Admirador. ; Ruikasa

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lo único en lo que pensaba era en un simple “¿Por qué?” Aunque estuviera mareado, aterrado y a punto de desmayarse de nuevo, tsukasa tomó su celular con mucho esfuerzo, para después, marcar el numero de rui.

– ¿Tsukasa-kun? ¿Eres tú? ¿Dónde estás? – decía preocupado por aquel chico, sus padres se habían contactado con él para preguntar si estaba con él, lo cual, hizo que rui pensara cualquier cosa, en las cuales, no se equivocó.

– ven a buscarme.. por favor.. él me matará si digo algo.. por favor, v-ven –
dijo tsukasa con un tono totalmente diferente al de siempre, se le escuchaba cansado, tsukasa colgó y mandó su ubicación, veía algo borroso y estaba a punto de volver a llorar, sentía que moriría desangrado allí, solo le quedaba su última esperanza, la cual era rui. Tras un rato, tsukasa seguía luchando por mantenerse consciente, esperando por su príncipe azul el cual vendría a rescatarlo, o así había escrito en aquel libro. Rui llegó un poco después, estaba aterrado al ver a tsukasa en esas condiciones, por suerte, había llevado vendas y otro tipo de cosas por si en verdad lo que había pensado le había ocurrido, estaba asustado y tenía miedo de perder a quien amaba, rui miraba cada dos segundos el rostro de tsukasa mientras desinfectaba y vendaba sus brazos y piernas, pidiendo y rogandole a tsukasa que tratase de mantenerse despierto, que lo llevaría a un hospital.

Su desesperación fue tal que no logró dormirse esa noche, estando en el hospital junto a tsukasa, sus padres y otro conocido de este, llamó a su madre avisando que no iría a casa esa noche, para después, salir de la habitación del rubio para seguir contando lo ocurrido. Su madre comprendió, y dijo que iría a la mañana siguiente a dejarles algo de comer, deseándole mucha suerte a su “amigo”

Rui simplemente no saldría del hospital hasta que tsukasa despertara y estuviera bien, él quería estar siempre a su lado, quería protegerlo, y.. saber quién fue el responsable de todo eso para tomar justicia. Su única pista es que era hombre, pero.. ¿no que tsukasa se iría con akito?

El pelivioleta se quedó helado, claro, la única respuesta era de quién tanto había escrito el contrario como un simple personaje, rui sacó el libro de este de su mochila y después comenzó a leerlo con detalle, comprendiendo ahora con más sentido lo que el contrario relataba. No sabía qué hacer, no sabía si debía quedarse callado o hacer que el contrario fuera con ayuda. Pero no sabía cómo lograrlo, ¡no podía pagarle un psicólogo! no tenía dinero.. no el suficiente. Luego de eso miró a los padres del contrario, con una leve idea de qué debía hacer.

– podrían.. ¿pagarle un psicólogo a tsukasa-kun..? no creo que pueda recuperarse de esto sin ayuda.. – le miraron confundidos y le trataron como un completo extraño y rarito. Esto le hirió, pero no había sido su amado tsukasa quién le dijo tal cosa, no debía importarle.. pero en verdad esperaba que sus padres hicieran algo.

La noche pasó, los padres del rubio se fueron a trabajar molestos por culpa de su hijo, pero rui no salió del hospital. Esa mañana, la madre del pelomorado llegó con un rico desayuno y almuerzo para su hijo, dijo que estaría para apoyarles en todo eso, esperaría a que el "novio" de su hijo mejorara y así se lo pudiera presentar.

– no es mi novio, es decir.. quiero, ¡pero todavía no lo es! –

– deberías esperar a que mejore, invitarlo a una cita muy linda, solo como tú las sabes hacer y después declararte, cariño – rui sonrió inconscientemente tras las palabras de su madre, siempre había sido muy cariñosa y atenta con él, eso le ponía feliz. Tomó la mano del rubio, la cual estaba cálida y la besó.

– rui, corazón, te dejo, pronto tengo que ir a trabajar y ya sabes, te quiero – dijo para darle un beso en la frente a su hijo e irse, rui después de eso miró a tsukasa, para después acariciar su mano y en un tono bajo mencionar algunas palabras, entre esas: “despierta, príncipe mío..”

habían pasado horas hasta que tsukasa finalmente despertó, rui se sentía cansado, pero había valido la pena esperar por ese chico, su tan preciado tsukasa.

– ¿dónde estoy..? – rui con pequeñas lágrimas en los ojos le abrazó con cuidado y respondió en el hospital.
Tsukasa trató de corresponder como podía, le dolía todo el cuerpo y finalmente el chico que también se había quedado allí, apareció nuevamente.

– tsukasa-senpai, me alegro que hayas despertado.. – mencionó con algo de pena para después mirar a rui por primera vez a los ojos, estos al hacer contacto visual, estuvieron nerviosos.
Era un chico perfecto, su rostro parecía bien cuidado, labios lindos, ojos bonitos, pelo cuidado.. solo faltaba que su nombre también fuera lindo.

– ¿toya, en verdad esperaste por mi? –

– claro que sí, no te iba a dejar en tu peor momento, es lo que hacen los amigos.. – rui se apartó y dejó que ambos chicos hablaran, pero a tsukasa parecía no importarle que él estuviera allí, sintió una presión en el pecho y ganas de llorar, pero aunque no conociera a toya, este le abrazó y siguió conversando con tsukasa. Rui no sabía como reaccionar, correspondió el abrazo mientras era consolado por este, pero ni siquiera lo conocía.. ¿entonces por qué?

– senpai, ¿quieres estar un rato a solas? – tsukasa asintió y toya se llevó a rui, todo estaba siendo tan repentino para él que ya no entendía absolutamente nada y solo se estaba dejando.

– ¿conoces a mi amigo, verdad? ¿akito shinonome? –

– sí, también es mi "amigo" pero.. bueno, tampoco es tan amigo –

– es su culpa que tsukasa-senpai esté aquí, es su culpa y tú debes saberlo, él le hizo todo eso porque según "lo ama" y como sé que tú lo amas, debes hacerle entrar en razón y que finalmente confiese todo lo que akito le hace, por favor, necesito de tu ayuda. – mareado, rui trató de decir algo con coherencia, no entendía nada, pero aceptó porque quería ver a tsukasa bien

– Toya, entonces.. ¿qué puedo hacer? – toya le miró nuevamente a los ojos y le dijo que él más que nadie lo sabía.

– dile a tsukasa-senpai que fuí a clases, ¿bien? – se despidió y finalmente volvió con tsukasa, tomó la mano de este nuevamente y con pena preguntó cómo estaba.

– podría estar mejor.. pero no puedo quejarme si un chico tan lindo como tú vino a verme.. – el rostro de rui se puso rojo, no sabía qué decir ante tal cumplido, solo sonrió y volvió a abrazarle.

– rui, ¿no tienes clase hoy? – el pelimorado apartó la mirada y respondió un leve: “quería estar contigo”
tsukasa devolvió la sonrisa, se sentía feliz aunque le hubieran pasado cosas tan trágicas esos días.

– cuando mejores.. quiero que tú y yo tengamos una cita, estaré todos los días que sean necesarios aquí.. – los ojos de tsukasa, los cuales no brillaban, lograron encender un brillo tras este derramar una lágrima.

– te lo agradezco demasiado, eres.. una persona muy linda. – los labios de rui temblaban, quería decirle cuánto gustaba de él, quería decirle cuánto lo amaba, pero no era la mejor ocasión.. ni era el tiempo indicado para decirlo.

– te quiero, me quedaré contigo por siempre – no fueron simples palabras, rui estaba dispuesto a cumplir con ellas y estar con el rubio hasta que sus almas ya no existieran.