Tras el primer amanecer del mundo, las Diosas formaron la
tierra y dieron paso al infinito oceano. Navilia, la Diosa de la luz,
trajo consigo el nacimiento de la raza humana. Celosa por la
creación de su hermana, Dakrilia, la Diosa de la oscurida...
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Kira Rah
Dakral Fantasia: Dientes de Sable
Árima: Fuego
Nivel de Peligro: A
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Aster Hiós
Dakral Fantasia: Minotauro
Árima: Fuego
Nivel de peligro: A
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Levi Athan
Dakral Fantasia: Gran serpiente marina
Árima: Agua
Nivel de peligro: A
Mis padres volvían de una cacería, junto a varios adultos del pueblo. El olor a carne llegaba hasta los cultivos, al parecer había sido un viaje exitoso. Yo debía terminar de sembrar estas semillas de maringolias antes de los últimos rayos de luz, tenía que darme prisa. Aún con el pesado trabajo en mi día a día, no podía evitar sonreír con emoción. Todos en el pueblo lo hacían, a decir verdad. Sí, todos sonreían, todos eran felices. La noche llegó, pero aquella alegría no se perdía ni en las eternas penumbras que esta traía consigo. Por primera vez en... pues, desde siempre, éramos un lugar feliz y tranquilo. Todos nos reuniríamos en la plaza central, donde repartiríamos alimentos y suministros necesarios para el invierno cercano. La energía era contagiosa, al igual que las miradas vivas y aquella sensación de que todo estaría bien. ¿Cuál era el motivo de todo esto? Muy simple, la verdad. Cinco años atrás, un grupo de personas llegó a nuestro hogar con ideales muy extraños.
