Reflexión.
Pienso que el agua salada son todas las lágrimas de dolor derramadas por la humanidad desde sus principios.
Y el agua dulce, son las lágrimas de alegría.
Hay más lágrimas de dolor que de alegría.
Cada persona ha sufrido más tristeza que verdadera felicidad.
Y es por eso por lo que nos alimentamos de agua dulce, de lágrimas de alegría.
Para alejar el dolor.Pero no sabemos que aún alimentándonos de felicidad, nos bañamos en continua tristeza.
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Entre líneas torcidas.
PoesíaIdeas sin palabras. Palabras sin sentido. Cadencias que no tienen ni ritmo ni compás.