Devil Boss - BrightWin

CAPITULO 32

Al planear una luna de miel perfecta, lo principal es la ubicación, la ubicación y la ubicación. Así que por supuesto, yo quería elegir dónde iríamos en nuestra luna de miel, pero no pude decir que no cuando Bright insistió en llevarme a un lugar especial. No pude decir que no.

-Um, ¿amor? -Sonreí, poniendo mis manos sobre mis ojos para mirar las montañas. ¡Eran hermosas!

- ¿Sí cariño? -Él tosió y dio un paso atrás.

-Este no es el lugar donde se supone que debemos estar. -Justo cuando dijo eso, el autobús que nos había llevado desde el aeropuerto a... donde sea que estuviésemos ahora, se puso en marcha.

- ¿Qué quieres decir?

-Nuestros pasajes eran para Fiji, no Suiza. Subimos al avión equivocado. -Nos subimos en el avión equivocado...

-Oh, eso es interesante. Bueno, arréglalo.

- ¿Eh?

- ¿Eh? Estoy hablando tailandés, ¿no? Dije que lo arreglaras. Llévanos a Fiji o algo así. -Se aclaró la garganta y cambió el peso de un pie al otro.

-No sé nada sobre Suiza, así que no puedo arreglarlo de inmediato. Sólo espera un segundo. -Una ráfaga de viento particularmente fuerte voló la parte trasera de mi camisa haciendo casi que me doblara. Genial, no tengo una chaqueta de invierno o botas. Estupendo. Me paré y lo vi hacer un par llamada, antes de que finalmente llegara un auto. Me sonrió tímidamente, obviamente consciente de la gravedad de su metida de pata. El auto nos llevó a un hotel rural que tenía una especie de cartel torcido.

-Esto tiene que ser una broma

-Lo siento, mi vida. -Me miró y parecía un perrito mojado. Bueno, tal vez no debería yo no debería ser tan idiota al respecto. Sonreí y le di un beso en la mejilla.

-Está bien, amor. Estoy seguro de que es mejor por dentro. -Nótese, optimismo. Nos bajamos del auto y llevamos nuestro equipaje adentro. El vestíbulo olía a pescado y a pies. Una señora, muy rubia y alta, nos sonrió.

-Bienvenido a Coco Inn. ¿Cuántas habitaciones? -Miré a Bright que parecía tan confundido como yo.

-Um, una habitación, por favor. -Usó inglés y afortunadamente ella entendió y aceptó la tarjeta de crédito de Bright. Nuestra habitación estaba en el segundo piso y era la última habitación al final del pasillo. Mientras pasábamos por las otras puertas, se podían oír sonido obvios de que estaban haciendo el amor. Bright se puso rojo mientras pasaba la tarjeta. La puerta se abrió revelando un cuarto de baño a la izquierda, un armario y una cama pequeña en el medio de la habitación.

-Bueno, esto es...

-Esto es horrible. Win, lo siento mucho. -Negué con la cabeza y le di una palmada en la espalda.

-No te preocupes por eso. Vamos a aguantar hasta que podamos conseguir un avión que nos saque de aquí. Vanos, vamos a instalarnos. -Puse mis bolsos en el suelo a los pies de la cama. Cuando los dejé, sentí un sonido de algo aplastándose. ¿Qué demonios? Lo levanté y vi un condón usado que estaba debajo de mi maleta. Bueno, esto es jodidamente fantástico.

-Amor, ¿tienes algún desinfectante de manos que pueda usar? -Por supuesto que tenía. Cuando él no contestó me di la vuelta a buscarlo.

-Amor, ¿dónde estás?

-Y-yo... A-a-aquí. -Me asomé al baño y él estaba de pie en la parte superior del inodoro agarrando su bolso contra su pecho.

- ¿Qué estás haciendo ahí arriba? -Señaló con un dedo tembloroso el lavamos antes de gritar un poco. Miré el lavamanos y una cucaracha me estaba mirando.