𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟒

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Cuando Yoongi y yo caminamos de regreso a la casa club, había gente en todos lados. Él no estaba bromeando sobre la fiesta. El lugar está lleno de motociclistas que no he conocido antes, y Yoongi me explica que son Wind Dragons de otras secciones. Se detiene para saludar a un hombre alto y fornido.

—Tanto tiempo sin verte —dice el hombre, golpeando a Yoongi en el hombro.

—Lo sé, ¿cómo has estado? —pregunta Yoongi.

—Todo bien —responde el hombre, mirando a una mujer que está entrando.

Yoongi Ríe. —Disfrutas de ti mismo, ¿no es así?

—¿No estás compartiendo? —pregunta el hombre, mirándome, como si finalmente me notara—. Tal vez podríamos compartir a este hermoso pequeño.

Yoongi se pone rígido. —No puedo hacerlo, amigo, él es mío.

El hombre no parece complacido. —Cuando vengas a verme, te dejo cualquier perra que quieras.

Yoongi asiente. —Este es diferente. Nadie lo toca a excepción de mí.

El hombre afirma, aceptándolo, pero no parece feliz. Mantengo mi boca cerrada, sabiendo que no es momento de hablar.

Yoongi se despide y continuamos. El lugar está lleno de hermosas mujeres y donceles, y no me pierdo las miradas que le disparan a Yoongi. Mis puños se aprietan mientras veo a una en particular, mirándolo como si ya lo hubiese tenido. Cuando Yoongi me aleja de ella, asumo que lo ha hecho. Antes de que podamos caminar hasta la sala que nos guía a nuestra habitación, una impresionante pelirroja se detiene frente a Yoongi, poniéndole sus manos en el pecho.

Oh, ¡diablos no!

—Sin, mucho tiempo sin verte —ronronea.

Yoongi empuja sus manos de él, lo que aprecio. —No estoy interesado.

—Eso no es lo que me dijiste la última vez —responde, lamiendo sus labios. Tiene unos grandes ojos verdes y difícilmente lleva ropa. No puedo mentir... ella es un knockout. Si me viera de esa forma...

—Es lo que estoy diciendo ahora. Ahora, sal de mi maldito camino —dice él, con una voz tan fría, que incluso me encojo.

—Nunca antes me has rechazado —dice ella, ahora frunciendo el ceño y finalmente mirándome—. Sin...

—Él dijo no. Ten algo de maldita dignidad —digo, antes de que pueda empezar a suplicar.

Abre su boca para decir algo cuando Yoongi agarra mi mano y me hace caminar alrededor de ella, dejándola ahí parada con su boca casi abierta. Al entrar a la habitación, bloquea la puerta y pone todas las bolsas en la cama.

—Bueno, eso fue interesante, —digo lentamente—. ¿Una vieja amiga tuya?

—Nene. —Es todo lo que dice. ¡Como si fuera una respuesta!

—¿Y quién era ese hombre? —pregunto.

Yoongi sonríe. —Fue algo bueno que retrocediera, o hubiésemos tenido un problema. Y te quedaste tranquilo, buen chico.

—Estoy aprendiendo —digo secamente—. Al menos con los hombres.

Se ríe de mí. —Es bueno saberlo.

—¿Qué querías mostrarme? —pregunto, sacándome mis zapatos y sentándome en la cama.

—Oh, verdad —dice, abriendo un cajón y sacando cuatro libros.

—¿Libros? —pregunto con mis cejas levantadas.

Se sienta a mi lado en la cama y los esparce por ella. Dos, son libros de nombres de bebé, uno es sobre el embarazo y el otro, es sobre el trabajo de parto. Mi garganta empieza a quemar con el gesto considerado y la prueba de que es serio sobre esto. — Esto es realmente considerado.

MC SIM (YOONMIM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora