King el cazador

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"Golpe, paso atrás, carga, golpe"

Sonidos de impacto interrumpían la tranquila mañana, cientos de alumnos iban a Hexside entre risas y charlas.

"Apenas llevo tres horas y solo tiene un rasguño"

Las dos manos de Hunter sujetaban el mango de madera, sus brazos temblaban cual gelatina y no lograba dar mas de diez golpes sin tomar un descanso de cinco minutos.

- Entonces.. ¿hablaremos de esa chica?

- ¿No ibas a cubrirme?

- Cierto, pero Lilith me atrapo dejando la espada y me obligo a decirle la verdad.

Steve se encontraba montado en una rama del árbol color negro, disfrutando de una taza de algo oscuro y grumoso muy caliente.

- ¿Y?

- Y dijo que tenia que acompañarte para que algún demonio no te coma.

- ¡P-pero puedo defenderme!

- A duras penas puedes mantenerte firme, es tonto que hayas empezado a talarlo sin calentar antes.

- ¿Ah?

El enmascarado dio un salto al suelo y con lentitud dejo en el suelo su taza blanca.

- Necesitas fortalecer todo tu cuerpo en general, si solo te dedicas a cortar el árbol terminaras lastimándote tus brazos y espalda.

Hunter dejo recargada el hacha junto al árbol y se desplomo en el suelo, su ropa estaba empapada en sudor sin mas solo pudo escuchar a su amigo.

- Entonces... ¿Qué debo hacer?

- Puedes correr, necesitas fortalecerte la parte baja y  quizás hacer flexiones.

Los dos guardaron silencio para observar a la gente transitar el pueblo, sin preocupaciones mas que el preguntarte que cenaran.

- Me alegra ver que finalmente estas buscando superarte, a la larga puede que no este para cuidarte toda la vida.

- ¿A que viene eso Steve?

- Supongo que es solo para decirlo, eres parte de la familia del aquelarre de Belos.

- Siempre me he sentido aislado de las brujas, el no poder hacer hechizos con mis propias manos hacen que me sienta como... un inútil

- A nosotros no nos importa eso, cuentas con una mejor aptitud física que la media.

- Pero a la gente del pueblo le importa.

- ...

- ...

- Esa chica tuya, puede que sea diferente y si ella es así la demás gente quizás sea diferente.

El pelidorado guardo silencio unos minutos para procesar aquel comentario.

(...)

Dentro del frondoso bosque yacía una casa de madera, la chimenea se encontraba prendida y escupiendo humo a una gran velocidad.

- Prueba numero 450, actualmente me encuentro devuelta en mi hogar y traje muestras de distintos reinos para encontrar una cura.

Una mujer de cabellera plateada agitaba a gran velocidad dos tubos de ensaye mientras su palisman anotaba con su pico lo narrado por su amiga.

- Eda, oye Eda.

- Ahora no, siento que estoy cerca..

La bruja se pico con un clavo el dedo índice para poner una gota de sangre sobre un recipiente de madera.

El cardenal Rojo y el gato BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora