9 de Junio

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Por un instante creí que el sol había salido,

Que sus rayos lucían brillantes y cálidos

Y que solo me miraba a mí.

Por un segundo pensé que la lluvia se había asustado

Y que ahora viajaba lejos,

A atormentar a otro que no fuera yo.

Por un momento sentí que todo estaba saliendo bien,

Que me acercaba a un sitio donde sería feliz,

Que podría serlo siempre.

Por un segundo encontré las palabras adecuadas y pude terminar la historia.

Y después, todo se derrumbó.

El globo que sujetaba voló,

La margarita que sostenía murió,

El poema que leía acabó,

La canción que escuchaba calló,

Las manos que me acompañaban se alejaron,

Las promesas que me hicieron se olvidaron,

Los labios que hablaban se agrietaron,

La gente que reía se marchó,

Las agujas que corrían se pararon,

La felicidad que existía se evaporó.

Y yo lloré,

Pero el globo no volvió,

La margarita no revivió,

El poema seguía acabado

Y la canción no volvió a sonar,

Las manos no regresaron,

Las promesas no se recordaron,

Los labios no sonrieron,

La gente no apareció.

Las agujas quedaron estancadas

Y la felicidad,

Oh, la felicidad,

Ella desapareció.

Y yo seguía llorando,

Porque, ¿qué hacer cuando te han hecho tanto daño?

—R.

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