Parte 16: El inspector adictivo

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16-El inspector adictivo

**Zangetsu**

Reviso una y otra vez las tareas que tengo que hacer hoy para dirigir la comisaría en ausencia de mi jefe en su estancia en el hospital. Al menos me alegro que solo haya sido un susto y realmente no haya sufrido un infarto, pero hasta que le den el alta, tengo una gran responsabilidad sobre los hombros y muchas dudas en mi cabeza. No entiendo el motivo por el que Soujun y Byakuya vuelven a estar de baja, una cosa es por el asunto de la camelia roja, pero eso ya es pasado ya que volvieron a trabajar después y ahora...

-Buenos días hijo- resoplo al ver la figura de mi padre entrar en mi despacho mientras yo sigo organizando el papeleo. –Ser comisario en funciones te viene grande ¿Eh? -

-En vez de criticar, bien podrías ayudarme-

-Hijo, eres perfectamente capaz de llevar esta comisaría y mucho más. Deberías aceptar la formación para entrar en el equipo de fuerzas especiales, serías mi sustituto perfecto-

-No pienso dejar esta comisaría. Yo pertenezco a este sitio hasta que me jubile-

-No ascenderás más si sigues siendo la sombra eterna de Ginrei ¿o es que vas a esperar a que realmente le dé un infarto de verdad y la palme? -

-No bromees con algo así, ha sido más padre de lo que has sido tú nunca-

-Vaya...hora de los reproches, me voy- tuerzo el gesto ignorándole, pero veo como se detiene antes de salir para volver a la carga.

-Por cierto, hijo, en ausencia de Ginrei ¿su querido nieto se queda solo en casa? -

-No. Está bajo mi cuidado por el momento- alzo la mirada al ver como mi padre sonríe maliciosamente provocándome. –Ginrei me ve como un referente paterno hacia él-

-Ya...paterno, mmm, sí, sí...- le gruño al verle insinuarse como hace siempre que está pensando en algo retorcido.

-Pues procura que tu labor de "padre en funciones" no termine en la cama de tu "hijo en funciones"- abro los ojos al sentirme totalmente descubierto y mi padre suspira.

-A un padre de verdad no se le escapa nada, hijo. Solo ten cuidado de entre qué piernas te metes-

Siento un escalofrío recorrerme tras la conversación y me entran mil dudas al instante. ¿Cómo sabe lo de Sen? ¿acaso Starrk se lo ha dicho o es que tengo un letrero luminoso en la cara que me delata? Maldición...no quiero a mi padre enterándose de lo que hago en mi vida privada y menos todo lo relacionado con Sen....

-Comisario Coyote ¿me da usted su permiso para entrar? - resoplo al ver a otro miembro indeseable de mi familia, Shunsui, el cual entra acomodándose en mi silla felizmente.

-Suena bien eso de comisario. Te queda como anillo al dedo, Zangetsu...-

- ¿Qué pasa, os habéis puesto hoy todos de acuerdo para hincharme los cojones? ¿luego vendrán Starrk y Mugetsu también o qué? -

-Vamos, vamos, relájate hermano o te dará un infarto a ti también. Yo solo pasaba por aquí y me preguntaba...si me darías el resto del día libre-

- ¿Para qué? - mi hermano me mira sonriente haciéndome arquear las cejas. -¿Para irte de picaderos? Ni hablar-

-No todo mi tiempo libre se reduce al sexo, Zangetsu. – vuelvo a elevar una ceja haciéndole suspirar. –Bueno vale, es para follar sí, pero no del modo que crees-

- ¿Hay algún modo distinto de tener sexo que no sepa? -

-Dímelo tú, hace mucho que no mojas ese churro desproporcional que tienes entre las piernas- le miro amenazante para que no siga por ahí y el muy tonto sonríe de nuevo.

"AQUEL DONCEL"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora