Odio Irresistible © KOOKMIN

010

──¿Puedo saber por qué me ignoras?

Jimin se paralizó al oír la voz de Jeon, en todo el día había estado evitando encontrarse con él y le pidió a SeokJin que se encargue de las cosas en su lugar.

──No te estoy ignorando, tengo otras cosas que hacer hoy.

Caminó más rápido hacia el depósito para huir de Jungkook pero en el momento en el que entró fue acorralado por éste. La puerta se cerró impactando fuertemente y haciendo dar un saltito a Jimin.

──Jungkook... deberías dejar de venir al concejo, no le diré nada a tu padre, solo falta una semana para que se levante tu castigo.

Jungkook se sintió algo enojado, debería hacerle caso a Jimin, eso es lo que quería en realidad. Pero no podía, y no sabía por qué.

──¿Quieres deshacerte de mí? ¿Tanto me odias?

Susurró Jungkook y se acercó más a Jimin. Sus labios estaban a centímetros y los dos podían sentir la respiración del otro.

──¿Acaso tú no? Llevas todo el tiempo diciéndome que me detestas.

Jimin estaba en lo correcto, Jungkook lo detestaba. Odiaba esa carita inocente, ese cuerpo frágil y esa aura de bondad que rodeaba al presidente estudiantil. Odiaba su ropa perfectamente planchada y su pulcritud, ver su nombre en el primer lugar en los exámenes. Odiaba todo eso.

──Si te odio. Mucho. ──dijo y besó a Jimin.

El rubio gimió y se agarró de la espalda fornida de Jungkook. Debería apartarlo pero sus manitas temblaban alrededor de la camisa de Jeon. Lo odiaba con todo su ser, odiaba sus cabellos alborotados que caían sobre su frente, odiaba su camisa con arrugas y desabotonada dejando ver sus grandes pechos bien marcados. Odiaba su mirada vacía y oscura, sus manos grandes y tatuadas, odiaba todo de él.

Pero no odiaba sus labios, esos labios que estaban bebiendo todo de su alma, y estaban bajando lentamente por la piel de su cuello, dejando todo tipo de marcas. El pesado cuerpo de Jeon lo aplastaba por la pared y se pegaba tan cerca suyo, como si quisiera fundirse con él.

──Te odio tanto Jungkook, siempre haces lo que quieres. ──dijo entrecortadamente Jimin.

──Cállate, nerd.

Jungkook metió su traviesa mano en los pantalones de Jimin, no perdió su tiempo y lo desabrochó. Sus largos dedos encontraron la entrada virgen del rubio en medio de sus suaves nalgas.

──¡Jungkook!

Jimin se sobresaltó cuando un dedo invadió su interior, la sensación era extraña y no comprendía porqué su pene estaba palpitando ansioso por esos dedos. Se abrazó a Jungkook y abrió sus piernas para que la mano del pelinegro pudiera moverse mejor.

No se dió cuenta cuando sus pantalones ya tocaron sus tobillos junto con su bóxer. Jeon alzó una pierna de Jimin y metió un segundo dedo. Escuchaba atentamente los gemidos de Jimin y se aseguró de que le estaba gustando lo que estaba haciéndole.

Cada gemidito que salía de los labios del rubio era una puntada a su pene que estaba duro como una roca, queriendo hundirse en el presidente estudiantil, en ese perfecto niño, quería corromper el cuerpo de Jimin lo antes posible.

──Me estás volviendo loco, Jimin, dime qué pare ahora...

Jimin le dijo a su cerebro que aparte a Jeon de él, de verdad se lo dijo, pero su cuerpo no le hacía caso y al contrario se aferraba más a la espalda de Jungkook, de su boca solo salían sonidos incomprensibles.

──¡Ahí! ──gimió entonces cuando los dedos de Jungkook tocaron algo... algo que le gustó demasiado.

Jungkook gruñó en su oído y desabrochó su pantalón, sacó su pene y se acarició unas cuantas veces antes de alinear a la entrada de Jimin.

──Jimin... voy a entrar en tí. Ya no aguanto... voy a comerte...

Jimin gimió y casi se corrió al escuchar esas palabras. Jungkook buscó sus labios y lo besó, el rubio no sabía en qué concentrarse, si en el beso tan duro que Jeon le estaba dando en el ardor que estaba sintiendo en su agujero, estirándose alrededor del pene de Jungkook.

──¡Duele! Espera por favor...

──Ya estoy hasta la mitad, aguanta un poco más... ya casi.

Jimin sintió sus ojos aguarse y las lágrimas aparecieron, de repente Jungkook agarró su otra pierna y lo alzó completamente, embistió fuertemente en él y entró completamente de una sola vez, Jimin mordió el hombro de Jungkook para no gritar por el dolor mezclado con algo más...

Jungkook caminó con Jimin en sus brazos y se sentó sobre unos colchones amontonados que habían en el lugar, tenía al presidente a horcajadas sobre él y agarró fuertemente su cintura para comenzar a penetrarlo.

El agujero de Jimin era tan cálido y estrecho que sentía volverse loco en cualquier momento, necesitaba ensuciar ese cuerpo con su semen. Necesitaba que Jimin esté tan lleno de su polla, tan lleno de Jungkook.

Jimin estaba temblando y recibiendo todo lo que Jeon le estaba dando, el dolor fue enmascarado por una sensación más deliciosa y sus dedos se entrelazaron en los cabellos de Jungkook, sus labios se volvieron a encontrar.

El sabor salado de las lágrimas de Jimin bailaba en medio del beso, Jeon estaba tan excitado de escuchar los sollozos de Jimin, de saber que es él quien lo está haciendo llorar... de placer.

Él sabía que era el único que podía hacerle eso a Jimin, tenía que ser el único. Apartó esos pensamientos posesivos de su mente, él no quería nada con Jimin, solo estaba follando al presidente para sacarse la picazón de la piel.

Él no estaba sintiendo nada por Jimin más que odio y desprecio, estaba seguro que después del sexo que estaban teniendo ya no tendría ese intenso deseo de comerse a Jimin, todo ese absurdo anhelo desaparecerá.

──¡Ah! Jungkook... me estoy corriendo... me gusta... ¡Así!

Jungkook sintió como el agujero de Jimin estaba apretando su pene. Y se corrió al escucharlo gritar su nombre, al escuchar lo excitado que estaba por su pene. Gruñó fuertemente y apretó el culo de Jimin mientras se corría.

Sí, Jeon necesitaba que después de esto desapareciera ese absurdo deseo.