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Namjoon había esperado a que Seokjin se quedara dormido para ir a apagar la chimenea, estaba muerto de cansancio, pero sabía que no debía dejarla encendida, por precaución. Cuando volvió a su habitación se encontró con que Seokjin había movido el brazo a su lado de la cama, como si lo hubiera buscado.

Se metió bajo las sábanas y lo atrajo a su cuerpo, y como si Seokjin lo supiera, se apagó a él con gusto.

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Cuando Namjoon despertó unas horas después, se encontró con Seokjin aferrado a su cuerpo, él lo tenía rodeado con sus brazos y Jin se había acercado tanto a él que medio cuerpo estaba sobre el de Nam y sus piernas se encontraban juntas.

Se estiró un poco para alcanzar su celular, tenía frío, por lo que quería salir con cuidado para no despertar a Jin y así buscar más frazadas.

Eran las diez y media de la mañana, sus padres le habían preguntado como pasó la noche...

—Sí supieran... —susurró acariciando despacio el brazo desnudo de Jin que rodeaba su cintura.

Bajó un poco más los mensajes, pasando de largo los de sus amigos, que no es que no quisiera responderles, sino más bien, un chat llamó su atención.

Seunghyun le había mandado muchos mensajes, más de cincuenta. Suspiró con calma antes de abrir el chat. Todos, o la mayoría de ellos, eran mensajes preguntando cómo estaba, que qué había pasado con su mano, que atendiera sus llamadas, porque sí, tenía un total de doce llamadas perdidas.

Namjoon decidió no responder, a pesar que sabía que lo había dejado en visto y que eso no era mejor. Sin embargo, no tenía ganas de lidiar con Seunghyun, se sentía bien, así que decidió mandarle un mensaje a sus padres y amigos diciendo que estaba muy bien, pero que no tenía batería, lo que era una mentira, y finalmente apagó su celular.

Se movió con cuidado para dejar a Jin a un lado sin despertarlo. Para ir a apagar la chimenea se había puesto el bóxer, por lo que era obvio que tuviera frío, así que pensó que Jin se sentía igual. Se aseguró de cubrirlo muy bien con más frazadas y que sus brazos quedaran debajo de estas para que pudiera mantenerse caliente.

Se puso pants, una sudadera y salió de la habitación para ir a hacer el desayuno. Eso le daba mucho miedo, porque las veces que había hecho eso por Seunghyun él le decía que todo le quedaba mal; el pan poco crocante, los huevos poco revueltos, el café muy amargo... así que, no era muy disparatado que Namjoon quisiera llevarle solo un tazón de cereal.

Pero helaba, la nieve seguía cayendo y pensó que un tazón frío de leche con cereal no era lo más apropiado, por lo que empezó a batir los huevos y a gotear el café.

Sabía que Jin solo había comido los malvaviscos, y también sabía que le encantaba comer, así que preparó de todo un poco: huevos, tocino, un poco de arroz, para los platos salados. Pero también quiso darle opciones dulces, por lo que untó crema de avellanas sobre rebanadas de pan y trozos de fresas, junto con unas bolitas de chocolate.

Con cuidado montó todo sobre una bandeja y se dirigió a su habitación de nuevo, caminando muy despacio porque claro que existía la posibilidad de que se tropezara y todo cayera al suelo, afortunadamente no pasó y llego a la habitación con el desayuno perfecto.

Jin seguía en la cama completamente tapado, aunque se había movido un poco hacia el lado de Nam, y una de sus manos sobresalía de las frazadas probablemente porque lo había buscado.

Namjoon dejó la bandeja sobre su escritorio y volvió a la cama para meterse bajo las frazadas y rodearlo con sus brazos. Su piel era suave y estaba tibio, lo que era bueno, ya que significaba que no estaba pasando frío.

Invierno || NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora