Capítulo 2

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Al día siguiente Siyeon y la pequeña Bora se hallaban de compras, tanto para conseguir ropa para la castaña como para conseguir comida. Bora podía caminar pero prefirió que la más alta la cargara sobre sus hombros, la rubia no se pudo negar al ver la carita de ilusión que tenía la niña.

-Bien cielo, tú elegirás lo que más te guste ¿Bien?-Siyeon iba a bajar a la más pequeña de sus hombros pero esta se aferró con sus manitas al rostro de la mayor

-No-la castaña se negaba a despegarse de la rubia

-Cielo, si voy a comprarte tu ropa voy a necesitar que te la pruebes-trató de convencerla, pero la pequeña parecía no ceder-cariño...

-No, me guta aquí-se rehusaba a bajarse

-Veo que la terquedad viene desde niña-la rubia suspiró-bien, en ese caso tendré yo que elegirte tu ropa

Fueron aproximadamente más de 10 minutos en los que Siyeon pudo elegir la ropa de su pequeña esposa, ya que esta se quejaba cada que la rubia cogía algo que no era de su total agrado.

-Por eso te dije que lo eligieras tú-la mayor miró como pudo a la castaña que tan solo sonreía inocente-esa sonrisa oculta muchas maldades niña

Bora tan solo soltó una ruidosa risa que inevitablemente hizo reír también a la rubia.

-Esa-su risa se detuvo al ver cierta camisa que llamó su atención, por lo cual la señaló con su dedito captando la atención de la mayor-lobito

La rubia miró la camisa que señalaba y sonrió ante la ternura que le causaban las elecciones de la pequeña. Era una camisa color azul claro que en el medio tenía la silueta de un lobo aullándole a la luna.

-No te voy a negar que a mi también me gusta, pero para tu desgracia cariño no es de tu talla-le dijo mientras miraba la etiqueta de la camisa-te quedaría grande

-Quielo esa-poco le importaba la explicación de la mayor

-Pero mi amor, no te sirve-trató de hacerla entrar en razón

-Quielo esa-insistió haciendo berrinche

-Bien, bien, la llevaré-se rindió ante la niña, de nuevo-eres muy manipuladora, sabes

La respuesta de la pequeña fue carcajearse mientras golpeaba levemente las mejillas de la chica, Siyeon solo cerró sus ojos con cansancio.

-Veo que ahora tienes el triple de energía que tenías antes-la rubia puso la nueva elección de la castaña dentro del carrito y se dispuso a caminar en dirección a las cajas registradoras-bien cielo, pagaré esto para que volvamos a casa, ¿bien?

-Shi-respondió alegre

-¡Bora, ven aquí!-Siyeon se hallaba corriendo tras la pequeña que reía ruidosamente mientras se encontraba apenas en pañal-¡Tienes que bañarte!

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-¡Bora, ven aquí!-Siyeon se hallaba corriendo tras la pequeña que reía ruidosamente mientras se encontraba apenas en pañal-¡Tienes que bañarte!

La castaña ignoraba los gritos de Siyeon mientras continuaba huyendo de ella mientras en su mano sostenía una pequeña ave de plástico que la rubia le había comprado antes de volver a casa. La pequeña estaba tan concentrada en reír y evitar a la rubia que sin darse cuenta tropezó con sus propios pies y cayó al suelo de cara y soltando al jueguete que traía en sus manos.

-¡Bora!-la mayor se acercó con rapidez al cuerpecito de la niña que reposaba en el piso

La pequeña Bora no tardó en soltar el primer chillido apenas Siyeon la tomó en brazos.

-Cielo...-la rubia observó la frente roja de la pequeña e inmediatamente pasó suavemente para tratar de alivianar el dolor-tranquila cariño, yo estoy contigo

Dio varios besos cortos en la frente la pequeña hasta que comenzara a calmarse; los sollozos de la castaña se fueron convirtiendo poco a poco en hipidos suaves que indicaban que la más pequeña comenzaba a tranquilizarse.

-¿Mejor cielo?-preguntó dándole una pequeña sonrisa

-Avecita...-buscaba con la mirada su juguete, el cual Siyeon tomó del suelo para dársela

-Aquí está tu avecita mi amor-le dijo sin dejar de acariciar la zona roja en el rostro de la niña-¿Te siente mejor?

-Shi-le respondió tiernamente logrando hacer suspirar a Siyeon enamorada

-Eres adorable-le dio un corto toque en la nariz, Bora colocó una de sus manos sobre los labios de Siyeon confundiendo a la más alta-¿Cielo?

-Esito-fue lo que dijo

-¿Esito? ¿Qué quieres decir cariño?-preguntó aprovechando para morder suavemente uno de los deditos de la menor

-Noooo...Eso no-la castaña frunció el entrecejo tiernamente-quielo esitos

La pequeña estiró sus labios e inclinó su cabeza hacia la mayor tratando de mostrarle de una forma más gráfica lo que quería.

-Oh, ¿Quieres que te de besitos?-preguntó sonriendo ante las acciones de la pequeña-esta bien, te daré todos los que quieras

Repartió varios besos cortos por el rostro de la pequeña mientras esta reía feliz de recibir lo que quería, Siyeon también reía feliz de escuchar la tierna y hermosa risa de su pequeña castaña.

-Bien cariño, luego de haberte dado lo que querías es momento de que tú me obedezcas y vengas conmigo para bañarte para poder ponerte tu nueva pijama-le dijo mientras la miraba con un pequeño brillo en sus ojos

-Noooooooo....Esitos-era lo único que le importaba en ese momento

-Te los daré si dejas que te bañe-le respondió

-No-se quejó con molestia

-Así no quieras, lo haré porque ya te atrapé-se burló mientras que caminaba con la pequeña en brazos hacia el baño

-Noooooo-colocó sus manitos sobre el rostro de la mayor y se removió en los brazos de la mayor tratando de soltarse

-Perdiste cariño, ya es tarde-le sonrió mientras ingresaba al baño con la niña en brazos

A mi cuidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora