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Mirai levanta la mano, temblando con indecisión cuando hay una breve pausa entre los extraños sonidos.

Si algo aprendió de su mamá es que debía ser precavida antes de abrir una puerta cerrada, pero el entrenamiento shinobi decía básicamente lo contrario porque la primera indicación de un ninja era entrar y matar. No hay tiempo para pensar dos veces lo que hay que hacer cuando una vida inocente está en riesgo.

Solo que... Mirai toma aire y pasa saliva. Sabe que solo hay dos opciones si abre la puerta: Primero, puede ser que el señor Sexto y Gai-San tengan pesadillas y por eso estén haciendo ruidos raros. Y lo segundo... puede ser que un enemigo los esté atacando.

Su mano tiembla otra vez, tocando la superficie de la puerta mientras el sonido se hace intenso una vez más, escuchándose un poco brumoso, como si estuviera sofocado, o entrecortado, pero es un sonido que Mirai puede reconocer de todas maneras:

Kakashi-San está gritando.

Bien. En realidad, sí hay una posibilidad de que el señor Sexto solo tenga pesadillas y por eso se escuche así, pero Mirai puede distinguir más de un sonido y el otro ruido áspero definitivamente es Gai-San jadeando sin control.

Mirai lo ha oído jadear de cansancio cuando camina de manos y carga las cosas en uno de sus pies. Definitivamente no puede equivocarse. Ese ruido bajo y gutural definitivamente es su garganta presionándose alrededor del aire con agitación, algo que podría ser por su miedo a los fantasma o...

¡O de verdad están luchando con un enemigo!

Mirai vuelve a pasar saliva. Una parte de ella quiere deslizar la puerta solo un poco para dar un vistazo y asegurarse de que todo esté bien, pero Mirai es una shinobi competente. Sabe que entreabrir la habitación alertaría al enemigo y podría escapar. Su única opción real es abrir bruscamente la puerta y asegurarse de que no hay enemigos adentro tratando de aprovecharse de dos viejos ninjas agotados. Definitivamente no puede permitirse fallar en su misión de guardaespaldas. Y más que eso, no puede permitir que alguien dañe a dos personas tan increíbles como Kakashi-San y Gai-San.

— De acuerdo — Mirai asiente para sí misma, tomando el borde de la puerta para abrirla de un solo movimiento y...

— ¿Qué estás haciendo? — la mano de TenTen presiona su muñeca inesperadamente y Mirai jadea por la impresión, quedándose quieta cuando TenTen la obliga a retroceder dos pasos.

— Soy la guardiana del señor Sexto y de Gai-San, mi trabajo es asegurarme de que todo esté bien — Mirai murmura, todavía preocupada de alterar al enemigo en la habitación que ahora mismo debe estar torturándolos porque la voz de Kakashi-San se agudiza y puede oír a Gai-San lloriquear como si estuviera sufriendo.

— ¿Y eso qué tiene que ver con que quieras abrir la puerta? — TenTen se interpone en su camino y empuja su hombro hacia atrás como si quisiera que Mirai se alejara lo más rápido posible.

— ¿Es que no los oyes?

— ¡Precisamente porque los oigo creo que no deberías abrirla! — TenTen se sonroja más, empujando a Mirai más lejos mientras ella misma se aleja con un extraño gesto lleno de asco — Ellos... no creo que... ¡no puedes entrar!

— ¿No puedo entrar? — Mirai ladea el rostro y mira hacia la puerta — ¿Por qué? ¿Qué están haciendo?

El sonrojo de TenTen se vuelve azul y mira con enfado hacia la habitación como si estuviera luchando difícilmente con alguna idea que Mirai no puede entender.

Es decir, Kakashi-San y Gai-San son buenos amigos, no cree que estén peleando. Lo que sea que les esté pasando Mirai debe saberlo y debe tener una prueba visual para su reporte y...

Konoha Shinden KakaGai FicletsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora