𝑪𝑹𝒀𝑺𝑻𝑨𝑳 𝑻𝑬𝑨𝑹𝑺 // 𝑺𝑶𝑶𝑱𝑼𝑵

𝑭𝑰𝑵

Ambos llegaron al hospital y Beomgyu llamó a sus padres, avisándoles que él ya estaba allí y que no debían preocuparse por nada.

Beomgyu salió del hospital cuando este comenzó a traerle abrumadores recuerdos, por lo que decidió permanecer fuera.

Soobin seguía dentro de aquella sala de espera, sin saber qué hacer.

Seguían pasando los segundos y por alguna extraña razón, Soobin sentía que su alma estaba siendo desgarrada en miles de pedazos, estaba sudando y comenzando a llorar. Su corazón estaba latiendo demasiado rápido.

Una enfermera se percató de esto y sentó a Soobin en una silla.

—¿Qué sucede joven? — Pregunta la chica y Soobin dirige sus ojos hacia ella. Choi respira profundamente y parpadea un par de veces.

—Mi-mi Omega, ¿Está bien? — Pregunta Choi entrecortado y la enfermera eleva una ceja, sin saber qué responder.

—¿A qué se refiere? — Pregunta la chica y Choi se siente enfermo. No comprende porqué, pero comienza a sentirse apagado.

¿Algo le había ocurrido a Yeonjun?

¿Por qué él sentía aquello?

¿Acaso... Yeonjun estaba muriendo?

Aunque los alfas no tienen mayores síntomas de la pérdida de la pareja destinada, podían llegar a sentir lo mismo del Omega, sólo en casos extremos.

Como lo era la muerte.

La pérdida de tu otra mitad.

Soobin no podía imaginarse un mundo sin Yeonjun, un mundo sin aquella preciosa sonrisa. Sin aquellos pomposos labios.

No.

Soobin no podría vivir sin Yeonjun.

Tiene que saber lo que está sucediendo.

—Park Yeonjun. Mi Omega, ¿Dónde está? — Habla el alfa de manera impotente.

—¿Habla del joven que entró a emergencias?

—Sí. No, No sé. — Suelta Soobin realmente frustrado. La enfermera acaricia su hombro haciendo una mueca.

—Señor. El joven está en cuidados intensivos, no está en un buen estado, según lo que sé. Su cuerpo muestra signos de un lazo roto. Aparte de haber tenido una pequeña conmoción cerebral. -El corazón de Soobin se detiene y pasa saliva. —Pero, ¿Quiere ir a verlo?

Choi asiente y la enfermera sonríe.

Ambos caminan a través del pasillo y la enfermera dice a Soobin.

—El joven estaba con Huening Kai en el momento del accidente. Ambos llevaban una tarjeta de identificación por lo que fue fácil reconocerlos.

Soobin agradece a ello y entra a la habitación.

Sus ojos comienzan a picar, cuando ve a Yeonjun recostado sobre la cama blanca.

Los ojos del Omega se encuentran cerrados, mientras la brisa entra por las ventanas, haciéndolo ver aún más precioso.

Cómo un bello ángel.

La enfermera deja a Soobin en la habitación mientras llama al médico que atiende a Yeonjun, por lo que se queda junto al Omega por unos largos minutos.

—Hola, amor. -Suelta con una voz cálida. —Sé que no merezco llamarte de esa manera, pero tengo que. Por favor, no mueras, mi vida. Prometo ser el mejor alfa, prometo cuidarte, amarte y estar a tu lado, pero no te vayas... Soy demasiado egoísta por decir esto, pero te amo. Te mereces un mejor alfa, te mereces a alguien mejor que yo. Por eso vive para encontrar a ese alguien, descubrí una manera para que tu vivas, pero... No te vayas.

El alfa suelta un suspiro tembloroso y besa la frente del Omega.

Soobin cierra los ojos deseando que todo fuera un sueño.

Tras unos segundos de esta manera, Choi siente unas caricias en sus mejillas y abre los ojos con sorpresa.

La dulce voz de Yeonjun retumba por la habitación.

—Creo que me gusta la idea de morir por algún accidente, que morir literalmente por amor. -Sonríe el Omega hacia Soobin y suelta una amarga risa.

Choi quiere llamar a la enfermera para avisarle que Yeonjun ha despertado, pero antes de poder levantarse, Yeonjun lo retiene con pocas fuerzas.

—Si esto es mi imaginación, quédate un poco más. -Pide.

Choi asiente y se recuesta junto a Yeonjun, repartiendo besos en la frente hacia el pequeño Omega.

Yeonjun cierra los ojos y de pronto la máquina deja de sonar. Demostrando que su corazón había dejado de latir.

Soobin comienza a llorar y entre suspiros llama a la enfermera.