MC SIM (YOONMIM)

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟗

Me despierto con el sonido de un grito y luego un disparo. Salgo corriendo de la cama y me escondo en la esquina de la habitación justo cuando la puerta se abre de golpe. Contengo la respiración hasta que el hombre se va, pensando que nadie está aquí. Cuando creo que es seguro, me arrastro sobre mis manos y rodillas hacia el cajón donde Yoongi mantiene una de sus armas de fuego, y la tomo con dedos temblorosos.

Tomo unas cuantas respiraciones temerosas. ¿Qué diablos voy a hacer? Me gustaría poder decir que soy uno de esos chicos rudos que sabe cómo usar un arma, pero estaría mintiendo.

No tengo idea de cómo usarla. Seguramente no es ciencia de cohetes.

Me doy cuenta ahora que fue un error por mi parte, y si sobrevivo esta noche, voy a rectificarlo en mi primera oportunidad.

Lo que sí sabía era que el seguro estaba puesto, y tenía que quitarlo, lo que hago con un movimiento de mi dedo pulgar. Apuntar y disparar, ¿no? ¿qué tan difícil puede ser? Trago saliva cuando pienso en el bebé. ¿Qué podría hacer? Si me escondo nunca sería capaz de vivir conmigo mismo. Abro la puerta y camino por el pasillo, sin hacer ruido.

Oigo la fuerte explosión de una puerta. Voy a la sala donde veo a todas las mujeres y donceles sentados allí, llorando. Frente a ellos se encuentran cuatro hombres. Todos llevan chalecos de motociclistas.

—Parece que olvidamos uno —dice el líder, sonriéndome con una mirada diabólica en sus ojos.

—¿Quién eres tú? —pregunto, levantando el arma y apuntando hacia él. Finjo confianza, como lo he hecho muchas veces antes.

No les dejes ver tu debilidad.

Se ríe. —Y tiene garras. Baja el arma príncipe. Podría matar a todas estas perras, incluso antes de que dispares una bala.

Jin me mira, el único de todo ellos que no llora. Sus ojos están tratando de decirme algo, pero no puedo leerlos. ¿Cómo sucedió esto? Se supone que es mi lugar seguro.

—¿Qu-Qué quieres? —tartamudeo, tragando saliva. No aparto mis ojos de los hombres. Un movimiento en falso nos podría costar la vida.

El líder se burla. —Venganza. Ojo por ojo. Los Dragones de Viento mataron a dos de los nuestros. Ahora los Hombres Salvajes tomarán lo que es debido.

Venganza.

—Realmente deberían haberlos dejado mejor vigilados... aunque para ser justos, nos aseguramos de que esos cabrones pensaran que estábamos fuera del estado —dice, riendo como una hiena.

Bueno, piensa Jimin piensa. Cuatro hombres, armados con armas sin seguro.

Mierda. Mierda. Mierda.

Necesito tiempo. Tengo que distraer. —¿Dónde están los prospectos? —pregunto, soltando un suspiro tembloroso.

—Esos dos idiotas están sangrando allá fuera —dice, sonriendo. Pendejo de mierda.

Espera, dijo dos.

Hay un pequeño movimiento en la esquina de mi ojo.

Taehyung.

Tal vez eso es lo que Jin trataba de decirme. Lo miro, y él asiente levemente.

Lo entiende. Lo entiendo. Ahora me toca a mí hacer mi movimiento.

—Baja el arma —demanda él.

—¡Jimin! —grita Taehyung, mostrándose y disparando al líder en la cabeza. Mientras detengo al hombre, bloqueo los gritos mientras apunto y disparo a uno de los otros motociclistas. Le doy en el pecho, y él cae. Los otros dos tienen sus armas en la mano y empiezan a disparar. Taehyung es capaz de matar a uno de ellos, luego se vuelve hacia el otro. El último hombre de pie dispara a la mujer dos veces más, luego se vuelve hacia mí. Su arma me apunta, él sonríe, haciéndome saber que no tiene miedo de la muerte, y también que va a intentar llevarme con él. Taehyung dispara, y también lo hace el hombre. Él cae, pero no antes de que una bala perdida vuele cerca de mí. Me agacho, agazapado en una pelota en el suelo.

