Impacto

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CAPÍTULO 43...

~LUCERO~

Está era la mejor oportunidad de mi vida. Podía matarla con mis propias manos. Nunca estuve tan segura de acabar con la vida de alguien como con la de esta tipa por tanto daño. Ni con Mariano me pasó así. Todo ocurrió de momento. Pero esto... Era totalmente distinto y tenía que poner de mi parte si no quería que la muerta fuese yo.

Fred caminó a mi espalda, con Leonardo, ya había hecho su elección, una muy buena elección.

La muy perra de Camila se me acerca dejando un bofetada en mi mejilla derecha volteándome la cara.

—Eres tan pendeja que para hacerme "sufrir" como tú dices, tienes que amarrame y tener a tus espaldas a todos estos imbéciles porque sabes que sola no tienes como acabar conmigo

Los ojos de esta mujercita eran puro fuego. Me gusta que sea así. Saberla molesta era punto a mi favor y lo iba a utilizar perfectamente

—Lucerito no te conviene provocarme. Ahorita mismo tu respirar depende de mi.

—Qué? Te molesta que te grite la verdad a la cara?. Si tuvieras valor sabrías perfecto que aquí o se vive o se muere
Pero a juego limpio

—Esto no es un puto juego Hogaza! —atentamente veo su actitud, la tengo en mis manos—

—Entonces vas a comportarte como una mujer y vas a hacerlo como tal. O vas a hacerlo como una cobarde teniéndome amarrada y matándome de esta manera

—Me estás manipulando

—No lo hago —claro que si— Sabes perfecto que te traigo unas ganas horribles. No me pienso ir. Quítame esto de las manos.

Hace señas a 2 de sus hombres, cada uno safa el amarre en mis muñecas que ya estaban algo rojas. Ambos me intentan agarrar pero camino hacia su jefa y todos los tipos me apuntan con sus armas. Inclusive, Camila también lo hace

—Hagámoslo de una vez. Hazlo por primera vez en tu puta vida. Aprende a pelear para no morir. Pero como una verdadera mujer.  —encañona su pistola— Tu elijes. Aunque si me quieres meter un balazo ahora no te vas a quedar con el buen sabor de boca de matarme con tus propias manos y no con la ayuda de una pinche arma

—Bajen las armas! —grita y toda su gente hace lo que pide—

—Que saquen a mi hijo de aquí

—Lucero no estás aquí para ordenar

—Somos tu y yo. Si me matas te encargas de él —hablo lo más natural posible—

—Fred, llévatelo. —Fred en compañía a otro tipo lo sacan de ahí— Que más quiere la señora?

—Estar a solas. No quiero intromisiones.

—Ya la oyeron salgan de aquí

—Señora pero.... —Camila le apunta con su arma y le dispara en medio de la cabeza sin pensarlo haciéndolo caer— O salen o se mueren —todos salen. Cierran la puerta y ahora ella sonríe como estúpida apuntándome con esa misma pistola— Ahora si... Elegiste tu muerte porque te di el privilegio de hacerlo. Pero ya me cansé de ser considerada.

Dispara en medio de mis piernas y obviamente di un salto esquivando cómo puedo la bala. Sigue disparando como loca. Lanzo una patada en su muñeca dejando que esa arma caiga al suelo. Cierro mi mano en un puño, golpeo con todas mis fuerzas su mandíbula haciéndola gritar

—Maldita perra —intenta hacer lo mismo tres veces, da en el aire esos 3 puñetazos—

Agarro su brazo torciendolo hasta llevarlo a su espalda pero con su otra mano logra agarrar mi nuca llevándome frente a ella, pega un fuerte puñetazo en mi mejilla. Otro en la otra. La sangre comienza a fluir de mi labio inferior. Miro las gotas de ésta en el suelo, levantó mi vista con rabia Agarro su cabeza entre mis manos y la golpeo con una de mis rodillas

Cae al suelo mareada quejándose del dolor y diciendo mil madres que no entiendo. Me despisto por un segundo y caigo al suelo gritando, tomó mi tobillo hasta dejarme caer. Se me sube encima tratando de golpearme más el rostro. La tomo del cabello dándole la vuelta por completo tomando ella el lugar que yo tenía pero de espaldas y yo encima de ella

—Eres una maldita hija de puta. —reclama entre dientes— Tenías todo planeado —muerde el dorso de mi otra mano—

—Ahhh hija de la chingada— me levanto apartándome de ella—

De pie las dos comenzamos de nuevo una pelea donde se hacen presentes más los puñetazos y hasta patadas de ambas.

Me estoy cansado la verdad y le pido a Dios en medio de todo esto que no me abandone ahora. La maldita perra ésta si sabe defenderse y me está dando buena guerra

Algunos de sus golpes estaban siendo bien certeros y mientras yo la golpeaba intentaba cubrir como puedo mi vientre

Otro maldito puñetazo en mi nariz y comenzó a correr sangre de ésta. Igual que la de ella. Ambas estamos muy golpeadas, ciegas de ira.

—Te vas a morir maldita desgraciada —agarro su cabeza y la hago chocar con la pared cayendo al suelo quejándose media desmayada saliendo sangre como si nada—

Me alejo de ella. Aún está viva. Y de aquí no salgo hasta volverla a ver de pie y darle el último maldito golpe. Mi respiración estaba al 1000, la sangre salía de cada golpe de mi cara y mis brazos sin parar. No me dolía nada, aún. Pero sé que falta poco para sentir los estragos

—Te odio Lucero, te odio carajo —susurra enredada—

—Volteate carajo!!! —mi fuerza se estaba acabando, acabo sentada en el piso a unos metros de ella pegada a la pared— No seas cobarde

—Te juro que no es la última vez —comiemza a toser y se trata de levantar lentamente hasta que lo logra— Una de las dos tiene que morir hoy. Y esa... —hace esfuerzo por ponerse de pie— Esa vas a ser tú

—Me encantaría ver eso

Agarrándome de las tantas cosas que hay aquí me ayudo a ponerme de pie. Todo ya me estaba doliendo y en cualquier momento puedo morir en el intento

—Te odio como nunca en mi vida he odiado a alguien —da pasos hacia adelante dando traspiés mientras limpia su sangre que sale de sus golpes en vano— Amé el quitarte a Manuel tantas veces como no tienes idea

—Y yo voy a amar verte muerta frente a mi —camino con trabajo hasta ella— Por mi hijo, por mi hija, por Baltazar. Por Manuel. Y por el bebé que tengo en el vientre —abre sus ojos con sorpresa mientras me río quejándome del dolor— Otro hijo de Manuel Mijares, cabrona.

—Mírate. —rie como demente— Estás más débil que yo y ese bebe no va a sobrevivir y eso tu lo sabes

Niego con mi cabeza. Lanza su puño cerrado hacia mi. Tomo su mano y con la otra le estrello mi puño en su boca desprendiéndole mucha más sangre

Jala mi pelo haciéndome jadear hasta caer acostada en el asqueroso suelo lleno de sangre tanto nuestra como del tipo que aún estaba nokeado, bueno. Con tanta sangre perdida muerto y el que ella mató. Se me coloca de nuevo encima. Me toma del cuello con fuerza. Poco a poco voy perdiendo el aire.

Siento como tiran la puerta con fuerza y un estruendo impacta en Camila. Camila y yo nos vemos a los ojos, se toca el abdomen donde salía sangre. Aprieta más su agarre y otro disparo quita la vida de sus ojos. La empujo a un lado y cae a mi lado en el suelo. Un disparo en la parte trasera de la cabeza. Y el de la espalda que la bala traspasó hasta llegar al abdomen. Giro mi vista al frente y me quedo paralizada.

—Dime.... que tú no lo hiciste?

Miro asustada a mi pequeña niña con un arma en la mano que deja caer del impacto. Y a su lado está mi Manuel que también porta una. Pero miraba a mi hija con la misma sorpresa que yo

—No nena dime que tu no

Comienzo a marearme entre tanta tensión, dolor en todos lados y tanta sangre. Esto no podía ponerse cada vez más peor o ya sería el fin

🖤 Capítulo #43🖤

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