➵ᴇᴍᴘᴜᴊᴀʀ, ᴊᴀʟᴏɴᴇᴀʀ>

217 28 12
                                    

[....]

Lágrimas salían como cascadas, sus sollozos eran tapados por su mano, desgarrando su garganta. No podía sentir otro saber en su boca que las gotas saladas mientras temblaba de miedo, no quería que esos brazos lo siguieran abrazando.

Por más que quisiera salir se sentía demasiado débil para hacerlo, su cuerpo adolorido no lo ayudaba.

Los moretones en su cuerpo demostraban el tipo de violencia usado, le costaba creer que quien amaba le había hecho todo eso.

Amor ¿al menos merecía ser llamado así?

Le era imposible dormir, no sólo por temor, sino que cuando cerraba los ojos podía recordar esos horribles golpes y la penetrante mirada de Mike, que después reflejaba arrepentimiento con descaro.

Podía ver en sus ojos sinceridad, pero no notaba su engaño, cegado y tonto por amor le creyó, y más rápido que la luz todo se desvaneció.

Ni el propio Mike se entendía, estaba bastante estresado y su novio fue alguien para desquitarse, empujandolo y a veces soltando uno que otro golpe, no escucho las súplicas del mas bajo. Cuando su nariz como sus labios empezaron a sangrar fue el momento en donde se detuvo, sus nudillos rojos ardieron y la culpa lo golpeó, sí, definitivamente se sentía un monstruo.

No sabía cómo reaccionar, ver su cara mojada por sus lágrimas, marcas moradas y sangre cayendo por su cuello lo destrozó. Will no lo dejó acercarse a él, se fue al cuarto en donde lloraba sin control y cada llanto escuchado era otro golpe a su corazón.

Después de unas horas decidió ir con él, aunque sea a la fuerza. El menor ni se resistió otra vez, tan solo sentir su presencia le hacía paralizarse.

Mike le agarró la cara con delicadeza para llenar todo su rostro con pequeños besos y luego abrazarlo. El cuerpo tenso de Will pudo soltarse accediendo a este tipo de cariño, sintiendo un alivio en su corazón.

Claro está que esos golpes nunca se borrarian, siempre estarían ahí, no importa todo lo que haga, son cicatrices que jamás se curan.

Ya caída la noche los dos se acostaron sin dejar aquel abrazo, pero ahí esta el problema antes mencionado, dormir.

En la mañana se levantó cansado, solo para dirigirse al baño y ver en el espejo las marcas, recorrió con la yema de sus dedos los golpes y algunos chupones que aún se mantenían, se veía tan asqueroso ante sus ojos.

Se baño para quitar algunos rastros de sangre que habían resbalado más abajo de su cuello, se quedó pensando por mucho tiempo con el agua cayendo por su cuerpo sensible, le ayudaba a relajarse.

"¿Debería terminarlo?

Pero él me hizo sentir querido...."

Se envolvió en una toalla para después apoyarse en la pared del baño, donde se quedó mirando a la nada.

Al menos algunos de sus moretones se habían hecho menos notorios.

[....]

Que estrés

Que estrés

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᴠɪᴏʟᴇɴᴛᴏᴍᴇᴛʀᴏ [ ʙʏʟᴇʀ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora