4- Señuelo

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Encontré la forma de disipar la oscuridad, Me refiero a la oscuridad que reside en el alma de cierta persona, comprometiendo la fuerza que necesita para vivir como una persona.

─ Yuukoku no Moriarty

N/a: Las palabras que sean en el idioma de la protagonista, serán en negrilla.

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Los días habían transcurrido más rápido de lo esperado. Juliet ya tenía dos días en la mansión de aquel conde, encerrada en la habitación bajo llave y candado. Todos los días, llegaba una mucama a entregarle algo de comer durante las mañanas, las tardes y las noches. Pero aquella joven, que ahora era considerada una "paloma mensajera", siempre estaba en la misma posición, sus piernas recogidas y su cabeza apoyada entre estas. Tanto fue el desespero del Conde Enders por entender la situación de su "invitada", que decidió conseguir al traductor, que uno de sus empleados menciono una vez, Louis James Moriarty.

En menos de lo esperado, Louis llego a la mansión, directo a entablar una conversación con aquella joven. Sus pasos eran rápidos y estruendosos pero al estar frente a la puerta de la habitación de la chica, detuvo sus pasos en seco y toco dos veces.

Una mucama lo recibió de manera muy cordial y al pasar por el lado le susurro;

─ No ha intentado huir en estos días...su comportamiento es extraño ─

Louis solo hizo un asentimiento con la cabeza.

─ Señorita, vengo por parte del señor de la mansión, vengo a preguntarle si necesita algún objeto o algo para satisfacer sus necesidades.

Juliet, por su parte, solo asintió y levanto la cabeza, cruzando miradas con aquellos inusuales ojos carmesí. Y por su mente cruzo el pensamiento de que a pesar de la belleza inusual de su mirada esta se veía afligida y vacía. Luego se encargó de hablar.

─ Habla mi idioma...─ soltó una risa ante lo estúpido que sonó su comentario─ Necesito tres cosas.

Louis solo se encargó de escucharla atentamente y dio una señal para que la chica siguiera.

Primero, Necesito un cuaderno u hojas.

Bien...

Segundo, necesito un bolígrafo, y también un lápiz─ pareció pensarlo y siguió─ y...necesito toallas sanitarias....

¿Disculpe? ─ Louis había quedado completamente sorprendido, ¿Qué diablos era eso?, ¿Se comía? ─ No existe tal cosa.

Ya veo...─ Quería explicar que era lo que necesitaba, pero no sabía cómo, aparentemente, esta época era muy conservadora.

¿Podría explicar que es eso?

De mi lugar natal...─ Balbuceo─ Así se le llama a lo que una mujer necesita durante...los días en los que tiene cambio...

Ahora sí, el joven de gafas estaba completamente perdido, ¿Acaso esa chica no sabía hablar bien?

No le logro entend─ Fue interrumpido.

Lo que una mujer necesita cuando esta menstruando, hombre. ─ Hablo lo suficientemente alto como para dejar un silencio incómodo. ─ Por si tampoco me entiende, es cuando una mujer sangra po─ El joven chico de cabellos rubios le tapó la boca para que no continuara.

Ya entendí ─ se notaba que estaba bastante avergonzado ─ Me encargare de traer a una mujer que sea apta para indicarle cualquier cosa.

Bien.

Después de ese "incomodo" momento, Louis se retiró de manera casi instantánea, dejando a Juliet sola en la habitación.

Espero que todo salga bien...

Tal vez, la joven dama, no era tan débil como muchos lo imaginaban. Los días que habían transcurrido le habían servido para elaborar un plan, aunque también para recordar algunas cosas. Como aquel dato que una vez tuvo que investigar para una asignatura...

"─ Hace un tiempo, las toallitas sanitarias se utilizaban para detener alguna hemorragia, no eran principalmente para la menstruación de la mujer...fue un invento para salvar vidas─ "

Tenía ese recuerdo marcado, por el simple hecho de que la mayoría de chicos de la clase no creían que un producto femenino colaborara con algo más que no fuera "eso", como le decían. Recibiendo burlas de sus compañeros durante más de una semana, le quedo algo marcado aquel recuerdo, así que esperaba que todo fuera de acuerdo al plan.

Las horas transcurrían, una a una, como si de granos de arena se tratasen; de la manera más lenta posible. Ya, con cuatro horas en espera, llego una señora. Su pelo parecía ser un copo de nieve, blanco cual paisaje de invierno, ojos grandes y una gran sonrisa. Se acercó lentamente a la cama donde la joven chica descansaba y saco un trozo de tela, que no era nada similar a lo que Juliet imaginaba. En ningún momento cruzaron palabras, tal vez porque no hablaban el mismo idioma o simplemente, el silencio que reinaba en la habitación era muy cómodo.

La señora antes de retirarse, dejo una libreta con un bolígrafo y ahí mismo, en la primera página, escribió una nota. Luego se retiró sin decir nada más.

Tal vez, después de todo, no eran malas todas las personas de este lugar. Solo...esperaba poder ayudar y no empeorar las cosas, sabía perfectamente que ese hombre no era de fiar; El conde Blitz, era un lobo disfrazado de cordero. Y ella se encargaría de demostrárselo al mundo.

Cobraría venganza por su libertad.

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Se que la protagonista por el momento, no tiene una personalidad, no hay mucha trama pero poco a poco   me encargare de que tome sentido...o lo edito otra vez, jajaja

Serendipia (William James Moriarty)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora