CAPÍTULO 27...
~LUCERO~
—Última vez que haces esto! —reviro mis ojos con molestia ante el reclamo de Jorge acompañado de su cuñada— Piensa en tu bebé carajo
—Me puedes dejar en paz?
—¡No! —exclama Paulina— No ves que te puede pasar algo y por ende a esa criatura. No puedes dejar de comer Lucero
—No pude. Me pueden entender mínimo un poco. Tampoco son mis padres para estarme diciendo que hacer
—Nos preocupas
—Ya, gracias —me levanto tambaleando de la cama— Muchas gracias. Ahora llevenme de nuevo a ese cuarto.
Ambos suspiran cansados y asienten. Paulina me toma del brazo. Si que me sentía mal. Pues era obvio todo el día sin probar bocado, la verdad ellos tienen razón, estoy poniendo en riesgo a mi bebé.
Caminamos hasta la habitación en la que caí en desmayo hace unos 20 minutos y estando frente a frente a ese ser que se encuentra acostado en esa cama. Solo dejo caer lágrimas de mis ojos como cascadas.
—Cómo es que estás aquí? —pregunto en un hilo de voz—
—Es una larga historia —volteo a ver a Luis que estaba detrás de mi— Quieres que te la cuente
—No sé si pueda escucharla de ti como si nada
—Te debería odiar y aún así me dices esto. No te parece muy irónico? —bajo mi cabeza escondiendo mis lágrimas—
—Tienes razón. Pero tu no tenías nada que ver con esto. — vuelvo a mirar a la camilla— Está vivo cierto?
—Si claro —se acerca Jorge también— La libró.
—Estoy en shock. —asiento para mi misma— Como pasó todo en menos de 24 horas
—Después de ti.
—Yo merecía saberlo
—Y nosotros también —interrumpe Luis de la misma manera de la que le hablé—
—Era importante. Tienen idea de cómo me sentía
—Te aseguro de que no tanto como nosotros. —tiene razón, tienen razon—
—El lo sabía? —los miro a ambos y a la vez niegan con su cabeza— porqué actuaron de esta manera. Quién planeó todo esto?
Jorge se dirije a la puerta dejando entrar a Matías junto a un hombre vestido de enfermero y a Paulina
—Matías me puso al tanto de todo —dice Paulina — Me tomó por sorpresa. Entonces nos reunimos los 2 con él
El tipo de enfermero se quita la careta de protección y mis ojos a estas alturas querían salirse de sus cuencas.
—A ver esperenme. No estoy entendiendo nada.
—Nos podemos reunir más al rato asi te lo explicamos todo. La historia es bien larga
—Está bien Héctor —asiento ante él— Ahora necesito que me dejen con Manuel
—Hoy no va a despertar —dice Jorge— Si acaso lo hará en la madrugada
—Perfecto. De aquí no me muevo
—Lucero —vuelve Paulina— Ahora si me meto. Te dejamos unos minutos aquí. Y nos vamos todos para poder hablar y de paso para que comas algo. Si te das cuenta ahorita más que nunca tienes que estar con todas las pilas puestas —asiento caminando hasta la puerta, la abro y les indico que se larguen de aquí de una maldita vez—
Cierro la puerta y suspiro caminando hasta mi querido imbécil. Resoplando con algo de frustración. Mirándolo más que sorprendida y anonadada. Lo tenía aquí, frente a mi. Libre.
—Mi amor —acaricio su rostro relajado— No sabes lo... lo emocionada y confundida que estoy. Hace unas horas pensaba que estabas en peligro o yo que sé. Y... estás bien mi amor, libre al fin para aprovechar de tu vida, de nuestra nena y de este bebé que viene en camino. Tengo una, sensación rara en el cuerpo te juro. No es mala la sensación que siento. Al contrario, es bonita pero es rara —sonrío dejando caer lágrimas— No sabes lo feliz que estoy por esto rey.
Me acerco buscando la zona en la que tenía puesto ese maldito aparato que por muy chiquito que era, fué la causa por la que todos tuvieron que creer que estaba muerto. Ahí estaba en la parte derecha de su cuello una venda algo grande. Se veía perfectamente que fué muy difícil de extraerlo de ahí. Perfectamente profundo se lo colocaron
—Dios Santo Manuelito como has tenido que sufrir desde que me conociste —beso el dorso de su mano aún llorando— Perdóname mi amor. Prometo que esta vez nada malo te va a pasar. —asiento secando mis lágrimas— Te lo juro por mis 3 hijos, y por mi amor por ti. Primero van a tener que matarme a mi. —me acerco a su rostro y beso su frente templada— Eres lo mejor que pudo llegar hace casi 16 años a mi vida. Mijares te voy a proteger cono nunca lo hice. Contra todo y todos. Apesar de lo que ocurra. A pesar de que tu decidas en algún momento alejarte de mi. Voy a cuidarte aunque sea desde lejos. No sé porque te estoy diciendo tanta cosa. Pero quiero que sepas amor. Que por ti todo voy a hacer lo que no pensé. Bueno, si es que queda algo. Porque ya me has hecho hacer cosas que nunca pensé hacer. —sonrío acariciando su cara— Como amar sin reservas. —me acerco lentamente a sus labios y dejo un corto y casto beso en ellos— Te amo imbécil
Limpió mis lágrimas y voy a la puerta donde estaban los hermanos Mijares.
—Ya podemos hablar. Pero no podemos dejar solo a Manuel
—Despreocupate. —escucho una voz femenina acercarse por mi espalda y volteo sorprendida— Yo y Jorge podemos cuidarlo en lo que vas a comer algo para alimentar a mi sobrino
—Pilar hija de la... —la abrazo con alivio y felicidad por verla. Si estaba aquí era señal de que mi hermano y mis sobrinas también están en México—
—Después tenemos que hablar seriamente vale?
—Está bien. Vamos — Luis asiente— Donde está mi hijo?
—Lo mandamos a tu casa. No podemos tampoco gritar a los 4 vientos esto. —suspiro y vamos hasta el restaurante de enfrente del hospital donde aquello parecía una reunión familiar o hasta peor, estaba totalmente vacío y las únicas personas que estaban eran nuestras personas cercanas en una mesa gigante— Que significa esto? Va a hablar el presidente o qué?
—Pues ahora es casi parecido. Reservamos esto desde ayer para que nadie molestara.
—Me estás queriendo decir que todos. Absolutamente todos sabían ya de que Manuel estaba vivo y aquí antes que yo?
—No tranquila. Solo lo sabíamos mis 2 hermanos, Paulina. Matías y Héctor, bueno y tu hermano se supone que vino a traer a mi hermana. El que Itatí, Luna y Emmanuel estén es porque ahorita se lo contarán también. Ahora más que nunca necesitamos estar juntos. Como debimos estarlo desde el primer momento.
¡Carajo!
Ahora si me sentí bien mal. Quedaría como traicionera enfrente de las únicas personas que me aceptaron en sus vidas. ¿Pero que? Esto no era mi culpa. Yo solo hice lo que me dijeron que hiciera. Y todo lo hice así porque me importaba que el amor de mi vida siguiera vivo.
🖤Capítulo #27🖤
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Aquella Locura?
Fanfiction•He vuelto a sentir ese golpe hondo en el pecho, un recordatorio cruel de que todavía está ahí quien hace tiempo dejó de formar parte de mi vida. Y el baño de recuerdos humedeció mis ojos, y volvieron los mensajes, volvieron las emociones que creí h...