Parte 22: El ángel de la guarda

240 23 272
                                    

22-El ángel de la guarda

**Sen**

Un mes puede ser corto o largo dependiendo de la persona que lo viva. En mi vida familiar, han sucedido tantas cosas de golpe que las vidas de mis seres queridos han dado un giro radical, tan rápido que ha sido como un abrir y cerrar de ojos. Mi tío Byakuya está embarazado de su teniente, Abarai Renji, con el que ya compartía un hijo, un sobrino que aún no he tenido la oportunidad de conocer y tengo muchas ganas de hacerlo, igual que de ver a esas dos criaturas que no tardarán en nacer. Mi padre...bueno, mi madre en realidad ha sido sin duda la persona que más ha sufrido en este corto periodo de tiempo. No fue bastante con descubrir su vida oculta en la red, si no que la gente que le envidiaba, terminó quitándole la poca esperanza que tenía por seguir adelante. Ya no es...el mismo de siempre y me temo que nunca volverá a serlo o quizás ahora sea el verdadero y haya mentido a todos dando una cara falsa para sobrevivir a esta sociedad tan cerrada, no sé...

- ¡Sen! - veo a Ichigo llamarme en la distancia mientras me encamino hacia la salida de la academia con mi carpeta llena de apuntes para los próximos exámenes. Hablamos de cosas triviales dirigiéndonos fuera y nos quedamos charlando un rato más hasta que él se aleja para ir a casa. Para mí, este mes ha sido eternamente largo. Un día tras otro, viniendo a la academia, intentando concentrarme en mi futuro trabajo, intentando no cruzarme con él en las esquinas...con el hombre que pensé que estaría durante toda mi vida y ahora no quiero mirar sus ojos negros para no flaquear de nuevo. Sigo muy herido aún.

-Ah! Lo sien...- camino algo ensimismado por el aparcamiento de la comisaría y me choco de bruces con un cuerpo más duro que el mío, obligándome a alzar la vista hasta que noto un escalofrío al ver los oscuros ojos de Zangetsu clavados en los míos. No....

-Sen...- le miro furioso antes de girarme dándole la espalda y él me sigue suspirando. –Sen, por favor, tenemos que hablar...-

-No tengo nada de lo que hablar contigo ¡déjame tranquilo! –

-Sen- escucho de nuevo mi nombre con ese tono de resignación que me hace girarme, apretando los puños para enfrentarle. Dioses, no quiero que me mire así...si sigo observándole, notará mi temblor...mi anhelo....

-Si me sigues acosando le diré a mi abuelo que te traslade de comisaría. - Zangetsu niega con la cabeza haciéndome resoplar más airado. –No te pongas arrogante ¿crees que no lo hará si le digo que me has estado follando a escondidas todo este tiempo? -

-Hace un mes que no te toco- abro la boca enmudecido cuando dice eso mirándome más intensamente. –Entiendo que sigas molesto...pero no tomes una decisión de la que puedes arrepentirte, Sen...-

-De lo único que me arrepiento es del tiempo que he desperdiciado deseándote. - resoplo fuertemente notando que el corazón se me dispara al ver su dolida expresión y retiro la mirada para no verla más. No quiero llorar...no pienso mostrarme como un niño endeble ante él nunca más, estoy harto de sus mentiras, de que piense que soy un mocoso, de que tome decisiones por mí...como llegar al extremo de eliminar a nuestro hijo sin darle oportunidad de desarrollarse y nacer...

-Sen- casi doy un grito al oír que vuelve a llamarme, pero me doy cuenta de que es Mugetsu subido en su moto, quieta al pasar delante de mí. - ¿Estás bien? -

-Ah, sí...- me retiro las lágrimas de los ojos forzándome en sonreírle y él frunce el entrecejo con duda. –No te preocupes, tonterías mías-

- ¿Es por tu novio? - abro los ojos cuando me pregunta eso y aprieto los dientes enfadado.

-Yo no tengo novio. Hemos roto-

-Lo siento. Ahora entiendo porque estabas tan hecho polvo estas semanas-

"AQUEL DONCEL"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora