𝐕𝐈𝐈

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┌ 

/𝟎𝟎𝟕/
𝐒 𝐈 𝐍  𝐑 𝐄 𝐓 𝐎 𝐑 𝐍 𝐎

Las mariposas no dejaban de revolotear

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Las mariposas no dejaban de revolotear.

La conocía desde hacía años y, aun así, no pasaba un solo momento en el que no se quedara sin aliento y, a la vez, lleno de vida. Cuando los dos se quedaban solos, ella lo llevaba a una dimensión completamente diferente, le hacía sentirse completo.

Sus pensamientos se interrumpieron cuando las manos de ella se aferraron a las suyas, tirando de él y haciéndole girar. A veces, Itachi se preguntaba qué pasaba por su cabeza. ¿Cómo podía sonreír así, como si todo en el mundo fuera color de rosa? Tenía tanto miedo... tanto maldito miedo de que un día el mundo se volviera contra ellos, tanto miedo de perderla. Era inevitable, e Itachi lo sabía muy bien.

─¿Qué ocurre?─

Murmuró la chica mientras rozaba con sus pies descalzos la verde hierba y sus manos se extendían hacia el cielo como si intentara tocarlo. Su cuerpo se movía al compás de la brisa veraniega que hacía girar el kimono que llevaba.

Cuando bailó como un hada en los campos de flores, Itachi se quedó sin habla. No importaba nada más en el mundo porque ella estaba aquí. Estar a su lado, era todo lo que necesitaba.

─Si nos conociéramos en otra vida, en otra dimensión o en otro mundo, me pregunto si podríamos seguir compartiendo momentos como estos─

Sus mejillas y orejas empezaron a arder ─Estás diciendo tonterías, ven a bailar conmigo-─

La muchacha se quedó a media frase tras tropezar con sus propios pies; dos pares de piernas se enredaron entre sí y cayeron al suelo. Itachi la miró desde abajo, con la hierba haciéndole cosquillas en las mejillas. Por primera vez en su vida, sintió algo nuevo bajo su piel. Como una llama encendida de repente, ardía y ardía hasta que quedó en un estado en el que las mariposas en su estómago se habían convertido en feroces dragones fuera de control.

Tal vez fuera el aire, o el calor del verano que le producían ese efecto, pero, Itachi sentía algo más.

Tenía ganas de besarla.

Quería moldear sus labios contra los de ella, probar el sabor de su boca.

Unos tonos carmesies aparecieron en las mejillas de ambos mientras el cielo se reflejaba en sus ojos.

Después de todos estos años, Itachi se había dado cuenta de una cosa. Se había enamorado, y ya no había vuelta atrás.

 Se había enamorado, y ya no había vuelta atrás

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➛ 𝐒𝐔𝐌𝐌𝐄𝐑 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌 ||  ➵ ᴜ. ɪᴛᴀᴄʜɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora