Capitulo 8

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-Te ves muy cansada ¿porque no te quedas hoy y mañana puedo enseñarte el lugar? , a fin de cuentas tus cosas ya están aquí- Marck conducía hacia su casa, y era verde que estaba cansada pero no por trabajo, más bien por todas las cosas que pasaban por mi cabeza. 

-si está bien- lo dije sin mucho ánimo, Marck pareció notarlo pero no dijo nada al respecto. 

-¿quieres ver una de esas películas que querías?- parecía esforzarse, me tomó de la mano y la apoyó en mis piernas. 

-no tengo muchas ganas- no solté su mano pero mire hacia mi ventana, no podía verlo a la cara. 

-bueno siempre podemos hacer otra cosa más interesante- me gire y le di una pequeña sonrisa. El me miró con el ceño fruncido 

-muy bien dime que pasó, ¿porque estás tan seria?- me soltó la mano y volvió a tomar el volante y la palanca. 

-nada…solo estoy cansada…- no creo que me creyera, pero no dijo nada más hasta llegar a su casa y yo lo agradecí. 

Al llegar me metí en el baño y me quedé ahí como por media hora bajo el chorro de agua, intente olvidarme de todo lo que había pasado, no es que hubiera hecho algo malo, pero en el fondo sentía que si, que estaba traicionando a Marck y no me gustaba eso. Tal vez debería replantearme esta relación, todavía estaba a tiempo antes de lastimar a alguien. 

El resto de la noche fue peor, Marck intentaba charlar con migo, pero yo no estaba muy presente en esa conversación, y cuando estuvimos en la cama fue peor, el estaba besándome y tocándome, de repente sentí que estaba mal, que no podía dejar que lo hiciera. 

-estoy cansada- le dije empujandolo un poco por el hombro pero él no dejó de besarme el cuello y el hombro sin importarle lo que acaba de decir. 

-Marck- lo empujé un poco más fuerte y él me tomó de la mano, se subió sobre mi y sujetó mi otra mano, cada una a un lado de mi cabeza. 

-yo lo are todo, no te preocupes- me decía entre besos, quería decirle algo, pero recordé como habíamos discutido esa mañana y no quería volver a pelear con el. 

Deje que me besara, que me tocará los pechos, las piernas, que me frotara con sus manos, hasta que mi cuerpo reaccionó y estuvo listo para que él entrara profundamente dentro de mi. 

Esa no fue la única vez en esa noche, lo hizo por lo menos otras dos veces hasta que no pudo más y se quedó dormido a un lado mío, mientras me rodeaba con un brazo mi cuerpo desnudo. 

Por fin pude dormir. 

-Necesito que salgas temprano hoy- Marck estaba frente a mi en la barra de la cocina comiendo su desayuno, yo intentaba hacer lo mismo, pero mi apetito no volvía desde anoche. 

-no se si pueda, la vez pasada que pedí salir temprano me ignoraron completamente- ese día había sido el de nuestra primera cita y el comienzo de todo esto. 

-yo hablaré con Jonathan, tú solo estate lista  a las cinco- lo mire con una mueca, pero en cuanto él puso cara seria la cambien a una de sorpresa. 

-n…no creo que sea prudente que tú estés pidiendome permisos para salir del trabajo. 

-¿no quieres salir conmigo?- dejó su comida a medio terminar y me miró confuso. Me sentí mal automáticamente. 

-claro que quiero salir contigo, pero Jonathan es mi jefe y yo tendría que hablar con él- no quería que estuvieran juntos, no pensaba que Jonathan fuera a decirle lo que había sucedido pero, preferían evitar el riesgo. 

ArishaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora