𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟑

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No viene de nuevo a la habitación esa noche.

Me levanto temprano, desayuno, y le escribo una nota Yoongi.

Después de que me ducho y me visto, estoy a punto de salir de la casa club cuando veo a los chicos. Wen, Solar, Taemin y un par que nunca había conocido antes. Un hermoso doncel que parece tener unos cuarenta años me mira fijamente, y tengo la sensación de que este es el esposo de Namjoon. La Abeja Reina de los Wind Dragons. Se acerca a mí, y pongo una sonrisa.

—Veo que has estado causando un gran revuelo por aquí —dice dándome una mirada. Tiene el pelo muy claro, y los ojos muy oscuros, el contraste bastante atractivo.

—Jimin. —Me presento, ofreciéndole la mano.

—Jin —dice, sacudiendo la mano con un férreo control—. No le hagas daño.

—Encantado de conocerte —digo, pensando que estoy bastante seguro de que es al revés, pero da lo mismo. Asiento y sonrío, saludo a las otras chicas y luego me voy a la mierda de aquí.

No pertenezco aquí.

Sonrío cuando veo la valla abierta y nadie más alrededor. Mientras conduzco mi coche, siento algo.

Arrepentimiento.

Lo ignoro completamente.

Luego doy vuelta y veo una motocicleta junto a mí, maldigo. Es Taehyung... al pobre tipo deben haberle dicho que me cuidara de nuevo. Trato de perderlo en vano. Suspirando, doy vuelta en el aparcamiento del centro comercial. Salgo y lo saludo antes de caminar hacia una tienda que vende artículos de bebé. Miro por encima de las pequeñas ropas de bebé, tan pequeñas y lindas. Comprando un par de trajes unisex, dejo la tienda y sigo hacia otra. Compro algo de ropa que pueda usar cuando me ponga más grande, camisas sueltas y pantalones elásticos. Mi teléfono comienza a sonar.

Yoongi.

Presiono ignorar y sigo en mi expedición de compras. Después de que mi teléfono suena por quinta vez, lo pongo en silencio. No hay nada que quiera decirle ahora mismo. Cuando camino más allá del cine, me decido a entrar y ver una película. Cualquier cosa que saque de mi mente el hecho de que en algún momento del día, voy a tener que volver al recinto. Ya sea que quiera o no. Yoongi me llevará de regreso si Taehyung no lo hace. Elijo una película de vampiros, compro un poco de palomitas, agua y elijo un asiento en el medio del cine. A mitad de la película, alguien se sienta a mi lado. No necesito voltear para saber quién es. Su colonia es un claro indicativo, junto con la forma en que mi cuerpo responde con sólo estar en su presencia. No dice nada, y no siento su mirada en mí. Sólo se sienta allí en silencio, viendo la segunda mitad de la película. Trato de concentrarme en la pantalla delante de mí, pero mi mente está ahora únicamente en Min Yoongi. ¿Qué va a salir de esa boca suya ahora? ¿Se acostó con alguien anoche? ¿Taemin? ¿Tengo derecho a estar molesto? Probablemente no. No me hizo ninguna promesa.

Lo que parece horas más tarde, los créditos corren y las luces se encienden de nuevo. Le doy un vistazo, para encontrarlo mirándome con una mirada apacible en su hermoso rostro. Pasando una mano a lo largo de la barba en su mandíbula, me da una sonrisa de disculpa.

Pero él no va a encontrar su manera de salir de esta.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto, rompiendo el silencio. Todo el mundo se levanta para salir del cine, arrastrando los pies alrededor de nosotros.

—Te fuiste cuando me desperté. —Es todo lo que dice.

Aprieto los dientes. —Se me permite ir a donde quiera, Yoongi.

MC SIM (YOONMIM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora