Capítulo 23

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Capítulo 23.- Madurar

"Madurar es aprender a querer lo bonito, extrañar en silencio, recordar sin rencores y olvidar despacito."

– Frida Kahlo

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—Iza...— me habla Amaya haciendo que vuelva al mundo real —¿Estas bien?— pregunta tomando mi brazo

—Claro— sonrió tenuemente y sin mirarla a los ojos tomo mi copa de un solo trago

—Debes de encontrar un nuevo amor, que realmente te ame y no sea como él— la miro impresionada y veo como mira con decepción a su hermano —Realmente no lo entiendo, como una persona puede cambiar de sentimiento de un día para otro— habla sin quitarle la vista de encima

—El amor también termina— interrumpo haciendo que ella voltee a verme

—Lo lamento—

—¿Tú?— sonrió y niego —El único culpable fue el destino —me relamo los labios y le hago una seña al chico de la barra para que me prepare otro —Por usarme como hilo para unirlos—

—Claro que no, el destino tú lo construyes— interrumpe la señora Carlo haciendo que Amaya y yo la miremos —Los verdaderos culpables fueron ellos... ¿como pudieron construir "su amor"— hace unas comillas con sus mano —sobre los restos de otros?

—No te preocupes hija— se acerca a mi y toma mi mano —Este dichoso circo, no durará mucho—

—Mamá... — interrumpe Amaya

—No Amaya, tú y yo sabemos que quien construye su felicidad sobre la tristeza de otros, está destinado al fracaso—

—Señora Carlo, es su hijo—

—Y por qué lo es... estoy segura lo que digo— baja mi mano delicadamente —Tú encontrarás a tu verdadero amor y él...— voltea a ver a su hijo seria y él la mira también sin entender el panorama — por más que me duela admitirlo... él llorará por haber perdido al suyo—

Sin entender lo que dice mis ojos se cristalizan y apenas el chico pone mi copa en la barra lo bebo de un solo trago

—Por favor, no sufras más... realmente te quiero como una hija y quiero que te vuelvas a enamorar y te olvides de él— me acaricia mi cabello y la besa —pronto todo pasará y veras el sol brillar— sin decir algo más se va

Amaya me abraza y yo me aferro a ella para que nadie me vea llorar

—Muy pronto podrás hablar de esto y no llorarás más— su voz se quiebra

—Realmente me estoy esforzando— me separo de ella y me limpio rápidamente un par de lágrimas —Me he despedido mil veces de él pero aún no sé cómo irme—

—Un tequila doble por favor— le digo al chico y este asiente

—Iza... No...—

—No quiero ser yo ahora mismo— tomo el tequila en mis manos y lo observo como si este fuera a decirme algo

-te iré soltando lentamente en cada trago— susurro -hasta que por fin pueda ahogar este sentimiento- lo bebo todo de un solo trago -Y será el acto mas grande de amor que haré por ti

—Estoy segura que donde vaya él nunca se olvidara de ti porque fuiste a la que amo de verdad—

—Creo que más bien sería... jamás va a olvidar a la chica que le hizo mierda el corazón— extiendo el vaso al barman -Otro por favor— me sirve otro en frente de mi —o más bien con la que se divirtió haciendo que se enamorara y después dejarla—

El Amor También Termina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora