Odio Irresistible © KOOKMIN

015

Hoseok se levantó y se apresuró a prepararse para la escuela, ya llevaba dos meses viviendo con Namjoon, al principio quiso trabajar para pagarle por dejarlo vivir con él pero su hyung se negó rotundamente.

Trataba de ayudar haciendo la cena y limpiando la casa, que bien le hacía mucha falta a Namjoon, no recordaba que su hyung fuera tan desordenado, y Hobi odiaba el desorden. Así que a veces terminaba regañando a su hyung por lo despistado que era con sus cosas.

──Ya te levantaste, ven, el desayuno ya está.

Pero su hyung si era un buen cocinero. No quería admitirlo pero ver a Namjoon hacerle el desayuno lo hacía sentir muy nostálgico, como si por fin estuviera en casa.

──No tienes que hacer esto, yo puedo prepararme solo el desayuno.

──Y tú deberías dejar de rechazarme. Ya te dije que quiero hacerlo.

──Y-yo no te rechazo.

──Si lo haces.

──Hyung... deberías dejar de ilusionarme así, siendo tan bueno y considerado conmigo a pesar de que no sientes nada por mí. ──Hobi estaba apunto de llorar, pero tenía que decirle de una vez por todas a Namjoon lo que sentía.

No importaba cuántas veces huía de él, Namjoon simplemente lo encontraba y lo escondía en sus cálidos brazos, así sería muy difícil para Hoseok olvidarlo.

El mayor se acercó a él y levantó el mentón de Hoseok, se sacó lentamente sus anteojos y su mirada penetró el alma del menor.

──¿Quién te dijo que no siento nada por tí?

──Hyung... no entiendo.

Namjoon rió roncamente y acercó sus labios a los de Hobi, podía sentir como el mejor temblaba en sus brazos, y aquello lo excitó tanto. No pensó mucho para unir su boca con la contraria y devorar los labios finos, dulces como la miel de Hoseok.

──Me gustas Hobi. Me gustas mucho. ──dijo en medio del beso.

Hoseok reunió todas sus fuerzas y lo apartó un poco. ──Pero tienes novia hyung, por favor, no juegues conmigo... no me trates como todos los demás lo hacen. Cómo si fuera igual a mi madre, como si pudieras usarme a pesar de tener pareja ──para entonces sus lágrimas ya caían como cascadas, y su mayor deslizó sus dedos sobre la tersa mejilla morena para limpiarla.

──Jamás pensé ni por un segundo que fueras igual a tu madre cariño, tú eres mucho más, siempre fuiste más... y no es lo que estás pensando, yo ya no tengo novia, la dejé hace un mes, no te lo había dicho porque aún estaba procesando todo lo que me pasaba contigo, y llegué a la conclusión de que me gustas, ya no podía estar lejos de tí, no me importaba nada más, ni ella ni nadie más. Eres lo único en lo que pienso todo el día mi amor.

──¿Estoy soñando hyung?

──No cariño, esto es real, lo que siento por tí es real... no te pido que me aceptes aún, pero no me alejes. ¿Si?

Hobi asintió y entonces volvió a sentir sus labios ser tocados por los labios de su hyung, era la sensación más maravillosa que jamás sintió con nadie más, ni con Jungkook ni con otra persona.

Y se sentía bien, se sentía feliz. Deseaba con todo su corazón que eso jamás terminara.

Jungkook estaba mirando fijamente a Jimin, se dió cuenta que sus dedos estaban temblando por la forma en que agarraba sus cubiertos.

Jimin estaba nervioso, mordía sus labios, y eso solo lo hacía cuando algo no le gustaba o le incomodaba, Jungkook lo sabía porque en todos esos meses que estuvieron juntos lo había observado mucho.

Lo había observado tanto que sabía que no estaba disfrutando para nada estar en ese lugar, apenas podía ocultar su malestar.

──Lo siento, me temo que tengo que retirarme temprano, yo... espero que disfruten la velada ──dijo entonces Jimin.

──Jungkook puede llevarte a tu casa Jimin... espero que hayas disfrutado esta cena ──respondió el señor Jeon. Miraba algo nervioso a Jimin y a Jungkook.

──La cena fue deliciosa señor.

──Me alegro.

Jimin caminaba enfrente de Jeon, no dijo ninguna sola palabra en todo el camino, solo habló para dar indicaciones de dónde vivía, cuando abrió la puerta de su casa sintió como Jungkook lo empujó adentro y cerró la puerta.

──Jimin... tenemos que hablar.

──Jungkook... no tenemos nada de que hablar.

──¡Claro que sí! Nuestros padres están saliendo, tenemos que saber qué pasará con nuestra relación.

──¿Cuál relación? Tú y yo no tenemos ninguna relación, solo follamos un par de veces después de la escuela. Y no volverá a pasar, no quiero arruinar la felicidad de mi madre, así que por favor no me busques más.

──Jimin...

──No Jungkook. Ya no... me busques más por favor. No será nada difícil para tí, solo tendrás que buscar a alguien más para follartelo. Después de todo... me odias. ¿No?

Jimin temblaba mientras el silencio se extendía por la sala. No quería escuchar esa respuesta. Sabía que le dolería. Hasta que finalmente llegó.

──Sí, te odio.

La puerta resonó fuerte cuando Jeon salió de su casa y entonces el rubio fue a su habitación, se dijo a sí mismo que eso era lo correcto, después de todo él y Jungkook se odiaban. No había duda de eso.

Lo que no entendía es porque las lágrimas se desbordaban de sus ojos y porque su pecho se oprimía. Porque pensó inútilmente que Jungkook le diría que no lo odia y que luchará por él. Y sobre todo, porque le duele tanto saber que todo entre ellos terminó.

Jimin no entendía porque quería salir corriendo detrás de Jungkook para aferrarse a él. Pero aunque eso es lo que quería no lo hizo, porque Jimin siempre hacia lo correcto, aunque doliera.