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Ese día Hansol planeaba llegar directo a dormir. 

Tendría su casa para él solo, por lo que podría disfrutar por unas horas del silencio y la libertad de comer todos los bocadillos que quisiera.

Sin embargo, a su profesora se le ocurrió dejar un trabajo para el lunes, impidiéndole ir feliz a su fin de semana.

Tanto Mingyu como Seokmin le traicionaron/ayudaron, razón por la que justo ahora se encuentra caminando con los ojos clavados en la acera, y con Chan a su lado yendo a su casa.

No le gustaba ya no poder verle la cara a su amigo sin sonrojarse.

Era estúpido, han sido amigos desde hace mucho tiempo y por culpa de una simple atracción pasajera estaba actuando como un tonto.

—¿Sabes? Creo que es la primera vez que vengo a tu casa— Comentó el menor, por lo que finalmente levantó la mirada, encontrándose con el perfil sonriente del contrario —Siempre eres tu el que va a la mía.

—¿Ah, si?— Inquirió con cara de sorpresa —¿Nunca te había invitado antes?

Chan negó con la cabeza, por lo que frunció el ceño.

Seokmin y Mingyu ya han venido antes. Chan literalmente vivía a dos cuadras. ¿Inconscientemente estaba dejando por fuera a su amigo?

¿Tan tonto lo estaban dejando sus emociones?

No quería arruinar su amistad con Chan por unos tontos sentimientos, así que se dedicaría a suprimirlos lo más que pueda.

Con esa nueva convicción, le sonrió al menor, a la vez que doblaban hacia la entrada de su casa.

—Entonces tendré qe invitarte más seguido para compensarlo— Declaró, ganándose una brillante sonrisa del contrario, y oh.

Oh.

Esto de suprimir sus emociones no iba a ser nada fácil.

*******

Hacer el trabajo fue sencillo, ambos eran buen equipo cuando Hansol verdaderamente estaba trabajando y no admirando los bonitos ojos del contrario.

—Creo que ya está— Confirmó Chan, revisando por última vez el reporte que habían hecho —Podemos sacarle una copia para tenerlo ambos.

Asintió ante la idea, recogiendo lentamente todos los útiles que habían esparcido en la mesita de la sala.

Inconscientemente formó un ligero puchero en su rostro. Como ya habían terminado, significaba que Chan debía volver a casa.

Pero él quería pasar un rato más con su amigo.

—Ehm, Channie, ¿quisieras...?

Un fuerte trueno le interrumpió la pregunta, haciendo saltar a ambos por el susto.

Intercambiaron una mirada, y se dirigieron a la ventana donde efectivamente notaron como la lluvia empezó a caer de forma rápida.

Parece que habrá una tormenta esta noche.

Una fuerte tormenta.

—Mi mamá no me va a dejar regresar así por mi cuenta— Murmuró el menor, frunciendo su ceño levemente mientras le marcaba a la mencionada —Y el auto de papá se averió para variar...

Que conveniente para Hansol.

—Pues, si quieres, puedes quedarte aquí hasta que pase la tormenta— Declaró con una ligera sonrisa que fue correspondida — Es decir, ¿cuantas veces me he quedado yo en tu casa? Quédate el tiempo que quieras.

No esperó el repentino abrazo, pero no por eso este no fue correspondido.

—Gracias, Hansollie.

Ah, por suerte Hansollie estaba reprimiendo sus emociones, si señor.

El Novio de Papá [Jeonghoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora