Serendipia: Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual.
Quizá podríamos decir que hay personas que se describen a la perfección con el término "serendipia". En mis términos, las personas serendipia (o personas casualidad) llegan e...
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Actualmente; los hermanos se encontraban dentro de la 'humilde' morada, una mansion que a decir verdad, tenia el espacio de una discoteca, era muy extravagante y exagerada.
- Me he tomado el atrevimiento de escoger el té que tomaremos.- Comento el asesino frente a ellos, con una sonrisa, mientras llamaba a la servidumbre.- Hannah, traiga un té de manzanilla...especial.
La mucama, con la cabeza baja y un remordimiento de conciencia, asintio.
"Otras victimas..." pensó, másno dijo nada.
Tras pasar unos cuantos minutos, la conversacion entre las presas y su cazador era nula, hasta el punto de que nadie hablaba y solo se escuchaban las respiraciones lentas y pesadas de los presentes. Más tiempo pasó y los forasteros intentaron admirar la decoración de la mansión, pero tenían algo de miedo, al diablo, pensaron y empezaron a juzgar con la mirada.
"Vaya que tiene presupuesto para malgastar." Opinaron mentalmente.
- Mi señor, ya esta lo que pidio - Llego la mucama otra vez, con un carrito donde estaban las vajillas.- con su permiso, lo servire.
La sirvienta era habil con las manos, pero todo esto era como un casino; todo se mueve a favor del que tenga más. Habian tres teteras sobre aquel carrito, una de agua caliente, otra del té puro y la ultima de agua fria.
Primera taza; agua caliente, te, y agua fria.
Segunda taza; agua caliente, te y agua fria.
Tercera taza; agua caliente y te.
Todo esto parecía sospechoso, ¿no es así?.
-Disculpe, ¿por que la ultima taza no tiene agua fria?.- Se atrevio a preguntar la chica, que a decir verdad, era un poco perspicaz.
-Oh, se ha dado cuenta, mademoiselle.- respondio con una sonrisa fingida, demasiado fingida.- Soy una persona que le gustan las bebidas calientes, cuando tienen agua fria, pierden gracia.
-Ya veo...
Sin decir nada mas, empezaron a beber el té, aquí empezaba el conteo; Diez, nueve...
- Sus gustos son muy buenos, tiene un sabor exquisito.- Hablo Hamlet, intentando romper el incomodo y sospechoso silencio que se había formado en la habitación desde hace rato.
Ocho, siete...
-Suelen decirmelo frecuentemente, soy un hombre de buenos gustos.- Alardeo el engreído.
Seis, cinco...
-Hannah, puede retirarse.
-La mucama solo levantó la mirada y miró a los invitados con lástima.- Si, mi señor.
Cuatro, tres...
- Este té, sabe completamente diferente a lo que he probado.- Hablo por segunda vez, el chico menor.- El sabor es único y extraordinario.
-Por eso he contratado a Hannah, es una chica torpe, pero el té, le queda excelente.
Dos...¡uno!.
-¿Podría mostrarme el baño?.- Pregunto Julieth con un pequeño mareo.
-No.
Infamedemonio con coraza humana, de bondad fingida y mirada maligna.
¿Pagaras tus pecados?.La muerte tomará lugar; el amo del crimen al vacío te empujará.
¿Verdad?.
Por otro lado, William estaba en su despacho, mirando a la nada misma, como lo había estado haciendo frecuentemente.
- Deberías dejar de lamentarte, Willy.-
-El mencionado sólo soltó un suspiro.- Es agotador, solo vienes a mi oficina a reprocharme todo el tiempo.
- oh, vamos, no seas tan exagerado. -
William solo hecho su cabeza para atrás, recargando su peso sobre la silla.
- En fin, ¿qué haces aquí?.
- Vengo a decirte algo; busca tu felicidad, busca un final feliz para este triste cuento, voy a cambiar el guión, tu devuelve las páginas y encárgate de tu final.
Eran palabras confusas para cualquiera, menos para William, sabía a la perfección que su acompañante, sabía algo que él no.
No desconfiaba, sentía que no debía hacerlo.
- ¡ah!, otra cosa, encárgate de la extranjera.
Era muy entrometido y William lo sabía, sabía que trataría de dañar sus planes para evitar aquel final, similar a una novela de Shakespeare, una demostración de que no todo es color de rosa.
Seras el villano, buscando ser héroe.
Ensuciaras tus manos.
¿Te lamentaras?.
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Aclaracion:
La protagonista, no habla Inglés, pero, aquel 'demonio', como yo lo describo, habla español y al ver que sus invitados hablan español, también lo hace, aunque su acento es algo raro. Y sus sirvientes también saben algo sobre español, ya que el noble tiene contactos en todo el país.
