5

169 24 22
                                    

Kakashi remueve todas las cosas otra vez, suspirando con desesperación antes de vaciar su mochila directamente en el piso.

— No es cierto — su tono es áspero y furioso, y luego revuelve todas sus cosas alrededor de la tierra como si un par de enormes sábanas mágicamente pudieran aparecer.

— Debemos aceptar la realidad, Kakashi — Gai asiente con pesadumbre a su lado, mirando también todas sus cosas dispersas alrededor del piso — No hay duda de que olvidamos empacarlas.

No — Kakashi gruñe, enojado consigo mismo por este error.

Había planeado todo para este viaje. Lo planeó por años. E incluso lo planeó tanto que previó el hecho de que en algún momento dormirían en el piso y necesitarían sábanas para acampar y dormir cómodamente.

Y aun así...

— Debió ser cuando nos cambiamos el uniforme — Kakashi aleja las manos de su ropa ahora llena de polvo, recordando vagamente que sacaron todo de sus maletas y luego lo volvieron a meter.

Las sábanas debieron quedarse sobre la cama, al lado de la almohada, y Kakashi estaba tan estresado que no se dio cuenta de que hacía falta algo tan importante como eso.

— Sin duda — Gai asiente, extendiendo las dos pequeñas almohadas individuales que afortunadamente trajeron — Pero de todos modos, ¡no es el fin del mundo! Dos sábanas no arruinarán nuestro maravilloso viaje, Rival.

Gai comienza a arrojar las piedras lejos de él, listo para recostarse y dormir así, únicamente con su ropa puesta.

— No es justo — Kakashi suspira y se recuesta sobre las rocas, ignorando la incomodidad debido a toda la sensación asfixiante que lo hace sentirse ansioso.

Esto era su luna de miel. Un viaje a través de sus recuerdos. Lo único que quería es que Gai se relajara y descansara, que no tuviera que pensar en el dolor o el malestar. Y para ser honestos... sí, dos sábanas sí son mucho.

— No te preocupes más, Kakashi — Gai suspira y mira hacia las estrellas a través de los frondosos árboles — Todavía estamos juntos, y todavía es nuestra luna de miel. No me importa dormir así siempre que permanezca a tu lado.

Kakashi frunce el ceño ante un discurso tan cursi, odiando y amando que Gai vea los lados positivos en las desventuras, y más que nada, que vea los lados positivos cuando Kakashi claramente tiene la culpa.

— Debí revisar otra vez.

Gai gira suavemente sobre su almohada, manteniendo su pierna quieta para no herirse mientras pone ese rostro lleno de apasionante determinación. O en otras palabras, locura.

— Kakashi, no podemos lamentarnos el resto del viaje por haber olvidado algo tan insignificante como un par de sábanas. ¡Lo que debemos hacer es mirar hacia el frente! – Gai agita la cabeza y se recuesta bocarriba una vez más. — Mañana sin duda encontraremos una posada, así que nuestra mejor opción es dormir rápido y tratar de descansar.

Kakashi toma aire y cierra los ojos, sintiendo una electrizante sensación de inquietud picando debajo de sus venas incluso si Gai ni siquiera parece afectado por su olvido.

Pero no solo estaba el hecho de que había fallado en algo tan simple como empacar o en el hecho de haber arruinado una noche en su maravilloso viaje de luna de miel. Lo que realmente lo afecta y lo hace sentir como si quisiera ponerse a llorar es...

— Te dolerá la pierna.

Gai bufa a su lado, negando con seguridad mientras estira los brazos en la tierra y mira las estrellas con ese rostro soñador y juvenil, eternamente encantado con la vida.

Konoha Shinden KakaGai FicletsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora