XVII

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Tiene el cabello claro y
los ojos oscuros, negros.

Y el alma en cenizas.

Ella creó un fuego, y
acabó quemándose.

Se quemó con su
propio fuego.

Ahora, sólo la invaden
las cenizas.

Porque los ojos son
el espejo del alma.

Y dentro de sus ojos
negros, ella esconde toda
la rabia que jamás puedas
imaginar.

Y en su cabello claro
aún quedan disimuladas
las cenizas.

Entre líneas torcidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora