Arisha

Capitulo 9

-vamos a aclarar las cosas ok, ya no quiero que tengamos más problemas o mal entendido- mientras Marck me enjabonaba la espalda  yo me lavaba el cabello. 

-bien, dilo de una vez- sentí sus manos bajando hasta mi trasero y enjabonarlos. 

-muy bien, bueno para empezar recuerda que esto es solo por un tiempo, yo regresaré en poco más de un mes, también quiero que por lo menos me dejes ayudarte con los gastos de la casa, se que no es mucho pero puedo comprar la comida y hacer otros deberes, y no quiero que me compres mas ropa cada vez que salgamos con tus amigos y…- 

-y ya basta de tonterías, si dices que esto es por un tiempo no quiero hablar de eso, solo quiero disfrutar de ti todo el tiempo posible- me termino de enjabonar y entonces me beso el hombro mientras recorría sus manos por mi cadera hasta mi abdomen, y ascendía a mis pechos

Yo apoyé mi cabeza sobre su pecho, la noche anterior por fin me dejó descansar, dormimos abrazados y ahora estaba llena de energía.

-muy bien, yo también quiero disfrutar de ti- 

Al final tuvimos que volver a bañarnos. 

Después de ese día estuvimos tan bien, por fin sentí que éramos una pareja de verdad, todos los días salíamos de su casa tomados de la mano, subíamos a su moto y me llevaba al trabajo, también empezaba a gustarme que él estuviera literalmente a un lado de mi, se la pasaba yendo a verme, platicamos de cualquier cosa y se iba, o solo iba y me darme unos besos cuando no había clientes a la vista y después salía corriendo a su taller, yo había empezado a ir a su taller para comer con él, sus amigos ya no soltaban comentarios como la vez pasada y con Jonathan no tuve que preocuparme porque él estaba tan distante de mí, no hablaba conmigo más que con un sí o no de vez en cuando, ni siquiera me pedía que hiciera algo, sólo dejaba las cosas asumiendo que yo sabría que hacer, y era verdad y por las noches Marck y yo nos íbamos juntos a su casa, cenabamos viendo una película para terminar en la cama enredados entre piernas, brazos y jadeos. 

El fin de semana llegó tan rápido que cuando me di cuenta ya estaba en una casa desconocida rodeada de muchas otras personas que no conocía, le había pedido a Marck que no me llevara con él mientras hacían el viaje junto con el nuevo integrante, no quería problemas ni llevarme mal con Roxan. 

-hola- gire sorprendida con mi botella a medio camino de mi boca, un hombre con bastantes tatuajes por sus brazos se había acercado a mi. 

-hola- le respondí al ver que si me hablaba a mí. 

-¿Estás acompañando a alguien?-  se acercó más a mí, con una botella en la mano, y yo miré en todas las direcciones. 

-amm si vine con alguien-  bebí mi cerveza, sonreí amablemente, seguro era un amigo de Marck o algo así. 

-que lástima- se acercó más hasta quedar a solo unos centímetros de mi. 

No sabía qué decir, pero quise cambiar de tema, aquí no había nadie a quien conociera para que me ayudara a salir de esta situación de hecho sólo habían unas cuantas chicas pero todas ellas se conocían y estaban en un grupo aparte lejos de mi. 

-¿y tu eres del club?- quería apartarme de él, pero estaba a trabada en una esquina en la que yo sólita me había metido, precisamente para no llamar la atención de nadie. 

-no, si fuera del club, estaría con ellos ahora mismo- empezó a reírse y yo me puse tensa, él no sonaba muy alegre. 

-a…que mal…- otro tipo llegó y lo palmeó en la espalda. 

-ya van a llegar, vamos- antes de llevarse a su amigo, me miró y me guiño un ojo. 

Cuando se fueron yo puse cara de asco, me tranquilice y para pasar el rato decidí ver qué hacían mis amigas y mi padre, pronto volvería y necesitaba saber que me iba a esperar cuando regresará.