vez, eso nunca ocurrió, pero solía sujetarlo con fuerza, dejando tal vez marcas en sus muñecas o en sus costillas. "Al menos sabrán que eres mío", le decía, como si eso sirviera de justificación. Jamás disculpándose.

Esperó a que el café estuviera listo y regresó a la sala, asegurándose de llevar un par de buñuelos, porque, aunque él no los pidió, sabía que su novio no bebía nunca café solo.

Sus pies se anclaron en el piso cuando vio que su novio estaba hojeando su sketchbook, sintió demasiado calor de repente, a pesar de que sabía que afuera helaba.

—Son un poco gruesos para ser mis labios —comentó enseñándole uno de sus dibujos, en él, solo se podía apreciar la mitad para debajo de un rostro—. ¿O es alguien más?

Seokjin.

—No es nadie —se apresuró a decir, dejando la bandeja al alcance de su novio—, es solo un dibujo que el profesor nos entregó y nosotros teníamos que replicar —mintió.

—Oh... ya veo —murmuró, continuó hojeando y Namjoon tuvo deseos de arrancarle el sketchbook de las manos, pero sabía que eso no terminaría bien—. No dibujas mal...

—Gracias... —murmuró, sin poder disimular la sonrisa, él jamás le había dicho algo como eso, nunca le decía que era bueno en algo.

—Creo que tu profesor tiene algo con los labios gruesos —soltó, mirando con atención otro de los trazos, Namjoon trago con fuerza porque sabía que esos dibujos eran sobre Seokjin, sobre sus labios, su sonrisa, sus ojos, sus manos... aunque nunca lo dibujó completo, dibujaba fracciones de él—. En fin... —cerró el sketchbook con fuerza y lo arrojó al otro extremo de la mesa, Namjoon se estiró rápidamente para sujetarlo y que este no cayera al suelo—. Oye, ¿recuerdas ese foco que tu madre dijo que no funcionaba?

—¿El de la biblioteca? —Seunghyun asintió—, lo cambié ayer.

—Oh... ¿y si hacemos galletas?

—¿No tienes que estudiar?

—Sí, pero necesito tomarme un descanso —dijo bebiendo un poco del café—. Hagamos galletas.

Seunghyun se puso de pie y lo rodeó con sus brazos, Namjoon se tensó un poco y no porque fuera brusco, sino por el contrario, lo sentía suave. Se acercó a él y lo besó, mientras hacía mimos en su cabeza.

—Te amo —le dijo al final y Namjoon sonrió, dándole otro beso—. Vamos.

Ese era el lado que sus amigos no conocían de su novio, no siempre era cascarrabias y serio, tenía sus momentos dulces, como ahora, que lo rodeaba con sus brazos, lo llamaba por apodos lindos y le daba besos suaves.

Invierno || NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora