𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟐

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—¡Lo conseguí! ¡Pasé!

Anda entró en a clases gritando.

Sus cuatro amigas levantaron la vista, extrañamente.

Anda nunca llegó a las clases de manera tan alegre.

—¿Pasaste? —preguntó Looknam.

—Como aprendiz en SM! —Anda respondió.

—¿Qué?

—¿Recuerdas que te dije que quería ser cantante hace unos años? Mi mamá me llevó a la audición en estas vacaciones y pasé. —Empiezo a entrenar allí el mes que viene. No dije nada antes porque no sabía si pasaría o no.

Todas estaban muy contentas con la noticia, incluso los estudiantes que no eran muy cercanos a Anda.

Todos recuerdan lo bien que canta Anda y la habían visto cantar varias veces.

Incluso celebraron con un pastel al día siguiente. La madre de Irin había lo preparado.

Y en esa misma semana, Becky le entregó otra nota a Freen.

Esta vez, la invitó a ir a su casa.

———

—Tu habitación es muy linda. Desde ese día que vinimos aquí. —Freen dijo.

La habitación de Becky estaba muy organizada. Había una ventana grande en una de las paredes y la cama al otro lado, un poco hacia la esquina.

Un escritorio con una lámpara y un armario en la otra esquina.

Era bastante espacioso, con muchas decoraciones púrpuras.

Freen no cambiaría nada en esa habitación.

—No es tan linda. —Contestó Becky mientras se sentaba en su cama.

—En realidad, sí. En cierta forma se parece a ti. El púrpura me recuerda mucho a ti, no sé si es por tu manera tranquila o porque tienes muchas cosas de ese color. —Freen comenzó a decir mientras se sentaba a lado de Becky y continuó hablando. —Eso es algo que siempre he observado en ti. Siempre hay algo púrpura alrededor, un accesorio, un material escolar o incluso un lazo para el cabello. Creo que el púrpura es un color tranquilo e incluso medio serio, pero, dependiendo de la manera en que se mire, es un color muy lindo y.... apasionado. Sí, esa palabra lo describe bien. Es como tu sonrisa. Por eso creo que el púrpura es un color que te queda bien, y últimamente es el color que más me gusta. Me gusta tanto como también me gustas tú.

Becky no sabía que decir.

Ni siquiera sabía si debía decir algo.

Luego, con una gran sonrisa, abrazó a Freen y empezó a acariciarle el cabello.

Un rato después, dijo su nombre.

Cuando Freen la miró, Becky le dijo:
—Yo también te quiero, Freen. Tanto como el púrpura.

Freen le dio una pequeña sonrisa tonta, la cuál mantuvo durante mucho tiempo.

𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 - 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora