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"¿A quién apuestas?". Preguntó la rubia.
"Mmm, a los seis ex novios malvados". Respondió una pelirroja, pasándole el dinero a la rubia.
"¿Te gusta el harem eh?". Preguntó divertida la rubia, guiñandole el ojo.
"Sí, me encanta la idea de que Jimin se quede con los seis". La pelirroja se sonrojó.
Ambas se sonrieron mientras acentúan con la cabeza.
"¿Hola? Estoy aquí". Habló Jimin desconcertado por la apuesta que su supuesta mejor amiga estaba haciendo.
"Oh, lo siento Jimin, pero creo que los seis tienen más ventajas que Eunwoo, además te ves mejor con ellos". Dijo sonriendo y dejando solos a Jimin y SooJin.
"No puedo creer que mi vida amorosa se convierta en una apuesta, y menos que mi mejor amiga sea quién la organiza".
"Ay Jimin, no te enojes, si quieres te compartiré el 30% de las ganancias".
"Soy la apuesta, deberías darme el 50%".
"Bieeeen". Suspiró la pelirroja.
"¿Y bien? Dime la cantidad de votos". Susurró curioso Jimin.
La rubia entrecerró sus ojos divertidos y pasó una mirada sobre su cuaderno.
"306 son para Eunwoo y 451 para los seis ex novios malvados".
"Maldición Soo, deja de llamarlos así. ¿En cuántos días juntaste todas estas apuestas?".
"Desde que te vieron muy animoso con el chico tierno, pero pobre no creo que tenga oportunidad contigo".
"¿Y por qué no? Tal vez quiero intentar algo con él".
"Honestamente Jimin, ese chico no te mueve ni el polvo, yo estuve presente en cada una de tus relaciones, y realmente brillas cuando esos seis están a tu alrededor, sin mencionar que esto es como un kdrama. ¡Que viva el harem!".
Jimin rodó los ojos. Aunque algo de lo que decía su mejor amiga era cierto, con esos chicos él se sentía bien, se sentía en el lugar correcto. Pero seis chicos a la vez era una locura, Jimin apoyaba la monogamia.
¿Cómo sería una relación entre los siete? ¿Ellos también tendrían relaciones entre ellos? La idea de aquello, no le causaba tanta emoción como la idea de que los seis lo tomaron e hicieron con Jimin lo que quisiera, aunque verlos a algunos de ellos juntos... sería muy candente.
Jimin se reprendió una vez más por su pensamiento inadecuado. Todo era una locura
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Los días siguientes había salido bastante con el adorable y educado chico de cabellos negros, Jimin se dió cuenta que Eunwoo era muy respetuoso, en una ocasión rozó sus manos sin querer y se disculpó sonrojandose, era lindo según el criterio de Jimin, pero su actitud respetuosa era demasiado... irritante, si fuera algunos de los seis no le preguntarían nada antes de poner sus manos sobre el cuerpo de Jimin, de tocarlo como si fuera lo más hermoso, de ensuciarlo, de darle placer, de...
Maldición, debería dejar de pensar en ellos, los últimos días ninguno se había acercado a Jimin y eso lo desconcertó bastante, sí, fue él mismo quién se los pidió pero si era lo suficientemente honesto no esperaba que le hicieran caso. Pero era lo mejor, se repetía una y otra vez.
"¿Jimin? Te veo algo distraído, si necesitas algo puedes pedirmelo".
Jimin intentó mostrarle su mejor sonrisa, quería, él realmente quería que surgiera algo entre ellos y se estaba esforzando.
Su cabeza comenzó a doler, como si estuviera rechazando su idea.
"Estoy bien, iré un momento al baño y luego regreso". Avisó para levantarse e irse del lugar.
Necesita refrescar su mente. Se dirigió al último pasillo de la universidad, donde los baños eran más aislados, no le gustaba ir en los más usados, casi podía escuchar los susurros de los chicos que lo veían como si fuera un animal de circo.
Sí, tenía muchas fans por su “harem” como lo decían las chicas, pero los chicos eran otra cosa, algunos lo miraban como si quisieran devorarlo, otros con una incómoda expresión, como si el hecho de que Jimin sea tan deseado tanto por chicas como por hombres fuera algo malo.
No era su culpa ser tan andrógina mente atractivo.
Mojó sus manos dejando que la fría sensación del agua lo tranquilizara. Lástima que su tranquilidad duró muy poco.
A través del espejo pudo ver cómo Taehyung y Jungkook se acercaban a él, sus fosas nasales dilatadas, sus ojos oscuros que emanaba deseo, posesividad, amor.
Cada uno se puso a un lado de Jimin.
"Hola, cariño, te ves estresado. ¿Te ayudamos?". Susurró Jungkook en su oído.
Y Jimin cerró los ojos, dejándose llevar una vez más.
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