Han pasado varios años desde que los chicos del hogar viajaron al futuro para evitar numerosas tragedias: la muerte de Paz, los secuestros de Luz y Alai, la muerte de Justina y para impedir que Simón se convirtiera en Jay. Sin embargo, al hacerlo, c...
Dicen que Dios creó el mundo en siete días... pero nadie imaginó que al crearlo también le diera vida a Eudamon, una isla hermosa donde todo es felicidad.
Aunque sentía que le faltaba algo más, así que envió su joya más preciada: su hija, la diosa Kiara, que no solo era admirada por su belleza y bondadoso corazón, sino por su fuerza y valentía y su habilidad al manejar sus armas para combatir a los enemigos.
Una niña aparece acercándose a la hermosa mujer de cabello rojo que se encontraba en un jardín lleno de flores.
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Diosa Kiara.
-Hola, hermosa, ¿qué te pasó? -preguntó Kiara.
-Ten... Esto es para ti... feliz décimo aniversario -dijo la niña.
-Gracias, hermosa, está muy lindo -respondió Kiara, aceptando el regalo y abrazándola.
Cinco segundos después, Kiara siguió su camino para encontrarse con Tic Tac en su cabaña. Cuando llegó, abrió la puerta y vio a Tic Tac sentado en un sofá, leyendo la historia de sus padres.
-¿En qué página vas, Tic Tac? -preguntó Kiara.
-En la página 199... ¿qué necesitas, Kiara? -respondió Tic Tac.
-Necesito que hablemos... sobre lo que va a pasar -dijo Kiara.
-No va a pasar nada, Kiara -respondió Tic Tac.
-Tic... sí va a pasar, está escrito... Oscuro me va a matar... pero... -dijo Kiara.
-¿Pero qué? -preguntó Tic Tac.
-Pero después de que yo me vaya de acá... necesito que tú y con la ayuda de Esperanza reúnan a los guardianes -dijo Kiara.
-Sí, a tus padres y a tus tíos... Y cuando pase eso y ellos cumplan su misión, Eudamon se encargará de dar mi alma como regalo a uno de ellos para que me críen como su hija -explicó Kiara, sentándose al lado de Tic Tac.
-¿Y cuál es tu verdadera misión...? Nunca lo has dicho -preguntó Tic Tac.
-Sí... antes de llegar acá, mi padre... Dios, me lo dijo. Mi misión es dejar que Oscuro me mate... pero antes tengo que dejarle una cicatriz... para que después, cuando nazca como la hija de uno de los guardianes, lo pueda reconocer -dijo Kiara.
-¿Y yo te voy a poder reconocer a ti? -preguntó Tic Tac.
-No lo sé... pero con el tiempo te darás cuenta -respondió Kiara.
