Capítulo 7

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-Yoohyeon, necesito saber como vas con el tema de volver a Bora a la normalidad-Minji miraba com los brazos cruzados a la menor

-Unnie, me encantaría decirte que ya casi está todo listo, pero es más demorado de lo que crees-en el rostro de la chica se notaba el cansancio y las grandes ojeraa bajó su rostro demostraban cuán poco ha estado descansando desde que inicio todo el tema de Bora pequeña-te juro que estoy haciendo lo mejor que puedo, pero para mi desgracia solo soy una persona y esto de crear antídotos no es algo que se pueda crear de la noche a la mañana y...

-Namu, ya tranquila-la mayor colocó un dedo sobre los labios de la más alta para callarla-no estoy apurándote para que termines, simplemente tenía curiosidad de saber como ibas-le sonrió dulcemente- y si te soy sincera, entre más demores, más puedo disfrutar de la pequeña Bora...Es demasiado tierna

-Lo sé-suspiró-aunque no creo que Siyeon Unnie piense lo mismo, después de todo si Bora Unnie es díficil de manejar de mayor no me imaginó cuando es más pequeña

-No te preocupes mucho por eso-la mayor se encogió de hombros-aunque no lo creas, Bora es una angelito cuando Siyeon está con ella-recordó la única vez que pudo cuidarla y como la pequeña castaña lo único que deseaba era a su 'lobito' cerca-eso sí, ni se te ocurra intentar alejarla de ella. Mis oídos aun pitaban luego de haberla dejado con Siyeon, la niña tiene buenos pulmones

-No lo dudo, después de todo es Bora Unnie de quien estamos hablando-la menor se encogió de hombros-Bien, si me disculpas iré a continuar en como resolver el embrollo que me he metido. Te veo luego

-Espera un momento-la mayor la jaló de la manga de la bata que llevaba puesta para evitar que se fuera-¿No crees que es justo que descanses un poco? Tienes unas ojeras terribles

-Gracias por recordarme lo obvio cariño-rodó los ojos-además no puedo descansar, si lo hago de seguro Siyeon Unnie me cuelga. Debe extrañar bastante a Bora Unnie

-Créeme que Siyeon no te hará nada-la mayor la abrazó-primero porque no lo permitiría y segundo...-sonrió con complicidad-porque algo me dice que nuestra querida lobito disfruta de poder cuidar a la pequeña Bora

-sonrió con complicidad-porque algo me dice que nuestra querida lobito disfruta de poder cuidar a la pequeña Bora

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-Libre soy, libre soy...-la niña cantaba en voz baja mientras coloreaba los dibujos que recién había hecho

-¿Qué haces cielo?-la rubia se posicionó detrás de la silla de la castaña y observó lo que la pequeña estaba haciendo

-ibujo-le mostró su obra a la mayor que tan atinó a sonreír enternecida

-¿Esa es la princesa que vimos en la película de ayer?-preguntó apoyando su mentón sobre sus brazos apoyados sobre el respaldo de la silla

-Elsa-respondió con aquella sonrisa que cautivaba aun más a la rubia

-Veo que eres buena recordando nombres-soltó una pequeña risita-¿Y dónde quieres colocar a Elsa cariño?

-Oficina lobito-respondió sin titubear

-¿Quieres ponerla en mi oficina?-preguntó aun sabiendo la respuesta, la castaña asintió-esta bien, mañana veremos en que lugar la pondremos

-¡Shi!-exclamó con alegría haciendo reír a la mayor

-Sé que quieres terminar de colorear tu dibujo cielo, pero ¿No quieres ir a comer un helado y luego ir al parque?-le preguntó esta vez colocándose frente a la menor

-¡Shi, helao!-Bora dejó inmediatamente los colores de lado y se bajó de su asiento para tomar la mano de la rubia-vamos lobito, vamos, vamos, vamos

-Espera cielo-la rubia frenó la insistencia de la menor-primero debes cambiarte de ropa, no querrás salir con tu pijama puesta aun ¿O si?

-Um no-hizo un leve puchero-primero cambiar ropa antes del helao

-Eso es cariño-le sonrió-ve al cuarto para que te cambies, tu ropa está sobre la cama. Yo te estaré esperando aquí

-Eta bien-la pequeña corrió hacia el cuarto para cumplir con lo dicho por la más alta

-No corras que puedes caerte-le advirtió, pero sabía que la menor ni atención le había prestado

La rubia suspiró y sacó su teléfono para verificar que mensajes podría tener para contestarlos y dedicarse a pasar tiempo con la pequeña castaña.

-Lobito-la rubia levantó la mirada de la pantalla de su teléfono para observar a la castaña que ya se hallaba vestida con la ropa que le había dejado-ayuda

-¿En qué necesitas ayuda cielo?-le preguntó dejando su celular de lado

-Zapato-señaló sus zapatos que se hallaban desatados

-¿Quieres que te amarre los cordones cielo?-la castaña asintió con un puchero-está bien cielo

La rubia se agachó para poder amarrar los cordones de ambos zapatos de la castaña, apenas lo hizo levantó su rostro y le sonrió a la pequeña antes de darle un casto beso en su frente.

-Bien cielo, ahora si podemos ir por tu helado-le dijo mientras se levantaba de su asiento y caminaba hacia la puerta principal de la vivienda siendo seguida por la más pequeña

-Lobito-la castaña jaló el pantalón de la más alta con suavidad llamando a su atención

-¿Qué pasa cielo?-volteó a mirarla

La única respuesta de la menor fue estirar sus bracitos en dirección a la más alta, la cual no tardó mucho en captar el mensaje.

-Sabes que puedes caminar por tu cuenta ¿no?-levantó una ceja divertida

-Lobitoooooooo-alargó la última letra con cierta molestia

-Esta bien cariño, ven-la rubia se agachó para poder tomarla en brazos, la castaña aplaudió feliz-eres muy mimada, ¿lo sabías?

-No-mintió seguido de una pequeña risita que tan solo hizo rodar los ojos a la más alta

A mi cuidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora