Estamos en el cosmo. Todo cuanto nos rodea se entiende que es el cosmo. Es gracioso que sólo lo aplican en el ámbito físico y material. El universo es inmenso. No importa por dónde lo midan, nunca encontrarán sus límites. Él no deja de expandirse. Limita con lo ilimitado. ¿Cómo se le puede encontrar límites a lo ilimitado? Si tiene límites, entonces yo soy su límite, y si yo soy su límite, ¿quién lo será de mí? ¿Quién lo será de ese después de mi, y así sucesivamente? Se supone que tú percibes el mundo según tu condición de humano. La humanidad interpreta la realidad según su condición. Eso es innegable. ¿Significa eso qué las cosas son como las perciben ustedes? De ninguna manera. Entonces, ¿cómo son las cosas en sí? ¿Tienen forma? ¿Tienen tamaño, color, textura o fragancia? Lamento decir que son percepciones sensoriales, propias del ser humano. Es ahí donde radica la imposibilidad del ser humano para dar con la verdad. Le resulta a ustedes, un fin inalcanzable, un ideal irrealizable. Quizás te estés preguntando: ¿Qué es la verdad? ¿Cómo puedo conocerla? ¿Es posible entenderla si me la enseñan? ¿No es más fácil creer que alguien se atribuyó ser la verdad? Al menos, en algo tuvo razón: les mostró lo difícil que es entenderla. De un concepto, la llevó a la personificación. Es algo propio de los poetas. La gente suele amar la literatura ligera. Les encantan las historias bonitas y heroicas. Al decir que es la Verdad, confundió aún más a sus discípulos. Fue un buen gesto de su parte. Les habló conforme a la época, la cultura, su entendimiento terrenal, y en base a su condición limitada. ¿Si yo te dijera cuál es la verdad, tú me entenderías? —¿por qué no me pruebas, a ver? —dijo Kate, con cierto aire de confianza.
—¿Podrías entenderla sin hacer uso de tus sentidos, ni tampoco de tu razonamiento?
—dijo Lucifer con tono desafiante.
—Permítame intentarlo, por favor. Se lo suplico. Muéstremelo tal cual, que al menos algo debo ser capaz de captar.
—Pero si ya te la mostré, y ni siquiera te diste cuenta.
—Pero ¿cuándo lo hizo?
—Dijo Kate, un tanto desconcertada.—Pues lo acabo de hacer ahora.
—¿Ahora?
—Sí, ahora mismo.
—En verdad fui una ilusa al creer entender algo que me supera como ser humano. Ahora entiendo a qué se refería. No puedo ver sin la vista; no puedo escuchar sin oídos; sentir sin el tacto; oler sin olfato; degustar sin el gusto. En definitiva, no podemos hacer ningún tipo de razonamiento si estamos privados de nuestros sentidos.
—Incluso, el tiempo, el movimiento, la distancia y el clima sólo existen en su forma de percibir la realidad. Sólo existe para ustedes. Este es su propio mundo. Este es su cosmo. Ustedes son sus creadores auténticos y legítimos. Nada existe en este cosmo que no haya sido creado por ustedes. Todo lo han creado a imagen y semejanza de ustedes mismos. El ser humano es el Todo. No existe nada más allá de ustedes. Han creado a sus dioses, su filosofía, sus religiones, las ciencias, las artes, su historia: todas sus culturas. Antes de ustedes no hubo nada; después de ustedes, no habrá nada.
—Pero usted se está contradiciendo, a mí parecer. Anteriormente había dicho que fuimos creados por ustedes, los supuestos dioses, y que hemos sido esclavizados. Y qué prontamente seríamos liberados, que volveríamos a nuestro lugar de origen, a nuestro hogar.
—Es que yo te hablo tomando en cuenta varios principios, recuerda que no es sólo uno. Te he hablado de varios, o mejor dicho, de varias realidades.
¿Acaso puede una hormiga percibir el desplazamiento de un automóvil? El hecho de que la hormiga no lo pueda percibir, no significa que no exista el automóvil. Eso es inconmensurable para el entendimiento de una hormiga. Son de mundos distintos. Están en el mismo lugar, pero en diferentes planos existenciales. Así también, dicha hormiga no puede percatarse de la existencia de otras tantas especies, que les resultan absurdamente increíbles, cómo sería el caso de los seres humanos y otros seres vivos del reino animal. Cada uno distinto del otro, tanto en apariencia cómo en destreza. Aunque la hormiga no percibe a los demás seres vivos, que le superan por mucho, sí pueden sentir las consecuencias de éstos. Siempre y cuando no sean tan superiores a ellas. Sólo van a percibir lo que más se acerca a su realidad. Los demás les resultamos invisibles. Por más que se esfuercen a entender los fenómenos inexplicables, de los cuales sólo perciben los reflejos, nunca podrían entenderlos. Es algo que les supera. Así mismo también los seres humanos. No están solos en este mundo. De ahí el término "dimensión". Esos otros seres habitan en otra dimensión. Ustedes no los pueden percibir. Ellos sí a ustedes, si se toman la molestia de observarlos minuciosamente, así cómo ustedes lo hacen con las hormigas y otras especies inferiores. Las analizan, las estudian, pero no las tienen presente en su diario vivir. ¿Saben qué produce los temblores de tierra y los terremotos? ¿De dónde vienen los relámpagos y los truenos? ¿De dónde proviene el viento? ¿Qué causa los huracanes? ¿Qué produce las erupciones volcánicas? ¿Qué provoca los maremotos, el tsunami, la tormenta eléctrica, el deslizamiento de tierra,etc.? ¿Por qué se enferman? ¿De dónde provienen las bacterias y los virus? ¿Qué les provoca la muerte? ¿No son las respuestas a esos fenómenos, de naturaleza humana? Sólo pueden determinar el fenómeno en sí, pero no lo que lo causa. La ciencia de ustedes, sólo se limita hasta dónde llega el alcance de entendimiento de sus creadores, es decir, del ser humano. Sólo pueden estudiar los efectos del fenómeno, exclusivamente lo concerniente al impacto con que se manifiesta en su realidad. Si yo te abriera los ojos, entonces ¿podrías ver el mundo y todo lo que lo habita? De ninguna manera. Para poder hacerlo, tendrías que dejar de ser humano. Y una vez que dejes de ser humano, no podrías comunicárselo a los demás seres humanos; no serían capaces de verte, ni siquiera. Ahora puedes entender lo que es tener ojos y no poder ver; tener oídos, y no poder escuchar; tener tacto, y no poder tocar; tener gusto, y no poder degustar; tener olfato; y no poder oler; tener razonamiento, y no poder entender.
—¿De qué nos sirven los sentidos, si no podemos conocer lo de afuera? —Exclamó Kate, un tanto decepcionada.
—Lamento decírtelo, pero sólo pueden ser usados en tu mundo. Esos sentidos se han moldeado y perfeccionado a imagen de tu humanidad. Existen muchos mundos, pero sólo pueden percibir los que les son inferiores. Así cómo les resultan mucho la diversidad de especies inferiores, de igual manera son las superiores. Existen muchos mundos dentro de este; muchos que no pueden percibir; muchos fuera de este; muchos que no pueden imaginar. ¡Te imaginas que tu mundo fuera un granito de arena en la playa!¡Qué vasto resulta el cosmo! ¿Te puedes imaginar el límite del cosmo? ¿Alguna vez has pensado que este universo está dentro del mundo cuántico? ¿Te imaginas lo colosal que serían las especies superiores? Cada una más grande que la anterior. ¿Ves cuán limitado es el conocimiento humano? ¿Comprendes lo vulnerable que son ante cualquier fenómeno exterior? Lo que aquí se percibe cómo un milenio, allí fuera tan sólo es un segundo.
ESTÁS LEYENDO
Lucifer: ¿Enemigo o libertador?
SpiritualLucifer tiene un propósito único con la humanidad, y jamás se dará por vencido hasta lograrlo. Es un luchador incansable. Su lucha terminará causando la destrucción del mundo.