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༺XXII༻

Cuando Carl cruzó las puertas de aquel bar lo primero que pudo ver fue a su novia con una de sus amigas y frente a ellas... Joseph el cual simplemente miraba hacia la ventana ageno a lo que las contrarias estaban hablando. Al parecer Vera hablaba en serio al invitarlo a salir con ellos

-¡Carl!- rápidamente la expresión seria y fría de Joseph cambió a su típica y tierna sonrisa al ver a Carl por el reflejo de la ventana

-llegaste- Aesop sonrió y se dispuso a sentarse junto a Joseph pero su novia lo detuvo tomándolo del brazo

-¡Bebé!- Vera jalo al chico del brazo obligandolo a sentarse junto a ella -Emma y yo le contábamos a Joseph un par de anécdotas de la escuela- dijo la castaña tomando el brazo izquierdo de Carl aferrándose a este -Pero, realmente creo que no le interesa-

-ya, dejen de molestarlo ustedes dos- Aesop le dio un beso en la mejilla a la chica y luego miró a Joseph -Deberias hacer los deberes, aún estás estudiando ¿Porque pierdes el tiempo en esto? ¿Vale la pena?- Carl soltó un suspiro, no entendía porque se preocupaba tanto por él -¿Estarás aquí toda la noche?-

-¿Puedo Carl?- cuestionó Joseph con una sonrisa lo cual ocasionó que Carl se sintiera como su padre

-Tú decides- concluyó Carl dirigiendo su mirada hacia su novia la cual, a juzgar por la cantidad de palillos para fruta que había en la mesa, la castaña había tomado bastante antes de que él llegara, sin contar el vodka con fresa que la chica tomaba en ese momento -Vera- Aesop tomó la bebida de la chica quitandosela -No creo que debas tomar tanto-

-Amo cuando te preocupas por mi, bebé- con una sonrisa Vera abrazó a Carl del cuello y le dio un largo beso en los labios

Aesop solo correspondió el beso de su novia intentando ignorar aquella sensación de culpabilidad que lo invadía, a diferencia de la última vez aquella era casi imposible de ignorar.

-Vera, creo que tú teléfono está sonando- dijo Joseph con una amplía sonrisa llamando la atención de la castaña la cuál, en cuanto se separó de Carl, pudo escuchar su teléfono sonar

Con rapidez la chica tomó su celular cubriendo la pantalla y levantándose de su asiento -Carl, saldré un momento- habló la mujer con rapidez caminando hacia las puertas del bar y saliendo

Aesop simplemente la miró extrañado -quizá no sea nada... Quizá solo sea una llamada urgente- no importaba cuántas veces se repitiera aquellas frases, en su interior Carl sabía que algo no iba bien