𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑

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Becky estaba disfrutando de su nueva escuela. Había estado allí durante unos meses y había conocido a mucha gente, Irin era una de esas personas

Es pequeña y linda, y pare más joven de lo que realmente es. Es simpática y divertida.

A Becky le encantaba su compañía.

—¿Jugamos a un juego? Para conocernos mejor. Has sido mi amiga por un tiempo, pero no sé algunas cosas sobre ti, así que, ¿podemos jugar a un juego de preguntas y respuestas? Creo que será divertido. Dijo Irin.

—¿Por supuesto. Como fue tu la idea, yo empiezo. – Becky habló, sin mucha excitación.

No es que no quisiera jugar a ese juego, solo estaba un poco perdida en sus pensamientos ese día. —¿Cuántos años tienes? Pareces más joven que los demás de nuestra clase.

—¿Tengo 16 años, soy la más joven de la clase. Ingresé un año antes. – Contestó Irin. – Ahora es mi turno. ¿Por qué te cambiaste de escuela en el segundo año? La gente suele cambiarse de escuela en su primer año.

Becky no había ingresado allí por una razón en específico, solo se mudó de ciudad y tuvo que cambiarse de escuela.

Pero decidió explicar la razón por la que tuvo que mudarse a otra ciudad.

—Mis padres tuvieron que mudarse a esta ciudad debido a sus trabajos. Tuve la opción de quedarme con mi tía, pero decidí mudarme aquí también. Creo que tomé una buena decisión.

Pasaron un buen tiempo contestando preguntas sobre ellas, hasta que Becky notó que una persona la miraba fijamente. La misma persona de siempre.

Durante este tiempo en su nueva escuela, Becky fue a algunas fiestas, conoció a varias personas e incluso se dio a conocer considerablemente.

Pero ninguna de las personas en esta escuela la hizo ser tan pensativa como la chica que la observaba todos los días. Era una chica muy hermosa, descubrió que su nombre

Era Freen.

Parecía muy callada y tímida. No fue a ninguno de los lugares que mencionó antes, pero Becky no sabía si era porque no la invitaban o si era porque no le gustaban los lugares con mucha gente.

En realidad, no le importaba mucho esa información. Lo que más le interesaba era saber lo que Freen pensaba de ella.

Tal vez la miraba tanto porque la odiaba. O no.

Esa mirada misteriosa era indescifrable, Becky tenía miedo.

Tenía miedo de conocer los pensamientos de la niña sobre ella, que podrían no ser tan buenos como la de los otros estudiantes.

—¿¡Responde a mi pregunta, Becky! Deja de estar tan distraída. Apuesto a que ni siquiera escuchaste lo que te dije. – Le reclamó Irin, en un tono de enfado. – Te pregunté cuál es tu color favorito.

—Púrpura. – Contestó Becky. Poco después, la señal tocó, anunciando el final del receso.

—Continuamos con el juego otro día

𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 - 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora