Capítulo 18.

965 91 6
                                    

Hacía tantas noches joder hacía tantas noches que por una cosa o por otra no dormía de manera tan profunda que tengo la impresión que he dormido cien años seguidos.

Al despertarme en esa habitación de Los Angeles mis miedos siguen intactos, no han desaparecido por supuesto que no pero por lo menos no tengo la sensación de que la cabeza me vaya a estallar de un momento a otro. He descansado y me lo noto, estoy más despejada, más serena, más calmada.

Vale ya no está junto a mí, bueno de hecho es que no se encuentra ni en la habitación así que decido levantarme y cambiarme de ropa pues deduzco que se encuentra abajo desayunando.

-Buenos días Garzón! -Me dice con una sonrisa al verme -¡Te he traído el desayuno de campeones!

-Hola buenos días...-Respondo algo sorprendida al salir del baño ya uniformada, no me la esperaba la verdad, no pensé que subiera de nuevo. -¡Toma mujer! ¡Coge fuerzas que el avión sale ya! -Me contesta a la vez que me alarga ese rico café doble y ese... ese...¿Ese bollo?

La jodida pelinegra podía elegir un donut, podía elegir una madalena, un croissant o incluso un bocadillo de atún con queso qué se yo!....pero no...eligió un bollo para desayunar!

-Es un bollo con mermelada de fresita Poch -Me aclara irónica al veme la cara. Sí, creo que lo ha hecho adrede sí. Creo que la Vale de siempre ha vuelto, la sarcástica la ácida.

-Gracias Val...gracias -Respondo yo restándole importancia.

Yo lo devoro, lo cierto es que estoy hambrienta es queúltimamente no me alimento muy bien.

-¿Está bueno el bollo Poch? -Cuestiona con la ceja levantada.

Apunto está de escapárseme una risilla por debajo de la nariz, que irónica es la jodía, que cabrona es, pero me contengo, no quiero darle cancha porque si lo hago preveo que estará así todo el vuelo de regreso.

-Muy bueno Val, gracias cielo -Le contesto ahora cómo si nada.

Ella espera paciente a que yo me lo desayune y de reojo puedo ver cómo me mira divertida cuando me estoy chupando mis propios dedos para quitarme el azúcar que me ha quedado impregnada en ellos.

-¿Qué estás mirando? -Le pregunto yo sin mirarla claro.

-¿Yo? Nada Poché! A qué termines de... -Carraspea - De chuparte... los dedos -Me aclara inocentemente.

-pues ya he terminado Vale....así que vámonos! Venga nena! Levanta! -Le respondo cogiendo mi pequeña maleta con ruedas cortesía de la compañía American Airlines.

Las dos vamos hacia el ascensor con nuestras maletas de azafata, entramos picamos al botón correspondiente y en silencio esperamos a que baje. Al salir de él y al estar a punto de salir del hotel para coger el taxi me detiene.

-Poché...oye...espera....quiero pedirte algo -Me dice muy seria.

-Claro dime ¿Qué pasa? -Le pregunto enseguida pues no sé a qué viene esa cara.

-Quiero conocerla -Apunta y ambas sabemos de quién habla pero aún así quiero asegurarme.

-¿A Daniela?

-No MaríaJosé... A la mujer del Oso Yogui! ¿Está casado el Oso Yogui? ¿O en realidad es novio de Bubu? -Me contesta con poca gracia.

-¡Vale! -Le recrimino...se está riendo en toda mi cara.

-A Daniela sí, claro que sí! ¿No es evidente?

-¿Pero conocerla? ¿Cómo...? ¿Ella no...no sabe que vosotras lo sabéis y...-Me corta.

Guardaré Mi Libertad | Adaptación Caché | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora