Carl despertó con un fuerte dolor de cabeza punzante, todo se veía borroso y oscuro a excepción de una muy nítida luz en algun lugar pero realmente está no ayudaba pues apenas lograba ver más allá de sus narices. Con dificultad se levantó de la cama tambaleándose, el piso estaba jodidamente frío y el ambiente era lúgubre
-¿Que tan grande es este lugar? ¿Dónde mierda está el interruptor?- susurro mientras daba cortos pasos lentos, no sabía bien dónde estaba así que no debía precipitarse a ir corriendo
No pasó mucho tiempo para que el final de su recorrido llegará pues inevitablemente se topó con algunos barrotes de metal que parecían ser de alguna especie de celda
-¡¿Que mierda es esto?! ¿Realmente cumplió lo que dijo?- de nuevo aquel sentimiento familiar de miedo, ya no sabía que esperar y mucho menos sabía cuáles eran los límites que lapin estaba dispuesto a cruzar, con dificultad Carl avanzó paralelo a la pared de barrotes hasta llegar a la puerta la cual, lógicamente, tenía varios candados para asegurar que no saliera -ese imbécil... ¡Lapin, muestrate!- exclamó Carl sujetando con ambas manos los barrotes -¡No puedes tenerme aquí para siempre!-
Después de un breve silencio una nítida luz cálida se dejó ver desde lo que parecía una puerta. Lapin la atravezo con tranquilidad y una sonrisa en el rostro bastante extraña pues aquella sonrisa no era la típica de él, está era más... Tétrica
-¿Sabes? Pasé tres años haciendo esta jaula... Desde el forjado hasta el ensamble y pintado, me asegure de que la pintura no fuera tóxica a demás de decorar también la habitación en la que te encuentras- dijo el albino mientras se acercaba a una de las paredes tocando con delicadeza las rososas dibujadas sobre esta -estas rosas... Todas y cada una de ellas las pinte a mano, todas tienen detalles diferentes y únicos... Algunas tienen espinas, otras aún no florecen y otras están marchitas-
-¿De que mierda se trata esto? No puedes tenerme aquí siempre ¿Donde dejaste mis cosas y mi teléfono?- pregunto Carl, incrédulo, aún no asimilaba la gravedad de su situación pues pensaba que todo eso era solo una manera extraña de manipularlo y que lo dejaría ir en cualquier momento
-Ummm... Creo que lo perdí en el camino... Igual no hay señal aquí- dijo con indiferencia apartándose de la pared y acercándose hacia los barrotes para ver de cerca al mayor, la luz de la lámpara de gas que llevaba lapin apenas iluminaba sus rostros
-¡¿Dónde mierda estamos?!- gritó Carl golpeando con las manos los barrotes que estaba agarrando momentos antes, quería saber si tenía alguna oportunidad de escapar
-Shh... Escucha eso- lapin se puso la mano cerca del oído mientras cerraba los ojos y se mecía de un lado a otro cambiando su soporte de una pierna a otra -¿Escuchas eso? El sonido de las olas rompiendo la una contra la otra ¿Puedes sentir el movimiento de la marea llevándonos a la deriva?-
Aesop permaneció en silencio... Oficialmente estaba jodido
-por tu cara debo adivinar que ya sabes dónde estamos... Estamos en un bote a mitad del oceano, hace un tiempo increíble, el viento ha roto la vela y las olas golpean con fuerza el bote- dijo con una sonrisa extendiendo su mano hacia la jaula donde se encontraba el contrario -¡Jamas volveremos y no tendremos que toparmos con todos los que nos hacen estorbo!-
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࿙۩༐𝔏𝔞𝔭𝔦𝔫 𝔖𝔢𝔭𝔥𝔠𝔞𝔯𝔩༐۩࿚
Fanfiction"¿𝓟𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓭𝓮𝓫𝓮𝓻𝓲́𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓯𝓲𝓪𝓻 𝓮𝓷 𝓽𝓲?" 𝓽𝓮𝓬𝓵𝓮𝓸́ 𝓒𝓪𝓻𝓵 𝓬𝓸𝓷 𝓻𝓪𝓹𝓲𝓭𝓮𝔃, 𝓹𝓸𝓭𝓲́𝓪 𝓼𝓮𝓷𝓽𝓲𝓻 𝓵𝓪𝓼 𝓯𝓻𝓲́𝓪𝓼 𝓰𝓸𝓽𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓼𝓾𝓭𝓸𝓻 𝓻𝓮𝓬𝓸𝓻𝓻𝓮𝓻 𝓼𝓾 𝓯𝓻𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓪𝔂𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓹𝓸𝓻 𝓼𝓾𝓼 𝓶𝓮𝓳𝓲𝓵...