Entonces, hay silencio.

Demasiado asustado para moverme, me quedo así hasta que Taehyung viene y se sienta a mi lado. Él pone una mano en mi hombro, me hace estremecer.

—Se acabó. Realmente te manejaste solo nene —dice, con la mano temblorosa.

Levanto la cabeza, las lágrimas cayendo por mis mejillas como gotas de lluvia. — ¿Quién sobrevivió?

Eso no es lo que quería preguntar. Lo que quería preguntar es "¿A quién perdimos?".

Su cara se arruga. —Los otros prospectos están muertos. Le dispararon a una de las mujeres. El resto está asustado pero bien. Lo siento Jimin...

Su teléfono suena, y él se marcha a contestar. Me pongo de pie y camino hacia la mesa donde las chicos estaban escondidos durante el tiroteo. Veo a Jin bien, abrazando a Wendy. Veo a Taemin allí, llorando, pero vivo. Busco a mí alrededor a Solar.

¿Dónde está?

—¿Dónde está Solar? —pregunto con voz temblorosa. Todas las mujeres y donceles lloran más fuerte, excepto Jin que no ha derramado una lágrima, pero tiene devastación escrita en toda su cara.

—No —susurro, mis ojos van detrás de ellos a la mujer de cabello oscuro tumbada en el sofá. La sangre gotea de su pecho. Sus ojos están cerrados. Paso los dedos por su pelo y beso la cima de su cabeza. ¿Por qué Solar? Ella era la persona más dulce y amable que he conocido. Empiezo a sollozar desconsoladamente.

—Jimin, Yoongi está en camino. Él quiere hablar contigo —dice Taehyung suavemente.

Niego con la cabeza y sigo mirando a Solar.

—Te necesita ahora, hombre —le dice Taehyung, sus ojos se ponen rojos cuando mira a Solar—. Está bien físicamente, pero no lo sé —dice en el teléfono.

Él no sabe si estoy bien emocionalmente. Bueno, no lo estoy.

Me siento allí con Solar hasta que los hombres llegan. Por el resto de mi vida, nunca olvidaré la mirada en el rostro de Arrow. Nunca. Él corrió hacia el interior y se puso de rodillas frente a ella. Hundió la cara en su pelo y lloró. Maldijo, juró, y preguntó por qué una y otra vez.

¿Por qué ella?

En ese momento, sé que Arrow amaba a Solar. Me pregunto si él apenas lo descubrió. Y si lo hacía... ahora ya es demasiado tarde.

Yoongi me envuelve en sus brazos, su cuerpo temblando, temblando de miedo y rabia.

Y alivio.

Él me lleva a la cama y sólo me sostiene. —Estaba muy preocupado —susurra—. Jodidamente lo lamento cariño.

Puedo ver su cara en la luz de la luna, sus ojos adoloridos, me destrozan. Duelen al mirar, así que cierro los míos.

Estoy a punto de dormirme cuando dice—: Tengo que ir a ayudar a los demás. Estaré de vuelta tan pronto como pueda.

Ayuda debe significar ocuparse de los cadáveres.

Maté a un hombre hoy.

Maté a alguien.

Y perdí a alguien.

Pienso en Liam y Trev, y me siento triste, pero cuando pienso que Solar se ha ido me siento con el corazón roto.

Los buenos mueren jóvenes, el dicho debe ser verdad.

Yoongi se une a mí en la cama temprano en la mañana. Huele a jabón, recién duchado.

Exploro su pecho liso con mis manos, entonces dejo mi mano derecha sobre su corazón.

Lo siento latir.

—Yo también te amo —me susurra—. Quería decírtelo cara a cara.

Besa mis labios una vez, y luego nos dormimos envueltos en los brazos del otro.