El joven no perdió el tiempo y rápidamente despojó de las ropas de Diluc en un parpadeo. Este no era capaz de mirarlo, llevó ambas manos a su rostro para olvidar su vergüenza; sin embargo, el ojiazul se las retiró.
—Quiero verte.
Desvío su cabeza. Atrapó sus manos para que no se cubriera, pero aún así cerró los ojos y apretó sus labios, soportando las ganas de gritar o pedir ayuda. Sabía que si lo hacía podía morir. Pese a esa actitud infantil y apariencia tan normal como la de cualquiera, la afilada lengua con la que hablaba dejaba claro que era un asesino de temer.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió la mano fría del contraria tomar su miembro. Abrió su boca con sorpresa y mordió su labio al sentir el aliento en su miembro, indicando que lo metería a su boca. Los ojos oceánicos se posaron en él, esperando ver su reacción para cuando comenzara a chupar su miembro. Sonrió complacido a ver la espalda de Diluc arquerase. Sus piernas pálidas quisieron cerrarse, pero el fatui se lo impidió.
Diluc mordió su mano ahogando un quejido. Cerró con más fuerza sus ojos. El sonido que hizo la boca del Onceavo al dejar el miembro fue extrañamente excitante para Diluc y esta vez no contuvo su voz.
Los rubíes se posaron en él esta vez. Olvidando por un momento lo que estaba ocurriendo por su mente y dejándose llevar.
Por simple deducción, el Onceavo sabía que el pelirrojo era virgen. Se encontraba aún más emocionado con eso. Su mano libre fue hasta su entrada y sonrió al sentir la zona húmeda.
Diluc se tensó en su lugar. Movió sus piernas desnudas en un fallido intento de apartarlo.
—Tranquilo, prometo no lastimarte... No mucho.
Una risita salió de sus labios. Aquello por supuesto que no calmó a Diluc en absoluto y el fatui lo sabía muy bien. Aún asi, no se detuvo en ningún momento, siguió estimulandolo y jugando con él hasta que finalmente decidió probar suerte e intentar meter un dedo en él.
Se acercó a su rostro y le dio un beso en los labios. Le pareció tierno que Diluc no tenía ni la menor idea de que hacer, si mover su cabeza o permitir que la lengua contraria entraraa su boca, al final hizo lo segundo. La timidez de su lengua fue cómo un detonante para que fuese un poco más rudo en el beso y un gemido salió del pelirrojo en ese momento.
Obligó a que lamiera sus dedos para después con lentitud insertar un dedo. Las manos de Diluc fueron a la espalda del contrario que estaba sobre él y aguantó la respiración unos segundos. Abrió su boca y fue atacada de nuevo en otro beso lleno de desesperación.
Era obvio que no le gustaba ser tan paciente con él. Ni siquiera le dio tiempo de acostumbrarse e intentó meter un segundo dedo y Diluc entonces se quejó de dolor. Sus ojos estaban vidriosos. En cualquier momento soltaría a llorar por el dolor y eso solo incitaba al Onceavo para no detenerse. La expresión en el rostro del pelirrojo lo excitaba a sobremanera.
—Haré que llores de verdad.
Amenazó al cabo de unos segundos y movió su mano dentro de él rápidamente. Los jadeos estaban al compás de los movimientos y el agarre de Diluc se hacía cada vez mayor. Podía sentir las uñas del pelirrojo clavarse en su espalda incluso a través de su ropa.
No duró mucho esa tortura. El realidad, el Onceavo estaba desesperado por finalmente estar dentro de él. Sacó los dedos de si interior y con ambas manos liberó la erección molesta. Diluc seguía tratando de recuperar el aliento y agradeció en sus adentro que se haya detenido pues en cualquier momento pudo haberse corrido.
Las manos contrarias lo tomaron de sus caderas y lo atrajo a él. Un sonididto salió de Diluc, sorprendido y levantando su cabeza para mirarlo de nuevo esperando una respuesta a esa acción y de inmediato se arrepintió al saber lo que haría.
El contrario no lo dudó ni un segundo, tan pronto lo tuvo cerca comenzó a entrar en él. Por supuesto que Diluc no estaba preparado para eso, estaba vez se aferró de las sábanas y cerró sus ojos al mismo tiempo que abría su boca para quejarse. El ojiaxul gruñó por lo bajo al sentir el mojado y apretado interior del contrario. Llevó su cuerpo hacia adelante y apreció la expresión del pelirrojo unos segundos antes de moverse lentamente.
Terminó con los sonidos de dolor de Diluc al besarlo de nuevo sin detener su cadera.
Diluc usó sus piernas para aferrarse al contrario. Por alguna razón aquello fue un acto que no pudo evitar hacer. Lo rodeó con sus brazos también por su cuello y enredó sus dedos en el cabello anaranjado almismo que sus lenguas bailaban. Los jadeos y gemidos simplemente eran callados por el beso.
El ojiazul abrió sus ojos en medio de beso para ver su expresión aún más de cerca y comprobó que si lo había hecho soltar algunas lágrimas.
Empujó bruscamente en él. Diluc con eso tuvo suficiente para terminar corriendose casi en ese instante, pero por supuesto que el fatui ni siquiera había comenzado a divertirse con él.
Terminó dentro de él después de un rato y el contrario ahí creyó que todo había acabado. Abrió sus ojos esperando que le dijera algo sobre dejarlo ir, que ya obtuvo lo que quería de él y finalmente ser libre. Sin embargo, lo obligó a colocar su pecho contra la cama y a levantar su trasero hacia a él.
Llevó uno de los brazos de Diluc hacia él también mientras que el ojiazul usaba su otro brazo para hacerle tocar la almohada al colocarla en su cabeza.
Básicamente no podía hacer mucho en esa posición tan extraña para Diluc.
—Tenemos toda la noche para nosotros dos.
Aquello lo hizo estremecer en su lugar y cerró sus ojos con fuerza al darse cuenta que lo que más deseaba no sería posible. Se rindió y simplemente dejó que él hiciera lo que quisiera con su cuerpo.
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choke ➵ childexdiluc (genshin impact)
Fiksi Penggemar《❝ Las historias del Héroe Oscuro han despertado el interés del Onceavo de los Fatui y quizás algo más. ❞ 》