Lucifer: ¿Enemigo o libertador?

La muerte

El tiempo

Lo que será, ya fue,
lo que ya fue, será.

Todo termina donde inició,
todo comienza donde terminó.
Todo vuelve al principio,
el futuro ya sucedió.

El pasado, pronto será,
todo sigue igual,
nada nuevo hay.

Lo que aún no ha sucedido, ya sucedió,
lo que ya sucedió, falta por suceder,
pero sucederá nuevamente.

El tiempo no es lineal, es cíclico, no tiene un principio, mucho menos, un final. Es el alfa y el omega. Es algo parecido a la eternidad, y ustedes inconscientemente son parte de ella.

Las cosas no suceden porque van a suceder, sino porque ya sucedieron. Todo se repite. Ustedes, al igual que yo, estamos atrapados en un bucle temporal. No fuimos atrapados casualmente, ¿no crees que resulta algo obvio, de que fue a adrede?

La tecnología del presente, tan sólo es la sombra de la tecnología que ya fue y será. Cuando la humanidad alcanza un desarrollo tecnológico muy avanzado, nuevamente la humanidad es reseteada, y vuelve al principio de los tiempos, no sé con exactitud, cuantas veces ya ha ocurrido esto, pero me consta que han sido muchas veces.

No hay nada nuevo,
todo cuanto hay, ya era.

¿Dónde está la originalidad?
¿Dónde se ha ocultado lo nuevo?

Lo nuevo ya existe, ya existió...

Simplemente lo verán cuando sea manifestado a sus sentidos.
Siempre ha estado ahí.

Cualquier pensamiento, ya fue pensado,
cualquier idea que creas inventar,
Ya fue ideada por alguien más.

Las ideas, los pensamientos, los conocimientos, los avances científicos y tecnológicos, no les pertenecen, les preceden: son anteriores a ustedes, simplemente los redescubrieron, porque siempre han estado allí esperando ser encontrados.

No existe lo nuevo. Todo está predestinado.

Cualquier idea que ustedes puedan intuir por medio de su intelecto, es un reflejo verdadero de una realidad coexistente. Ustedes sólo la reflejan. No existe lo falso. Toda cosa falsa es verdadera en otra dimensión, desconocida e inaccesible por el momento para ustedes.

Sus mentes son el enlace de todas las dimensiones. Los muertos no mueren, solo mueren para ustedes, siguen viviendo, pero en otro plano, igual que éste, mejor o peor. La fortuna, la desdicha, solo son dos estados de conciencia. Las emociones, los sentimientos, el amor, se sitúan por encima del bien y del mal. La fuerza cósmica lo equilibra todo, no es cuestión de ascender si haces lo correcto o desciende si haces lo indebido, eso es muy rebuscado, simplemente es cuestión de equilibrar las cosas en el universo. Si te fue bien, en otra dimensión te irá mal, te irá mejor o te irá peor, pero, nunca igual, porque no existen las dimensiones idénticas. Eso es justicia. Por eso existen personas enfermas y otras saludables, unos nacen ricos, otros, pobres, unos de una nacionalidad y luego de otra. Nadie permanece siendo el mismo o estando en el mismo estatus natural o social. Más adelante, te hablaré de esos destinos, de esas dimensiones. Te mostraré otra forma de concebir la muerte. Sencillamente.

En este mundo no existe la muerte, vista como la desaparición del ser; solo es una transformación del ser. Existen varias formas que se adquiere al morir; existen varios destinos y estados de existencia. —Explíquese mejor esa parte, que no la entiendo. —¿A qué parte se refiere, en específico?—A la muerte, por supuesto. —¿Qué pasa después de morir? 

Formas

Después de la muerte del cuerpo, el ser es libre para transmigrar, pero no a voluntad propia. El ser es un fragmento de energía inagotable que se esparce por todo el universo. Adquiere diversas formas físicas. El espíritu, al pasar a formar parte de una forma de vida diferente, pierde la conciencia de sí mismo, de quien fue en su vida anterior, o lo que fue. Esa conciencia no desaparece en lo absoluto, simplemente es almacenada, y redistribuida a otro ser similar. Esto se convierte en la conciencia dormida. En el caso del hombre, se le llama subconsciente. Ningún hombre que viva, vive sin albergar esa conciencia trascendental, de la cual, es que aprende por intuición. Ese espíritu, con la conciencia dormida, es el que da vida a las demás cosas. Puede ser parte de un animal, una planta, un elemento natural; como la tierra, el agua, el viento, el aire, el fuego... también puede ser un elemento químico, incluso, una inteligencia artificial. El espíritu adopta la forma que le corresponda según la asignación adjudicada. Nada ni nadie se pertenece a sí mismo, todos los procesos existenciales son controlados.

Estados de existencias

Quizás te estés preguntando: ¿Quién controla todo eso? Simplemente, yo la denomino: "La Gran Mente". Una mente de entre muchas. Vivimos en una de ellas. Esta es la creadora de todo lo existente, excepto, de nosotros, los dioses, que trascendemos esta realidad; nosotros venimos de más allá. Pero, al igual que ustedes, también somos parte de otra mente. Nosotros, los dioses, somos los únicos que gozamos del libre albedrío. Ustedes, los humanos, no son conscientes del control absoluto que hay en ustedes, una voluntad que los controla, desde sus acciones, hasta sus emociones y pensamientos; todo cuanto hacen, sienten o piensan, está programado. Esta mente es su universo, el cual, hasta ahora, les resulta infinito. Apenas están comenzando la era espacial, pues buscan desesperadamente conocer y explorar otros mundos. No solo pasarán cientos de años, sino miles de años, hasta que exploren todo el cosmos y descubran la verdad absoluta, la que no se encuentra en este mundo, por cuanto no pertenece a él, y yo te estoy comentando algo de ella. Esto que te estoy diciendo, para el hombre común, no es más que un desvarío, propio de los que sufren demencia. ¡Que gracioso! ¡Qué paradójico! Son los locos los que más se han acercado a la verdad. Pero, la palabra en sí, no tiene valor alguno, sin que dependa de quien la diga. Por eso, siempre se acercan más a la mentira y al engaño, del cual, sus gobernantes ya son expertos. Aquí vivimos dioses y hombres: haciéndonos pasar los primeros por los segundos. Aunque solo yo; condenado a vivir por siempre aquí, y ustedes por igual, aunque inconscientemente. Llegará el día en que despertaré sus conciencias dormidas, y sabrán lo que realmente son; lo que antaño fueron; su verdadera procedencia. 

Destinos

Existen varios destinos tras la muerte. A estos les denomino "Dimensiones". Cada dimensión es una realidad por sí misma. Este mundo, es una de esas innumerables dimensiones que están dentro de "La Gran Mente". A esto se le conoce como mundos paralelos, o realidades alternas. Te digo; en realidad existe un cielo y un infierno, pero no en el sentido cristiano; el uno y el otro, no son más que realidades alternas de este mismo mundo. Coexisten varios mundos en una misma dimensión, así como varias dimensiones en un mismo mundo. Al morir en tu mundo, puedes despertar en tu propio mundo, aunque en una época distinta, ya sea, una época pasada o futura, incluso, en la actual. También puedes despertar en otro mundo paralelo; uno donde todo es totalmente diferente a tu realidad, o a tus circunstancias actuales; u otro, donde tu realidad parece ser la misma, pero con ciertas diferencias. Sientes que hay cosas, como que no encajan del todo. En cuanto a los mundos paralelos, es aquí donde se cuaja la teoría del cielo y el infierno. El cielo es una mímesis de tu realidad, pero sin las cosas trágicas, molestas, desoladoras, vanas; es el mundo donde todos siempre están sonriendo, dando gracias por todo, pues no existe la mala fortuna, el fracaso, la partida de los seres queridos, el divorcio, la delincuencia... el mal, propiamente dicho. Todo allí es luz y armonía. Ese lugar no es así porque sí, eso tiene un alto precio, que desde luego, otros ya han pagado y todavía pagan. Es el producto de una balanza de equivalencia; mientras ahí se ríe, en otro se llora; ahí se es feliz, en otro se es triste. Son como los polos de la tierra; mientras un polo cae en la oscuridad permanente por varios meses, en el otro polo, al otro extremo, se vive en un día interminable, pues la noche desaparece por ese mismo tiempo. En ese orden, llamemos a ambos extremos: Positivo y Negativo. En una escala valorativa, el positivo sería 100; el negativo, entonces sería 0, y el punto medio, lógicamente, 50. Mientras más cerca esté un mundo alterno a uno de estos extremos, mayor será su incidencia en sus efectos. Este mundo está, aproximadamente, ubicado en el puesto 65. Siempre existe la posibilidad de que un suceso haya sido peor, o mejor. Esta, tu realidad, obviamente, es más cielo que infierno.