La primogénita de Rhaenyra al nacer fue una bendición para esta misma, pero desde su nacimiento acusaciones sobre su legitimidad, rumor que por los años olvidarían por el brillo y alegría que traía la princesa al reino.
Incluso el rey le apodaba el...
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En busca de honor...
Los meses habían pasado y Visenya cada vez pasaba mas tiempo en sus aposentos, pasaban días que si su madre no le llamaba o iba directamente a buscarla ella casi no le veía, se la pasaba practicando con su espada de madera siguiendo los consejos y medias clases de combate por ser Harwin, quien veía un potencial en la menor.
- Mas firme.- le mostro con su espada.- cuando esté frente a su oponente, tiene que mirarle a los ojos sin descuidar sus movimientos, princesa golpéeme firme.
- No, yo no puedo... - no quería lastimar al hombre le agradaba demasiado para golpearle.
- A veces nos toca enfrentarnos con personas que nos agradan, incluso si ese es alguien de nuestro agrado. - las puertas se abrieron y el hombre se posiciono firme, era su padre Laenor.
- ¡Padre!- corrió para lanzarse sobre el, el hombre abrazo a su hija.
- Estoy de vuelta, tu madre me conto lo que sucedió... - la chica se separo de el mirando el suelo. - vamos mírame... te lleve a roca dragón solo crece un poco mas, de acuerdo...
- Por que debó crecer mas, soy mas alta que el tío Aemond, por que esperar mas...- Laenor no se había percatado de la presencia de Ser Harwin.
- ¿Qué hacían? - cambio el tema.- y ¿Esa espada?- sonrió.
- El rey, me la obsequio en forma de consuelo.- se la dio a su padre, creyendo que sus días de guerrera llegarían a su fin.
- Es muy hermosa, la lección acabo. - le dio una sonrisa a Ser Harwin y este se marcho del lugar.
- No es justo.
-¿El que no es justo?
- Jacaerys tiene clases de combate, por que yo no puedo padre....
- Por que asi son las cosa, pero yo no he dicho que no habrán mas clases. - la pequeña lo miro con sorpresa.- vamos es hora de comer, me dijeron que una princesa no a devorado su cordero.
***
La noche estaba en su mayor punto, y Visenya no había logrado conciliar el sueño, ideas que unos llamaría una locura, pero se escaparía esa noche y volvería con un dragón... pero como llegaría a dragonstone si nunca había salido del castillo.
pero lo hizo fue a la área de los sirvientes y robo los trapos que estos tenían ahí, se los puso para camuflajearse entre los que salían por la parte de atrás, con un mapa que había robado horas antes en la llego hasta el puerto.
Miro a una mujer muy bien vestida en el puerto y no dudo en acercarse, necesitaba monedas pare subir al barco que iba a Roca dragón.
- Mi lady, ¿podría regalarme unas monedas ? - la mujer se giro viéndola detenidamente, Visenya nunca había visto a esa mujer por el reino, pero por su vestimenta no parecía una mujer mendiga.
