"Conocerse"

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Esta es una historia hecha por mi, y redactada por mi. No copias ni adaptaciones con o sin mi permiso. Historia 100% ficticia, porfavor no tomarse actitudes como personales,hechas por los protagonistas, gracias.

Si gustan pueden dejarme mensajes en mi ig, y hablar. Ig: linoheladito

Gracias por apoyarme😭
Trataré de actualizar seguido. Saludosss! 💌

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-Buenas tardes, que lo disfrute-

-Muchas gracias-

Entré a aquel lugar que tanto me gustaba. Avance hacía esa esa sala llena de pinturas.

Eran casi todas unas salas blancas, en gama de gris. Era demasiado espaciosa, y tenía un buen ambiente, simplemente era perfecto.

Caminé unos pasos hacia adelante, y vi una obra pintada por Yad Vashem, mi artista favorito. Quisiera saber expresar todo lo que él sabe expresar en sus lienzos, pero no sabría como, aunque expresarme no es algo que se me dificulte mucho.

-¿1943? ¿1944?- Me pregunté.

-1945,1947- dijo alguien que se encontraba a mis espaldas.

-¿Cómo? Ah, gracias.- Respondí a ello.

-¿Increíble, no?- Preguntó.

-Yo diría, extraordinario.-

-Puede ser-

Miré a donde estaba él, disimuladamente. No tenia una mala apariencia, parecía conocedor de arte.

-Gracias por darme tu apreciación de esta pintura, ya debería seguir viendo otras-

Sinceramente no sabía que decir, pero trate de huir de esa situación. Dicho eso, caminé hasta el área de esculturas, que tambié eran de mis partes favoritas de el arte.

Amaba como se podia poner miles de sentimientos, emociones, y miedos en un solo lienzo. Amaba mirar horas y horas, mis cuadros preferidos. Según mis profesores de secundaria, y profesionales que me conocían, me dijeron que era una persona que sabía apreciar muy bien el arte, y que sabía verlo muy bien, con mi gran ojo.
Seguramente se referían a que podía entenderlos y saber de que sentimiento, y emoción se trataba

Yo desde que tengo memoria he sabido entender cualquier tipo de arte muy bien, de hecho a los 15 años, mis padres consideraron que seria una idea genial inscribirme en una secundaria artística, ya que a la que iba, no la podía disfrutar.

Y no mentian.

A los 10 años, dibujé unas estrellas, y un cielo. Para esa edad podia solo significar que "me gustaban las estrellas" pero no. Cuando me preguntaron que si tenia algun significado en especial, yo les dije que significaba que cuando alguien se sentía triste podría recurrir a verlas, porque por ejemplo si alguien perdía a una persona muy especial, al ver el cielo, se acordaría de ella. Entonces si te sentías triste, podrías recurrir a verlas, y sentirte menos triste.

Para mi era algo completamente normal, pero los profesionales no pensaron lo mismo, y le dijeron a mis padres que tenía un don sobre natural para la escritura, y que en un futuro podría ser un gran escritor, un poeta, o hasta un filósofo.

_Regreso a la actualidad_

Me había pasado unas, ¿Dos horas? En el museo de artes visuales.

No quería irme, pero ya eran como las 9 P.M y tenían que cerrar. En unos días, seguramente regresaría.

Caminé por las oscuras calles escuchando musica. Fuí a comprar algo para beber a una tienda que quedaba de camino a mi casa.

Llegué a mi casa, y fuí directo a mi habitación. Ya hace 1 año que me había ido de mi casa, quería quedarme, pero prefería independizarme, y ayudar a mis padres desde donde pudiera. Aparte, podía estudiar sin interrupciones.
Me fuí a dormir temprano, porque al día siguiente comenzaría a cursar mi último año de Literatura.

Al día siguiente, sonó mi alarma temprano, como a las 7:30. Yo quería volver a retomar mi hábito, de ir a leer al parque que quedaba enfrente de el campus de mi universidad.

Salí de mi departamento, y me subí a mi bicicleta, me puse mis audífonos y fuí escuchando música, mientras llegaba.

Llegué, y busque un asiento libre.
Saqué el libro de mi mochila, y busqué donde había dejado de leer la última vez, la página 48.
Ví a mi alrededor , estaban callendo las hojas de aquel cerezo, el otoño quedaba perfecto con esos árboles. Sus hojas caían una tras otra. El ambiente era hermoso, corría un aire suave y fresco.
A mi derecha había una chica con muchos libros sobre la mesa, debe estar estudiando, a mi izquierda, una pareja sentada bajo de un arbol. Volteé hacia atrás mío, y allí estaba ese chico que casualmente me había encontrado en el museo. Tenía puesto un saco marrón largo, y un polerón blanco, tenía un libro de varias páginas en mano.

Otra vez volvía a verlo. Según lo que ví, creí que era más grande que yo, pero un rato luego de que yo llegará, entró al campus.

Ya era hora de entrar al clases, asi que guardé mi libro, y entré a el instituto.

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