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Jimin estaba acostado en el sofá de la sala, su cabeza reposaba sobre las piernas de Namjoon mientras sus pies en las de Taehyung.
Estaban viendo una película y acariciando lo que podían del menor.
Hoseok llegó de su trabajo de medio de tiempo y se acercó a darle un beso en la mejilla al pelirosa.
"¿Cómo te fue hoy? ¿Ya comiste?". Preguntó Jimin mientras cerraba sus ojitos recibiendo los besos de su hyung pelirrojo.
Hoseok sonrió enternecido por la preocupación de su ex.
"Ya comí bebé, iré a darme una ducha, estás precioso". Dijo y dejó un besos en sus labios.
Jimin no se apartó y cuando Hoseok se fue, se dio cuenta de que tenía la mirada de Namjoon y Taehyung sobre él, los dos sonriéndole.
Jimin se enrojeció y volvió a mirar la película.
Cada vez se estaba acostumbrando más a la presencia y al cariño de sus ex novios, mentiría si dijera que eso le molestaba, porque no lo hacía.
Al contrario disfrutaba bastante de las pláticas que tenía con cada uno de ellos, de los abrazos que le daban al despertarse, de los besitos de despedida, de cómo se preocupaban por él y le preguntaban cómo fue su día.
Jimin se estaba acostumbrado a ser amado por esos seis hombres.
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"Me alegra que podamos vernos, no hemos hablado mucho estos días". Dijo Eunwoo.
Los dos estaban en la cafetería donde trabajaba Jimin.
"He estado algo ocupado. Lo lamento". Se excusó Jimin.
Aunque sabía que sus ocupaciones consistían en tardes de ver películas junto a algunos de sus ex, preparar una merienda o simplemente estar acostado en su cama con Taehyung y Jungkook escuchando música.
Se sentía un poco mal por estar mintiendole al pelinegro. Pero los chicos no lo dejaban salir sólo en ningún lugar, conforme pasaba los días se volvían más sobre protectores con Jimin. En especial si quería salir a algún lado, alguno de ellos se ofrecía a llevarle.
Y Jimin ya no tenía corazón para rechazarlo.
Por eso aprovechó su hora de trabajo y citó a Eunwoo para que pudieran verse. Su estómago se sentía raro.
Jimin se sentía raro, como si estuviera haciendo algo malo, no es que quisiera engañar a sus hyungs, él solo quería poder platicar con sus amigo.
No es como si los estuviera engañando, es decir, Jimin es un hombre soltero. No le debe nada a nadie, ni a sus ex novios.
¿Entonces por qué se sentía así?
"Oh entiendo". Respondió Eunwoo, aunque el tono de su voz daba indicio de que no le creía del todo a Jimin.
Jimin cambió de tema y estuvieron conversando bastante rato sin preocuparse por volver al trabajo, pidió permiso para poder estar con su amigo.
"Y a mi me gustó mucho a pesar de que las críticas no fueron muy buenas". Terminó de contar el peli negro.
Jimin tenía la mirada en su bebida, pensando si a algunos de los chicos les gustaría probar algunos de los postres que el pelirosa preparó en el día.
"¿Jimin?".
"¿Qué? Oh sí... Perdón, es que... Tengo pendientes de algunas clases y estaba un poco distraído".
El pelinegro se mordió los labios un poco frustrado.
"Está bien, no importa, hablemos de algo más importante, hace días he estado queriendo decirte algo".
"¿Qué cosa?".
"Jimin... Tú, tú sabes que eres un maravilloso chico y la verdad es que... M-me gustas, si te parece bien quisiera que intentáramos tener algo".
Jimin abrió los ojos en demasía.
"Yo".
"Mira, no te preocupes, podemos llegar a tener una bonita relación, tú eres una maravillosa persona y si quieres también... Podríamos buscar un lugar... Ya sabes para vivir, supe que has estado buscando uno".
Eunwoo se sonrojó al terminar de decir aquello y a Jimin le pareció un chico muy tierno.
Le estaba proponiendo salir, e incluso mudarse juntos, eso era lo que tanto había esperado, estar con un lindo chico y salir del departamento de sus ex novios.
Eso era lo que había querido. ¿Pero por qué no estaba emocionado como pensó?
Lo único que podía pensar era en las tardes tan maravillosas que pasaba con cada uno de ellos, en sus días libres, o que cada uno a pesar del exceso tiempo buscaba la forma de mimar al peli rosa, con abrazos, caricias, inocentes besos en los labios.
O haciéndole el amor.
Aunque Jimin se prometió que no volvería a estar con ninguno no pudo cumplir, no cuando alguno se escabullía a su habitación y lo comenzaba a tocar y a besar. Jimin no podía resistirse.
"Jimin... ¿Qué respondes a mi pregunta?". Volvió a decir el pelinegro.
Jimin lo miró fijamente, y entonces obtuvo su respuesta.
Estar con seis hombres a la vez, no era correcto. Y Jimin tenía que elegir.
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