La Llamada

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CAPÍTULO 8...

~LUCERO~

Como me va a ayudar la mujer a la cual le tenía celos por culpa de Manuel. De ninguna manera le pediría ayuda en algo.

—Mira antes de algo más, escucha lo que voy a hacer. -me siento en la cama- Voy, y platico con Leonardo así como tu e Itatí me piden. Depende lo que me diga y como lo tome le platico a los 2 y a todos en si. Veremos que hacemos y veo si tomo en cuenta la idea que me des con respecto a la tipa esa. Pero ya hombre no adelanten las cosas.

—Uy quieta! -me besa- Todo va a ser como tu digas -sonrió victoriosa- Por ahora -me pongo seria pero el ahora sonríe de la misma manera en la que yo lo hice antes- Ay que hermosa te ves enojada

—Odio cuando quieres manipularme -me va acostando en la cama hasta quedar encima de mi- Y al final termine cediendo a todo lo que propongas o quieras hacerme

—Eso no es culpa mía -susurra cerca de mis labios- Pero me gusta que sea así -me besa impidiendo a que yo le responda-

Y en un instante, caí rendida respondiendo perfectamente a este beso. Por muchos años siempre he besado, pero cada vez es distinto, cada beso te hace sentir algo. Sea rabia, pasión, deseo, asco, repulsión, ternura y muchas más emociones. Aveces hasta no sentía nada en un beso.

Pero con Manuel Mijares era una escala. Su primer beso lo tomé con rabia. Me hizo sentir como una cualquiera. Luego sentí deseo, pasión, y así poco a poco llegamos a la ternura, luego con dudas terminé sintiendo sus besos con un profundo amor.

Sin dudas ya, rompí gracias a él muchísimos esquemas. Más que lo sexual. Era pensarlo y mi corazón brincaba de la emoción asquerosamente enamorado. Y sí, asquerosamente porque aún no me cabe en la cabeza que su amor me haya convertido en una mujer cursi. Lo que más temía. Brevemente. Manuel Mijares si supo como utilizar sus tecnicas para derretir todo el hielo de mi. O una gran parte.

~~~

—Mamá!!! -sacudo mi cabeza riéndome como estúpida-

Estaba pensando en él, en la manera de hacerme suya ayer en la noche. De como vibraba mi corazón con tanto placer y amor.

Me hizo suya como tanto nos gusta, con esa locura desenfrenada y a la vez con esa ternura y toque de amor que lo caracteriza. Así me traía que hasta en el desayuno no podía dejar de pensarlo

—Andas en la luna que te pasa -pregunta Roberto-

—Perdón estaba recordando algo

—De tu amante? -la miro con mis ojos en blanco-

—No -ella entrecierra sus ojos- De tu papá -sus facciones de la cara se relajaron-

—Háblame de él. Lo extraño -sonrío ante esto-

—Bueno que te digo. Ves mi cara de mensa es toda su culpa. Cada que recuerdo como peleábamos para al final terminar diciendo que soy de él. Eso es algo que jamás olvidaría

—Hablas de el como si estuviese vivo -miro a la mesa nerviosa- Lo sientes presente cierto?

—Si. -le sonrío- Pero quisiera que estuviera ahorita mismo sentado aquí con sus pesadas bromas fuera de lugar. Que sentido del humor más raro -niego riéndome-

—Es que papá era especial -veo sus ojitos brillar y acaricio su mejilla-

—Lo es mi amor -me levanto y beso su frente- Es muy especial. Siempre nena -ella me mira con duda- Créeme que si

Aquella Locura?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora